Llegó junio y con él una nueva edición del Azkena Rock, veterano festival que lleva celebrándose en Vitoria-Gasteiz desde el año 2002.

La primera de las dos jornadas, la del viernes 19, congregó a 13.915 personas en el recinto Mendizabala de la capital vasca. Aficionados llegados desde lugares muy dispares y que no quisieron perderse ninguno de los directos del día, con ZZ Top a la cabeza.

La jornada inaugural arrancó a mediodía con el concierto de Nico Duportal en la céntrica plaza de La Virgen Blanca. Mismo emplazamiento en el que unas horas antes habían tenido lugar varios de los conciertos programados para el Osteguna Rock.

De esta manera los conciertos matinales del Azkena Rock regresaban tras dos años de ausencia. Otra de las novedades de la decimocuarta edición del festival, fue el cambio de localización de la zona de acampada. Tan solo se desplazó unos metros pero se instaló en un terreno más plano y parece que sus usuarios quedaron satisfechos.

Tras iniciar nuestro periplo en el Azkena Rock presenciando la actuación del parisino Nico Duportal, tocó desplazarse hasta el recinto de Mendizabala, donde a las 17:20h y en el escenario Bobby Keys, los bizkainos de Highligths iniciaron la maratón de conciertos.

Pese a la lluvia caída durante la primera de las funciones, el sol estuvo muy presente en las dos jornadas de festival y las gafas de sol y los sombreros se hicieron imprescindibles. Algo que no ocurrió en 2014, año en el que una fuerte tormenta hizo que se suspendiesen dos de los shows programados.

Al igual que ocurriese en la edición anterior con los desaparecidos 13 Left To Die, los vascos Highlights formaron parte del cartel al ser los vencedores en la categoría de mejor banda de Euskal Herria en el Villa de Bilbao. La formación nacida en Arrigorriaga sacó provecho de su premio y ofreció ante los más madrugadores una actuación seria y dinámica, en la que presentaron una de sus nuevas composiciones.

Estaban los vascos ofreciendo sus últimas canciones sobre las tablas, cuando en el escenario Kim Fowley hizo aparición el trío gallego Mad Martin Trio, un grupo formado por Martín Esturao a la voz y la guitarra, Guillermo González al contrabajo y Manuel Brey a la batería.

Poco llevábamos disfrutando de la propuesta de rock ´n´ roll clásica de los años 50, cuando en el escenario principal, el bautizado como BB King, ya estaba todo listo para que Sven Hammond arrancase con su espectáculo.

Los de Galicia tan solo llevaban quince minutos de actuación y nosotros nos decantamos por seguir presenciando el directo de Mad Martin Trio, y es que, en el concierto de mediodía del sábado íbamos a tener la oportunidad de recrearnos con Sven Hammond.

Los compostelanos brindaron al público, escaso durante las primeras actuaciones, un directo explosivo en el que presentaron temas de su "It was a very good year", EP compuesto por tres temas propios y una versión.

Las actuaciones The Drubovniks y The Last Internationale coincidían en cuanto a horarios en los escenarios Bobby Keys y Kim Fowley respectivamente. Nosotros sentíamos curiosidad por presenciar el regreso de los primeros y por estar presentes en el estreno de los norteamericanos en nuestro país, por lo que, estuvimos atendiendo un rato a cada banda.

Se solaparon varias actuaciones a lo largo del día, demasiadas, y este hecho fue uno de los que más voces en contra se alzaron. El público también mostró su enfado ante la decisión de la organización de no dejar salir del recinto, a aquellos que iban con entrada de un día. Si lo hacían no podían volver a entrar. Sinceramente, ni soy partidario ni entiendo ninguna de las dos medidas.

Regresamos al escenario principal para encontrarnos con JD McPherson. El artista de Oklahoma llegó al Azkena Rock con un exitoso nuevo EP, que desde su publicación no ha dejado de cosechar excelentes críticas. Y las canciones de su "Lat the good times roll", cautivaron a los asistentes.

Nuevo solape a las 20:40 h. En esta ocasión nos decantamos por el directo de D-Generation, veterana formación de glam-punk que dio sus primeros pasos en 1981, que se disolvió en 1999 y que se reunificó hace tan solo cuatro años.

Su directo resultó un tanto descafeinado. Repasaron temas de épocas diferentes como “Feel Like Suicide” o “No Way”, pero se basaron principalmente en los temas de “No Lunch” y eso fue quizás lo que más les perjudicó.   

Vuelta al escenario principal para ver a Television. Experimentada banda de la que se esperaba mucho y que sin llegar a defraudar, si que brindó un concierto muy uniforme en el que se interpretaron las canciones de su "Marque Moon", trabajo con el que los neoyorquinos debutaron en 1977.

La actuación fue de menos a más y finalmente, pudieron salvar los muebles ofreciendo para el respetable las clásicas “Torn Curtain”, “Venus” y “Elevation.

Quedaban diez minutos para las once de la noche cuando en el escenario Bobby Keys aparecieron los chicos de Black Mountain. Banda nacida en Vancouver y que aterrizaba en Vitoria-Gasteiz para dar un buen repaso a toda su discografía, haciendo especial hincapié en aquellos títulos que forman parte de su homónimo disco debut. Y es que en este 2015 se cumplen diez años de la salida de su primera referencia musical.

Todos los temas fueron recibidos con gran entusiasmo por el respetable y la banda, que fusionó blues, psicodélica y acid-rock, dio uno de los conciertos que mejores criticas recibió durante toda la jornada.

Era medianoche cuando los integrantes de ZZ Top salieron a escena. Pronto se ganaron a los suyos repasando los temas que han ido creando durante sus más de cuarenta años de andadura. Sus incondicionales les esperaban ansiosos y buena parte de ellos se llevaron un chasco debido a la escasa potencia con el que sonaron clásicos como "Flying high", "Cheap sunglasses" o "Tush". Sus guiños y compenetración en la tarima quedaron de esta manera un tanto deslucidos.

Los músicos mostraron actitud y se movieron sobre el escenario como ellos solo saben hacerlo, pero desgraciadamente, el volumen no estuvo a la altura de las circunstancias y la actuación del trío quedó bastante emborronada.   

Los grandes cabezas de cartel de la primera jornada, finalmente no lo fueron tanto, el público se mostró insatisfecho y la organización, que fue consciente del enfado de sus fieles, paso la pelota al tejado de los técnicos del grupo. La verdad es que el sonido en el escenario principal fue bastante simplón durante toda la jornada, por lo que culpar a los técnicos de todas las bandas resulta cuando menos sorprendente.

Tras el show de los tejanos llegó el turno de L7 y el reencuentro con Nico Duportal & His Rhythmn Dudes, artista con el que había arrancado la cita en la Virgen Blanca. Para entonces nosotros ya habíamos abandonado el recinto, nuestros cuerpos nos pedían un descanso, y le concedimos una tregua pensando en dormir y recuperarnos al cien por cien para la jornada venidera.

El sonido no fue la única nota negativa de esta edición, pero no será hasta la crónica final, en la que detallaremos los conciertos del sábado y que verá la luz en unos días, cuando hagamos una valoración final acerca del Azkena Rock Festival, conciertos aparte.