Cuando me enteré que en la localidad torrelaveguense de Campuzano se iba a celebrar un concierto de rock con motivo de sus fiestas, recibí la noticia con alegría y más sabiendo que los grupos que iban a tocar eran dos de las mejores con los que cuenta la comarca del Besaya.

Sin embargo a medida que iban pasando los días me entraban dudas, ya que muchas veces en este tipo de eventos se mezcla la ilusión y las ganas por hacer las cosas con la falta de experiencia de los organizadores; y, con cosas evidentes que mejorar, sobre todo referidas al sonido, puedo decir que el evento salio bastante dignamente adelante.

Se retraso todo un poco por las pruebas de sonidos y la entrega de unos premios, que se adelantaron al horario previsto, por lo que cuando empezaron Emboque había acumulado un retraso de más de media hora, aunque sabíamos que desde entonces la música sonaría sin interrupciones.

A los de Hinojedo los había visto hace un mes más o menos con Airless y en relación a ese concierto contaron con más tiempo, con lo que hubo tiempo para interpretar más canciones.

Igual que en aquella cita comenzaron con “Ritual”, “Revolución”, “Luz del día” y “El ganador”, canciones en las que el bajo de Raúl tapaba prácticamente la guitarra de Mario; con el transcurso del concierto y a indicaciones de unos cuantos subsanaron este problema, ya que no parecieron darse cuenta desde la mesa.

Este año es el 15 aniversario del “Déjame entrar” y con tal motivo recuperaron la canción que le daba titulo, antes de interpretar “Noche sin dormir” “Sueño” recuperadas para su disco sinfónico del pasado año.

Tras ello interpretaron la mítica “Aníbal”, volvieron a su primer disco con “Doble faz” e interpretar esa entrañable pieza que es “Se apaga el sol”.

Cuando comenzó a sonar “El héroe”, sabíamos que nos quedaba poco de concierto; a esta canción la siguieron “Voy a por ti” y “Eterna oscuridad”, antes de rescatar de su primer disco “Una voz en mi interior”, en la que nos interpretaron un trozo de “Land of a Thousand Dances” de Ted Nugent.

Su actuación iba llegando a su fin, pero antes interpretaron “El ojo del huracán”, con ese amago previo de tocar el “Long Live Rock and Roll”. Tras una breve pausa volvieron para interpretar su versión del “Burn” de Deep Purple, con lo que concluyeron su hora y media de actuación.

Buen concierto de la banda, que, pese a los problemas antes mencionados sacaron el concierto adelante. Los volveré a ver muy pronto.

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Tras un rápido cambio teníamos sobre las tablas a Cuatro de Copas, a los cuales por diferentes circunstancias no había vuelto a ver desde hacia tiempo, aunque la ultima vez ya estaba en la banda su actual vocalista Goyo; la banda ha ganado bastante dinamismo escénica con su inclusión.

El concierto de los torrelaveguenses podríamos dividirlo en dos partes: una primera en la que tocaron temas propios, principalmente de su último disco “El cuento se acabo” del pasado año y una segunda parte donde intercalaron versiones con algunos de sus más conocidos temas.

Tras una introducción, comenzaron con “Verano del 92” una de sus más antiguas y conocidas canciones, para a continuación desmenuzar su actual disco con la rockera “El mejor error”, la pegadiza “7 Pecados”, la melancólica “Mírale” y “La partida termino”.

Recuperaron de su anterior disco “Solo has de luchar” y “Músicos de postal” de su disco del 2008 “Sin mirar atrás”, para recuperar su actual disco con la entrañable “Te sigo allá donde estés” y la lenta “Noches eternas”, dando un punto sensible a su actuación.

La primera versión que tocaron fue “Ese viejo rock and roll” que aunque aquí popularizaron Revolver es de Bob Seger, para seguir con “Madre Cerveza” y otra nueva versión, esta vez de Joaquín Sabina con el “Pongamos que hablo de Madrid”.

Una de sus canciones más conocida es “¿Y ahora que?”, que esta vez dedicaron a un joven seguidor ya que era su cumpleaños e incluso les acompaño cantando sobre el escenario.

Tras la versión del “No dudaría” de Antonio Flores, pasaron a “No me rendiré”, la canción con la que abren su actual disco antes de tocar la ultima versión de la noche: “Palabras para Julia” esos versos de José Agustín Goytisolo que popularizaron para el rock Los Suaves, banda a la que Cuatro de Copas telonearon hace unos cuantos años.

El concierto acabo con la repetición de “Madre cerveza”, para la que Mario, uno de los guitarras de la banda, bajo a tocar entre el publico. Tras una pequeña pausa en la que amagaron con irse, terminarían su actuación con una nueva interpretación de “7 Pecados”.

Así concluía la hora y media de 4 de Copas y el festival en si, que esperemos que se repita el próximo año; agradecer a la comisión de las fiestas de Campuzano su apuesta por el rock and roll. Que cunda el ejemplo.

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