COLABORACIONES
 Crónica
 
Hamlet
  06/06/2015     
  Mikel García     
  Karlos García
  Sala Stage Live, Bilbao, Bizkaia
www.insonoro.com

¡Inconmensurables!

Existe una fuerza que nos impulsa hacia la vida, un impulso interno que nos encamina a la acción, al arrojo necesario para continuar por el camino que nos hemos propuesto, pese a lo duro que sea éste. Una actitud de ambición con la que avanzar en aquellos puntos donde nuestros instrumentos racionales se revelan ineficientes, un impulso apasionado de absoluta confianza en sí mismo, en encontrar alguna de las puertas de entrada al éxito, inalcanzables para los temerosos paralizados por la duda y el temor. Desde siempre aquellos grupos que se han mantenido con una rocosa fortaleza y firmeza en sus convicciones han sido recompensados con una amplia aprobación.

La voluntad de acero y espíritu indomable de los madrileños Hamlet continua calando muy hondo entre la parroquia metalera, dado que el grupo se reactiva cada vez que graba un disco, con unas ganas locas de darlo a conocer exhaustivamente en todos los lugares posibles. Sigo pensando que van un paso por delante del resto, desenvolviéndose como nadie encima de un escenario, con una fuerza y vitalidad que la sacan desde muy adentro.

Una vez más así ocurrió en esa noche que no fue una excepción. La banda apostó por actuar en solitario, un riesgo especialmente alto dado que un buen telonero siempre ayuda en el poder de convocatoria, pero que finalmente no supuso impedimento alguno para alcanzar una muy buena entrada de público. Aún faltando dos de los miembros originales de la banda (Pedro Sánchez, Augusto Hernández) sigue siendo espectacular el derroche de carácter y fuerza que imprimen a la hora de transmitir sensaciones, en particular Luis Tárraga que transpira entusiasmo en cada uno de sus riffs y Molly que se deja la piel como si fuera un chaval, pegándose saltos y recorriendo el escenario una y mil veces.

Comenzaron con el mismo tema con el que se abre su nuevo disco, “Lamento” sin mayor parafernalia que un telón de fondo, pero con una vitalidad rejuvenecedora, un fluir emocional de energía vibratoria. La banda continuó de primeras presentado sus nuevas composiciones “Nadie Más”, “Miseria” y “Sin Tiempo Que Perder”, gozando de un sonido impecable que los realzó aún más si cabe, pero sin cosechar una enérgica reacción por parte de la mayoría de los allí asistentes. En cualquier caso, la devoción se respiraba en el ambiente y el público no dudo en acercarse al escenario todo lo que el vocalista nos pedía para recibir ese calor que el grupo necesitaba. La fuerza sónica de “Niega” y “Ser O No Ser” contribuyó rápidamente a que el concierto cobrase más vida, hasta el punto requerido por los músicos.

En esa tesitura, pudimos disfrutar plenamente de “Salvación”, “Irreductible” y “Ciudad De Dios”, en la que Molly demostró no tener dificultad alguna para llegar a sus registros más agresivos. El primer bloque sirvió para que se despacharán a gusto, interpretando con una energía imparable todas las canciones de “La Ira”, no aferrándose en lo más mínimo en seguir unas pautas genéricas o estructuras monocromáticas y reiterativas, extendiendo una luminosidad radiante a través de un doble bombo atronador y la poderosa voz de un vocalista que sabe dar vida a las canciones, algo en el que suelen errar muchos, una mente abierta a nuevas sensaciones, no solamente las de soltar adrenalina, como se pudo observar en “Imperfección” y “Mi Religión”.

  
Hamlet
 

Hay temas que por una y mil veces que hayas visto a la banda siguen siendo grandiosos, desatando una furia desaforada y una unión muy especial entre seguidores y grupo, por ejemplo, “Limitate” en el que la parte instrumental lució más de lo costumbre, el abrupto comienzo de “Antes y Después”,  el ultrajante mensaje de “Muérdesela” con Wall of Death incluido, la hiperactividad predominante en “Déjà Vu” y su grito anti-nazi “Dementes Cobardes”, una alternancia de himnos que nos hizo pasar por diferentes épocas rápidamente, cada cual tan bien recibida como la anterior.

Llegábamos enchufados a una fase de las más agresivas, con “Egoísmo” y “Un Mundo En Pausa” en la cual la formación hecho el resto, hasta el nuevo guitarrista Ken HC, estático durante gran parte del concierto, se desmelenó con unos riffs a lo metal alternativo mientras su compañero Molly juguetea con una guitarra de plástico que un asistente del público le había obsequiado. Simplemente emocionante cada instante del concierto, encarando la recta final bajo una onda mucho más melódica con “Imagine” y recuperando sus sonidos más fieros en los dos últimas temas del repertorio, “Irracional” y “Jodido Facha”, que siempre desencadenan mucho impacto en sus directos.  En cuanto a exteriorizar sentimientos Hamlet gana a cualquiera a día de hoy, con su particular forma de concebir la música y defensa de la calidad de una música de creatividad ilimitada.

Lamento
Nadie más
Miseria
Sin tiempo que perder
Niega
Ser o no ser
Salvación
Irreductibles
Ciudad de Dios
Imperfección
Mi religión
Limítate
Antes y después
Déjà Vu
Muérdesela
Tu Medicina
Denuncio a Dios
Dementes cobardes
Egoísmo
Un Mundo en Pausa

Imagine
Irracional
J.F.

  
Hamlet
 
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