El pasado día 15 de junio, tuvo lugar en la madrileña sala La Mala, de Aluche, la segunda jornada del festival Metalcry Summer Fest. Un punto de encuentro para dar a conocer a jóvenes bandas underground con potencial para dar que hablar y hacerse un hueco en el panorama musical.

A un precio más que asequible, el cartel de este segundo día estuvo compuesto por cinco bandas locales de muy distintos estilos que satisficieron los gustos del variopinto público que allí se congregó.

Dando el pistoletazo de salida comenzaron Moskeo, procedentes de Alcobendas. Este grupo de rock con su inconfundible sonido, híbrido entre Rock and Roll y punk nacional, hicieron un repaso de sus trabajos en un tono de humor  y familiaridad con los que allí se encontraban.

A las 21:30 y con una sala  aun despejada, comenzaron con su tema “Salvado por el Rock & Rol”, tema cargado me mensaje. Continuaron con “Resurgente”, canción en la que nos deleitaron con un elaborado solo de guitarra.

Con mucha energía continuaron con otras elaboraciones como “No lo puedo controlar”, “Rompe el silencio” y “A contracorriente”. Alberto, su vocalista, aprovechaba para descender desde el escenario para bailar y cantar junto al público que poco a poco iba sumándose al evento.

Muy acalorados por las inclemencias de la sala, llámese aire acondicionado, siguieron su repertorio con “Deja ya de soñar”, canción sobre la que nos advirtieron no hacer caso, y “La noche se acerca”.

Como en todo concierto siempre hay un pequeño espacio dedicado a las dedicatorias, Moskeo dedicó las suyas, tituladas “No soy tu pero”, a los más queridos de cada empresa: Los jefes.

 Antes de dar paso al siguiente grupo, se despidieron enérgicamente con “Incordio”, canción que además de animar a la sala dejó un buen feeling como despedida.

Sin hacerse esperar demasiado, continuaron la ristra de grupos de aquella noche los procedentes de Fuenlabrada: Retales.

Con “Duda existencial”, comenzaron una actuación en la que nos presentarían su primer EP titulado “De andar”. Luciendo un registro bastante variado para el estilo que presentaban, desarrollaron de manera muy enérgica toda la actuación restante con títulos como “A fuego”, donde versionaron a los conocidos Extremoduro y temas propios como “El no ser”, “Loca Puta”.

No solo se trata de enérgicas canciones. Con “Azul de Envidia”, nos mostraron una llamativa balada donde dejaron ver a un ritmo más lento su talento.

Terminando ya su actuación para mantener el ritmo del festival, cerraron el telón con “De telas”, “Verso libre” e “Insomnio”.

En tercer lugar, salieron a escena la banda de tintes Grunge: Ekram.

Desde Alcorcón nos trajeron la que fue la más salvaje actuación  de la noche. La feroz mezcla de estilos de la que hacen gala se ve aderezada por una puesta en escena con una gran predisposición para el feedback desde el público.

Empezando con “Revolution”, comenzaron a sonar salvajes canciones en inglés que instigaban al público a moverse con ellos literalmente. Ya que mientras presentaban su promo “How To Cancel Your Life”, eran innumerables las veces que el vocalista descendía de la tarima para agitar al público.

Entre sus temas, “How To Cancel Your Life”, “It´s not me, It´s you” e incluso una versión de “Breed” de Nirvana y “Toxicity” de System Of a Down.

Tanta es la rabia que lleva este grupo consigo a sus actuaciones que no dudan en decir lo que piensan. Incluido un recado a los dueños de la sala que una vez pusieron en duda su capacidad.

Siempre in crescendo, encararon el final de la actuación con “Dead Chicken” y “We are the Anarchy”. Con tan solo mencionar que fueron la formación más ovacionada de la noche, sobra recurrir a calificativos que no hagan justicia al genial trabajo que realizaron esa noche.

La penúltima actuación corrió a cargo de Hostile, recurriendo a su metal más pesado, un trio que con tan solo tres instrumentos consiguió llenar la atmósfera de la sala de un sonido grave y penetrante que recuerda a algunos grandes como Carcass.

Con unos temas cargados de rabia y contenido, dedicaron especialmente sus canciones a manifestar su rechazo a situaciones de la realidad como es la violencia de género entre otras.

Su actuación, breve en el tiempo por motivos de horarios, contó además con dos grandes versiones. “South of Heaven”, homenajeando al tristemente fallecido Jeff Hanneman de Slayer, y “Seek and Destroy”, de los archiconocidos Metallica.

Los encargados de cerrar la segunda jornada de este festival fueron Midgar. La banda de power metal hizo pequeño el escenario de la sala con su multitudinario elenco de músicos.

Es necesario mencionar dos grandes factores a la hora de hablar de su actuación:

1 – El cierre de un festival nunca es una buena posición para actuar, menos aún las 3 de la mañana.

2 – La ecualización lo es todo.

Lejos de cualquier actitud negativa, la explicación de este segundo punto es simple. Por mucho que la música rock se suponga que debe ser escuchada a todo volumen, debe poder oírse al menos. El volumen que alcanzaron aquella noche batió dos records: Decibelios y dolor de cabeza. Tal fue el volumen, que no podía distinguirse apenas una nube de agudos e instrumentos que se pisaban los unos a los otros, pisando por suerte una voz poco acertada no solo en la afinación sino en la elección de temas. Una lástima, ya que al inicio la vocalista apuntaba maneras hasta que subió el tono por encima de sus posibilidades y se arriesgó con temas tan complicados de cantar como “Zombie” de The Cranberries.

Esperando que estas palabras sean aceptadas como una crítica constructiva, deseamos que reenfoquen su puesta en directo ya que su premisa power es una buena elección para relanzar la presencia de un estilo venido a menos en los últimos años.

Finalizado el festival, concluimos con un concepto clave: Entretenimiento a buen precio.

No solo disfrutamos de algo que nos gusta tanto como la música en directo, sino que el ambiente acompañaba a pasarlo bien. Quizás el orden no hubiera sido el más acertado para potenciar el efecto que causó el conjunto del cartel, pero individualmente nos llevamos muchas y gratas sorpresas.

Deseamos seguir teniendo noticias de todas y cada una de las bandas que allí estuvieron.