COLABORACIONES
 Crónica
 
Vetusta Morla
  21/11/2015     
  A. Makeda     
  Paloma Novo
  Barclaycard Center, Madrid, Madrid
www.insonoro.com

La historia InTerminable de Vetusta Morla.

Las pasiones humanas son un misterio…. No se me ocurría mejor manera de empezar esta crónica, que con la primera frase  de La historia interminable, porque esto no deja de ser también una historia, lo único que a ésta la llamaremos la historia terminable; por el  fin de la gira “La deriva”. Por el final de un ciclo con un resultado apoteósico de un grupo llamado Vetusta Morla, en su día, un grupo de amigos, hoy un auténtico referente.

Allá por  1978, Michael Ende, ajeno a todo esto, creó el personaje de la Vetusta Morla como una de las criaturas más viejas y sabias de Fantasía, sin saber que daba vida además de a una tortuga a un grupo el cual hoy puede sentar cátedra, no sólo de la autogestión e independencia musical, sino que curiosamente también los que hacemos música, acudimos al sextetos de Tres Cantos.

No va hacer falta mucha presentación, ni remontarnos mucho en el pasado para deciros los mil y un logros de este grupo en cuestión, de esta “Deriva” que hoy despedíamos a lo grande, seis meses después, volvían a llenar dos días seguidos el Palacio de los Deportes de la comunidad de Madrid (hoy con el nombre de una tarjeta bancaria). Con la expectación de las grandes citas empieza a sonar “La deriva”  la sutileza de los primeros compases contrasta con la rotundidad de la canción que da título a su nuevo trabajo, lleno de una reivindicación (ya no tan atípica del género) con sonetos y comparaciones que te pone en camino de ese otro mundo posible. Y como ejemplo, el cambio de letra en su estrofa, para la ocasión “…familias de SIRIOS en sus manos frías”.

  
Vetusta Morla
 

Vetusta salía con todo, era su noche, y como es costumbre en ellos,  lo injusto lo castigan lo denuncian, sin tapujos con la clase que solo ellos atesoran. Con un Palacio en los bolsillos, Vetusta, nos iba a regalar un directo diferente y por tanto suena “Boca en la tierra” me aventuraría a decir que es de las mejores, teniendo en cuenta ésto, y quedando casi dos horas de concierto, que suene este tipo de canciones al principio es un regalo.  Pero Vetusta es toda generosidad, y más hoy, con la contundencia de su “Golpe Maestro”, llegaba la primera parada, primer respiro y primeras palabras de Pucho… “-Madrid…Gracias por no tener miedo, y así disfrutar de las emociones y lo que nos define como seres humanos-”, si era curioso, después de lo acaecido en Paris, nunca podríamos pensar que un concierto pudiera dar miedo y gracias a los asistentes el único miedo que había era el que se fuera la luz,  que ya veríamos si no lo arreglábamos uniendo la batería de los más de 15000 móviles que había por allí.  15000, sin contar los de mis compañeros fotógrafos del foso, fueron los fogonazos  de los flases con el primer acorde de “La mosca en la pared”  y “Pirómanos”.

Vetusta Morla no llevaba más de diez minutos en el escenario y ya volaba a lomos del gran dragón blanco de la felicidad, más conocido como Fúyur. En este vuelo volvíamos al pasado con “Lo que te hace grande” y “Rey sol” regresando al presente con  su máximo exponente del lirismo suena “Cuarteles de invierno”  los “botiquines para músico” como bien reza la canción, es una auténtica masterclass en dinámica. Pero tampoco hace falta diferenciar una guitarra de un bajo, para disfrutar de Vetusta Morla; sus letras, su infatigable energía, sus formas y maneras, han hecho que su música sea Leitmotiv de nuestras vidas.

Otro pequeño respiro y empezamos a disfrutar de una de las nuevas canciones, inéditas, esas canciones que se quedan fuera de los discos, hoy editada en un EP, suena “Profetas de la noche”  un medio tiempo que hizo entonar al unísono a todo el Palacio, en la parte del concierto más flemática, no podía faltar la ciudad de los sueños “Copenhague” y en formato semi-acustico “Baldosas amarillas”. Volvemos a la carga con “Sálvese quien pueda”, ”Tour de Francia”, la impactante (siempre lo es, en directo el doble) “Un día en el mundo” y la más que esperada “Saharabbey road”  hoy los monosílabos no estaban solos, una magnífica sección de metales hacía las delicias de los menos afinados.

El concierto ya había alcanzado el cáriz  épico para pasar a mítico y más cuando suenan “Maldita dulzura”, la crudeza musical de “La grieta”, “Mapas” para concluir con la intro de claves (esos instrumentos en forma de palo)  de “El hombre del saco”. Vetusta Morla se toma su primer respiro en forma de bis, ni te muevas,  quedaba lo mejor y lo mejor empieza con “La sonata fantasma” lenta, susurrada, un tanto onírica (vamos lo que escuchas cuando empiezas a conciliar el sueño) lo que un día fue la música de acompañamiento a un soneto de Shakespeare, hoy es la despedida de esta Deriva en la que se pierden pensamientos y sentimientos, en la que no caben los miedos, a los cuales les encanta destrozar los sueños, y por ello hoy era el día para que la dilatada pupila hiciera un esfuerzo con la canción más espectacular de esta Deriva sonaba, con vientos incluidos “Fiesta mayor” para después escuchar, “Valiente” tocada como antiguamente, la siempre brutal, efectos incluidos “Cuadratura del círculo” y la concluye el último Ep de canciones inéditas, anteriormente mencionado, sonaba “Puntos suspensivos”.

  
Vetusta Morla
 

Escenario oscuro y vacío, no os habíais ido y ya os echaba de menos (Esto me va costar…) El silencio que dejó el último acorde, se rompió por los monosílabos espontáneos  del estribillo “Saharabbey”, muy Vetusta todo. Como el final, al que le podemos catalogar como idílico con “Los días raros”  y sin querer uno le viene a la mente la grabación con la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia (No dejéis de escucharla), y sin, más vuelas.

Porque nada  más lejos de no estar la OSRM (que puedo prometer y prometo, que no estaban), sonó como nunca ha sonado, a medida que se aproximaba el final más contundente se volvía y con ello, más alto podías volar, nunca unos segundos finales de un concierto tuvieron esa tensión, esa pasión, la Deriva se acababa y el tiempo se detuvo en el último compas… Sueño cumplido Pucho, David, Álvaro, Jorge, Guille y Juanma, pedían la presencia de  todo el Staff que les ha acompañado durante prácticamente todo este tiempo.

Así son, coherentes, porque sin este equipazo, Vetusta no sonaría como suena, no tendría la cordial relación con los medios y con el público, no tendríamos fotos suyas, en fin, sin ellos esto no sería lo que es. La apoteosis final de un concierto único, que si te lo has perdido, tienes otra oportunidad de verlo a partir del jueves 3 de diciembre, el cual llegará a las salas de Cinesa 15151, la película que retrata a Vetusta Morla en vivo.

Y querida Vetusta, además de darte las gracias por tu música, más lejos de pediros que no cambiéis, os insto a hacerlo, siendo (como bien decís) el cambio, la única manera de seguir creciendo. También deciros que lo que menos me gustó,  fue verte llorar, como dejabas la guitarra, las baquetas, el micro, las claves… y con tus doce manos al aire nos decías adiós... Sólo decirte que ver llorar a quien tanto nos ha emocionado impresiona... Morla vuelve pronto, (y como concluye tú/nuestra Historia interminable)… “Pero esa es otra historia y debe ser contada en otra ocasión”.

  
Vetusta Morla
 
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