El pasado sábado 21 de mayo estuvimos presentes en la segunda edición del festival Ehuneko Bat celebrada en el parque Bekosolo de la localidad bizkaina de Etxebarri. Alrededor de setecientas personas disfrutamos de una gran jornada musical protagonizada por Kurixe, Striknina, Blowfuse, La Familia Iskariote, Rat-zinger, Narco y Manifa.

Ocho meses después de llevarse a cabo la primera edición de este festival la organización del Rekesound Elkartea nos volvió a ofrecer un evento donde además de poder disfrutar de un buen cartel se podía estar en un inmejorable ambiente fraternal. La apuesta del cambio de fecha y su honesta forma de hacer las cosas, hicieron que mucha más gente se acercase a Etxebarri para pasar el día. Y al final nos lo pasamos en grande, que de eso se trata.

Además del cambio de fecha, hubo algunos llamativos cambios respecto a la edición anterior. Los más significativos, al menos para el público, fueron la instalación de una gran carpa que acabó salvándonos de un intenso diluvio a media noche y la colocación de los puestos de merchandising en el interior del recinto. Lo que se mantuvo fiel fueron los precios populares en barra y la cercanía y buen trato de cada miembro de la organización. Así da gusto.

Kurixe abrió el festival a las cinco y media de la tarde con un repertorio de indie rock con canciones interpretadas en euskera y en castellano. Además, el cuarteto estrenó el escenario con un nuevo disco bajo el brazo, ya que "Enemigos De Viaje" estaba  recién horneado. Tras su animado directo subió a las tablas Striknina. El trío de Leioa lo hizo con ganas y ofreció un intenso directo de punk rock que mostró la intensidad que tiene esta banda al cumplir su décimo aniversario. Seguro que pronto llegan noticias de “los Strikis” contando cómo quieren celebrar este significativo cumpleaños.

Tras pasar dos buenas horitas en el recinto y haber hecho uso del 2x1 ofertado en consumiciones durante este inicial periodo, Etxebarri aumentó el calor con la aparición eléctrica de Blowfuse. El cuarteto catalán sigue rodando en su segundo asalto de la gira "Therapy Tour" y en la zona estamos encantados de ello. Prueba de esto fue que había muchas caras conocidas presentes en su anterior visita al gaztetxe Txarraska de Basauri el mes pasado. No nos defraudaron, e hicieron  saltar a los presentes con un similar repertorio y consiguieron cautivar a los que todavía no conocían como se las gastan estos jóvenes chicos de Barcelona.

La Familia Iskariote puso el ska de la jornada. Los palentinos se encuentran en un buen momento con varias fechas programadas y con la preparación de un disco nuevo. Sus ganas se notaron con un dinámico repertorio y el público disfrutó bailando su popular "Sonido Rebelde". Y sí, el gran tema que lleva este nombre también lo tocaron. Seguro que más de uno ya piensa en verles de nuevo en acción, teniendo en mente, entre otros, la quinta edición del Tresparock. Que por cierto, en el parque Bekosolo nuevamente estuvo presente una alta representación de la juventud de Trespaderne, así como de otros festivales "hermanos" (Repe Rock, Neska Rock, VDB Rock…) que apuestan por la escena rock.

A las once de la noche Rat-zinger apareció sobre el escenario como una apisonadora embrutecida al grito de "Dios Salve a Ronnie Bigs". El cuarteto de Bilbo dio un conciertazo cargado con más de veinte temas en apenas hora y media. Y el público reaccionó no dejando de "poguear" cada una de sus balas y permaneciendo en vilo con la mirada puesta en escuchar lo que cayera de su nueva obra "Larga Vida Al Infierno". Hubo más de una, y notamos que calan bien entre sus feligreses.

El momento que más sorprendió a la gente fue cuando las ratas se pusieron sotanas para interpretar de forma consecutiva los temas "Amén" y "Larga Vida Al Infierno". También hay que destacar la interpretación de "En Su Trozo De Tierra". Aunque tampoco lleva en escena mucho tiempo, aparece en el álbum recopilación "No Habrá Piedad Para Nadie”, a más de uno le pone la piel de gallina. Como tantos otros temas.

Tras abandonar las ratas el escenario se desató una gran tormenta. Una intensa tromba de agua que nos hizo mantenernos fijos debajo de la gran carpa. ¡Menos mal que había carpa! Porque entre rayos y truenos nos hubiésemos ido a nado, o al menos pareciéndolo, hasta algún soportal que tuviera el valor y espacio de cobijar a tanta gente. Así que nos vino de lujo. Peor suerte tuvieron los de los puestos de merchandising, que a pesar de tener todo protegido bajo toldos, mucha de la ropa expuesta a la venta acabó empapada.

Terminada la tormenta y tras un largo periodo de descanso, Narco entró en escena. Los sevillanos siempre ponen todo patas arriba y aquí para no variar, volvieron a hacer lo mismo. Hicieron botar a la gran masa y desataron unos fuertes pogos en las primeras filas con un repertorio variado donde repasaron toda su trayectoria. Desde su primera obra “Satán Vive” (1997) hasta su último trabajo "Dios Te Odia" (2014). Fue una brutal sangría sonora, donde se coreó desde "Kolikotrón" hasta "Carnicería En La Romería".

Las canciones de Narco están hechas sin duda para sentirse en directo y la gente lo sabe. En Etxebarri fue el concierto que concentró a más gente. Puede que su puesta en escena y la potencia de canciones como “Siempre Enmarronao” o la versión de Los Saicos "Demoler” tengan parte de culpa.

Si os habéis quedado con ganas de más, tranquilos, que pronto vuelven por la zona norte. Las próximas visitas, el 3 de junio en Errenteria (Gipuzkoa) y el 18 de junio en el festival Briviesca Arde, en Briviesca (Burgos).

Finalmente, la noche terminó con el gran show de Manifa. El "Joker", es decir... Mena, disfrazado y portando un bate de béisbol en la mano, encabezó un divertido y punkarra espectáculo en el que perdió hasta un trocito de diente. Y es que, este quinteto de Repélega actuó de una manera provocativa y atrapó a todos los asistentes a la hora de presentar su nuevo disco "Cristales Rotos" y de ofrecer un buen repaso a sus temas anteriores. Aunque alguno no los conociera seguro que disfrutó viéndoles.

En cada concierto y en cada disco que saca Manifa escala un nivel en el podio musical que parece estar establecido. Los que aguantaron su ritmo hasta las cuatro de la mañana lo comprobaron pasándoselo de lujo con temas como "Pastis, Bakalas", "Dios Salve Al Viña" y "Tienes Derecho", y en general, con cada una de sus canciones. Demostraron que el final de los festivales también puede ser muy entretenido sin las bandas tributo, como así reivindicaron en "El Ataque De Los Clones".

La segunda edición del Ehuneko Bat nos dejó con un gran sabor de boca. Dicen que no hay dos sin tres y esperemos que así sea. Por nuestra parte estamos orgullosos de pertenecer a ese 1%, que con el paso de tiempo, en lo que se refiere a Etxebarri, irá en aumento. De hecho, ya lo está haciendo. Buen trabajo.

Nota: lamentamos no tener fotos de todos los grupos, otras obligaciones nos lo impidieron.