El 13 de septiembre nos fuimos hasta Antsoain a donde se celebraba un año más el festival Arrikurock. Empezábamos la tarde con Iparfolk y su música folk (valga la redundancia) con tintes celtas, ritmos muy animados que contrarrestaban con la escasa gente que se había animado a acercarse al comienzo del festival, mala hora sin duda para tocar sobre todo en un día tan soleado.
La organización apostó por la variedad y por contar con grupos autóctonos y en segundo lugar, cambiando radicalmente de registro, teníamos a Noisalive, una banda metal de Iruña que defendió sus temas con profesionalidad y buen gusto.
Era de nuevo momento de cambiar de tercio, ahora tocaba rap porque la tercera en aparecer fue La Chula Potra, quien con su gracia enganchó, con el contenido de sus letras, provocó (más que con su corto vestido) y con su optimismo nos puso a todos una sonrisa. El tema más celebrado fue sin duda “Una bofetada”, esa canción que dedicó a la alcaldesa de su ciudad, y por la cual fue denunciada. Aún así le dio a su querida Yolanda las “gracias por hacerme famosa”.
De nuevo volvemos al metal, Nekez subían al escenario con un repertorio con el que presentarnos su trabajo en solo cuarenta y cinco minutos. Repasaron sus tres discos, eligiendo entre todos ellos algunos temas como fueron “Laster arte”, “Altxa gazte!”, “Nekaezina” y “Txanponaren beste aldea”.
Ya iba cayendo la noche y se iba notando la creciente afluencia para ver a Flitter, que desde su vuelta no han parado y están mas vivos que nunca. Por allí se escucharon los nuevos “Putas del poder”, “Corre!” o “Cerdos” y los que ya cuentan con más de diez años aunque con otro aire como “Más volumen”, “Rastafari mamao”, o “La silla eléctrica”. Los años pasan pero la música nunca se olvida. |