No era la primera vez que los madrileños Rollercoaster Kills y los cántabros Lupers compartían cartel, esta vez lo harían en la Sala Niágara de Santander, un nuevo lugar para hacer conciertos en la capital cántabra, viernes 10 de abril.

Si has trasnochado alguna vez por las calles de Santander, tarde o temprano seguramente hayas acabado o empezado en el Niágara, un local de los míticos, muchos años abierto y desgastado la verdad, necesitaba un lavado de cara, y así ha sido, transformado en sala de conciertos el lugar parece otro, moderno, cómodo y con un buen escenario donde perfectamente caben grupos con 6 ó 7 miembros en sus filas.

Una buena noticia, cada vez hay más opciones de disfrutar de a música en directo en Santander, empezando por el gran Escenario Santander, Black Bird, New Planeta, El Café de Noa, Rock Beer The New y suma y sigue, porque habitualmente hay bares que también difunden cultura musical, no son salas, pero suenan decentemente.

Rollercoaster Kills son rápidos, no porque ofrecieron un concierto de apenas 30 minutos, si no que su punk rock acelerado nos dio una bofetada sonora en toda regla, lanzando 13 temas vertiginosos sin apenas descansos, y eso que son tres (Dani, Jorge y Miguel), fue como un coito rápido que si te descuidas no te das ni cuenta.

Sin apenas degustarlos y sin conocerles de nada, nos quedamos con cara de incógnita esperando una próxima vez, eso sí, escuchando antes algo de ellos para saber por dónde van los tiros. Respecto a los temas que tocaron empezaron con "Don't Ask, Don't Tell", "Summer Stains" y "Deliver Me!" que las unieron como si fuese una, y terminaron con "Adam´s massacre Song" para luego esfumarse como un fantasma por una casa encantada.

Lo dicho, hasta la próxima, que nos habéis dejado con ganas de más.

Los Lupers son baza segura si quieres pasar un buen rato escuchando temas cachondos e irónicos a base de punk rock, siendo más de 20 canciones las que aparecieron a escena justamente después de su grito "un, dos, tres, lupers" que tanto les identifica.

En toda región tiene que haber grupos de este pelo que llevan la diversión por bandera, con composiciones sencillas, rápidas e indirectas sin dejar títere con cabeza, fuera tabúes, seamos políticamente incorrectos, seamos Lupers.

Guitarras rítmicas, sonido sucio de bajo, dos voces femeninas apoyadas por los coros que ofrecen la mayoría de sus miembros, incluido el batería, que apenas se le ve con tanto "frontman" pero se le siente perfectamente mientras marca ese ritmo acelerado que tanto les identifica, así son Lupers.

Tienen varios disco editados, pero siempre están sacando temas en los directos que aún no han grabado, y si la media de sus canciones no llegan a los dos minutos, estamos hablando de un buen puñado de cortes para dar y tomar en los conciertos. Esa noche empezaron con "Copón", "Sistema" y "Policía Secreta", sin olvidarse de los siempre coreados "Futbolcore" o "Síndrome Premestrual", y alguno que no sabemos dónde encajarlo, si es nuevo o no, como "Vacaciones". Tampoco se perdió la cita "Niño Mongolo", son segundos musicales que terminan con un grito, pero quizás sea de las canciones más solicitadas por el público en general.

Primera visita, y esperamos repetir en breves, a la Sala Niágara, en una noche de punk rock veloz, divertido y guasón.

Pronto coincidiremos nuevamente con Lupers, ya lo veréis, se acerca el verano y es cuando estos cachondos salen de la cuerva!.