El viernes no hubo mucha gente en la plaza de toros, la verdad es que se podían ver los conciertos bien a gusto. De los grupos que pudimos ver, los que más nos gustaron fueron Comando 9mm, que suenan como un cañón, y Parabellum, que cada día están en mejor forma. Los Segis eran el grupo grande del viernes y tampoco defraudaron, eso sí, el Placi no dio una con las letras en toda el concierto. Koma muy potentes, en su línea, aunque no pillaron un horario muy decente y cuesta verlos bajo la luz del día.

El susto lo dieron los Puagh, que llegaron justitos de tiempo para tocar y poquito les faltó para tener que tocar desde la furgoneta.

Del resto de las bandas merece la pena destacar a Des+karadas, con su Flamenco Punk y su provocadora puesta en escena, con mucha escenografía y el cumpleaños de su vocalista incluído. De todos modos es un grupo para tocar a una hora bien distinta, un tremendo error de la organización colocarlas a las 23:45 horas, entre Segis y Parabellum.

Estas chicas no lo hacen nada mal, pero rompieron bastante el ritmo de la noche y hubo una notable caída de público bajo el escenario. Muchas versiones de pachanga, flamenco… y hasta de Barricada, mezcladas con algo de mala ostia y mucha juerga.

Después de ellos les tocaba el turno a No Relax, la nueva banda de Josemi, ex Ska-P. Había muchas ganas de verlos y la sensación fue un poco agridulce, aunque con más cosas positivas que negativas. Tienen unos cuantos temas muy rocanroleros, que suenan de puta madre. La chica que canta con ellos es un portento, además de cuidar mucho la puesta en el escena encima del escenario, tiene un voz increíble, que le da un toque muy guapo a los temas rockeros. La parte más flojita del concierto viene cuando hacen los temas más punk-rockeros, donde abusan de las letras facilonas y panfleteras, conviertiéndose en una banda del montón.

La gran decepción del día fueron, sin duda, los Disidencia. Los alicantinos tuvieron un montón de problemas con el sonido, se les fue la luz, fundieron un cabezal y les ocurrieron todas las desgracias posibles, pero aún así, la sensación que dejaron durante el tiempo en que pudieron tocar al cien por cien es que les va a costar mucho superar la marcha del Maki. Hace tiempo que ya no son aquella prometedora banda del “Apología de lo evidente” y “La solución está en tus manos”, pero la salida de uno de los grandes bateristas del estado les ha dejado muy tocados, les ha hecho perder mucha fuerza y, sobre todo, les ha arrebatado esa contundencia que los hacía únicos.

Esperemos que no sea la puntilla definitiva a una de las mejores bandas de Punk-Rock del país de los últimos 10 años y que puedan superar el bache pronto.

El resto de la tarde tuvimos un poquito de todo, los Sikótiko son una gran banda, aunque nos gustaron bastante más en el último Tintorrock, en Salamanca. Y, como siempre, Habeas Corpus impresionantes, una lástima los problemas que tuvieron con el sonido durante un ratillo, que obligaron incluso a detener el concierto cerca de diez minutos. A destacar la colaboración de Txus (Disidencia) en la versión del “Ellos dicen mierda”, de La Polla.

A partir de ese concierto empezaban los platos fuertes de la noche. Entre los mejores estuvieron Kaótiko, que a pesar de que su último trabajo no es nada del otro mundo, en directo están cada día mejor, sacando un sonido que pocas bandas pueden lograr. MaCarrDa tienen mucho que andar todavía para conseguir enganchar tanto a la gente con sus temas nuevos como con los grandes himnos de MCD y Gatillazo, sin mucha historia, tienen cada día más tirón allá donde van.

El Último Ke Zierre nos gustaron más que en otras ocasiones, levantaron a la gente y ofrecieron un concierto con mucha garra, algo que se agradece cuando llevas muchas horas viendo bolos y se acercan las tres de la madrugada.

Los de Castellón nos dejaron con la puesta en escena de La Familia Iskariote, malabares incluidos, en una hora difícil y moviendo bastante a la gente. A los que somos profanos en este tipo de música en algunas fases del concierto nos aburrieron un poco, pero durante otros ratos lo pasamos muy bien.

De lo que quedaba hasta las siete de la mañana, los Vantroi muy flojitos, y estrenando batería. Una lástima, porque es una banda que puede dar mucho más de sí, y pasaron sin pena ni gloria por Briviesca.

El cierre, un festival más, corrió a cargo de los Lendakaris Muertos, que habían madrugado para tocar, ¡como lo oyen! Muchas risas y mucha caña para poner el fin de fiesta al Tintorrock 2006, que una vez más ha salido adelante, cerrando de paso muchas bocas. Nos vemos en el próximo, allá dónde sea.

Salud y mucho Punk-Rock!