Nueva jornada del concurso musical Villa de Bilbao que se celebra todos los jueves y viernes en la Sala Bilborock de la capital bizkaína. Jueves 18 de septiembre, jornada de pop rock de la mano de Papaya, Pierrot y Antilux, donde nuevamente el público se hizo el remolón. Al dúo belga Antilux no llegamos a verles por estar en el concierto de los italianos Biffers en la Nube de Santutxu, pero al resto si...
 
Los primeros, los cántabros Papaya, que nos trasladaron a los sonidos de los años 80, más concretamente en la época de la movida madrileña en manos de Alaska y los Pegamoides o Parálisis Permanente. Formación compuesta por una chica oriental a la voz, acompañada de guitarrista, bajista y teclista, con una fórmula pop melódica reforzada en todo momento por samplers y sonidos teclísticos.
 
Empezaron con ritmo pero poco a poco su concierto fue monótono, sonando temas como "El Rey de las Camas", "Carne de Carroña" con bases de hip hop incluidas, o "Viento Sur" un aroma de ritmos cariocas abierto a nuevas influencias que no pasaron desapercibidas. Una banda que quizás los nervios les jugaron una mala pasada no sabiendo cómo desarrollar el concierto dentro de este concurso.
 
Pierrot jugaban en casa, como formaciones amigas como Moby Dick, que poco a poco se van haciendo un hueco en el circuito de garitos bizkainos. Una propuesta un tanto personal con un calado americano reforzado por una formación de músicos experimentados.
 
Propuesta de folk americano donde redondean canciones melódicas dentro del género. Sonando aquella noche temas de su primer Ep "Trances of Life", que llenaron un repertorio fresco e inmenso en sensaciones, a pesar de sufrir varios problemas de sonido por parte del guitarrista al inicio de la actuación. Concierto serio y capaz de transportarnos a la sencillez de sus canciones.