Después de unas semanas intensas disfrutando de la buena música que nos gestiona la Sala Parama de Comillas (Lendakaris Muertos, Segismundo Toxicómano, Mala Reputación, Desakato...), sabíamos que el concierto de la noche del 24 de noviembre con El Cuarto Verde e Insolenzia sería la más floja de la temporada, pero para nosotros sería la más ilusionante ya que veríamos en directo por primera vez a dos bandas que en sus respectivos trabajos musicales nos dejaron buen sabor de boca.
 
Hace poco más de un año nos llegó a redacción "Narcoiris", hasta el momento, un trabajo del desconocido grupo El Cuarto Verde, tras varias escuchas nos dimos cuenta de la valía de esta gente, dentro había auténticos temazos, con colaboraciones importantes como Josu de Parabellum e Iker de Dikers, que además fue el encargado de grabarles el disco.
 
Vienen desde Logroño y ya desde los primeros minutos sobre el escenario nos ganaron con sus simpatía y por supuesto por su música.. Del tirón, dos temas seguidos para entrar en calor "Mágico Fenoménico" y "Playmobil", en un bloque de cinco canciones donde no faltó el tema, que según ellos es de sus preferidos, "21 iguales" y "Zurdos vs. Diestros", dedicada al guitarrista por su reciente / futura paternidad.
 
Música agradable y rockera, capaz de enganchar a los oídos inquietos que nunca habían escuchado su música, y eso pocos grupos lo logran. No faltaron las canciones más conocidas como "Narcoiris" y "La Casquería", uno de los singles de su anterior trabajo "Pulso". Al no ser el primer concierto donde compartían escenario con Insolenzia, se veía venir la colaboración de los aragoneses, y así fue, Sancet (voz) y Miguel (guitarra) se subieron para participar en uno de los temas, luego, cuando tocó Insolenzia ocurrió tres cuartos de lo mismo pero al revés.
 
El punto final le pusieron con "Terco como un mulo viejo", con unos coros potentes y jugando a varias voces, y luego vino el descuadro padre, una versión de los chichos "La Cachinba", en un principio pensábamos que era un tema espontáneo, que tenían ganas de fiesta y se pusieron a tocarla porque sí, pero luego nos hemos dado cuenta de que es habitual que terminen así.. curioso curioso..
 
Luego vinieron Insolenzia, no nos vamos a extender mucho ya que de Insolenzia hemos escrito carretas de letras en Insonoro, este año llevamos tres crónicas de los zaragozanos, cuando visitaron la tienda Elkar de Donosti, el Café La Draga de Bilbao y recientemente su presencia en el Irún Rock.
 
Pero no queremos dejar escapar este texto para resumiros nuestras las sensaciones que tuvimos al ver por primera vez a esta banda, primero su presencia musical, eso de salir al escenario con tres guitarras bien conjuntadas les da identidad propia, ninguna pisa a la otra y se sincronizan a la perfección, luego está la maravillosa voz de Isabel, unas veces a los coros y otras a la principal, tarea que comparte con el polifacético Sancet, que con sus gestos y posturas nos hace llegar más facilmente esas letras trabajadas que ya todos conocemos (o deberíamos conocer).
 
Es una banda que tiene que explotar en breves, ¿cambio generacional?, si, joder, de una vez!!