Tenía la impresión de que iba a ser una noche prometedora, a veces uno espera grandes días y otras veces se esperan grandes noches, la combinación de ambas resulta perfecta. Pero, cuando hay que elegir, me quedo con las horas en las que reina la oscuridad. Prefiero los momentos vividos en la Asociación Cultural Octubre, minutos que A-tono y Mala Reputación supieron iluminar con la fuerza de un millón de estrellas, dejándonos a todos los allí presentes deslumbrados. ¡¡Grandes días, buenas noches!!.

El ambiente fue espectacular, no sólo por la cantidad de gente que había, más de 250 personas, que hacían que se estuviese a gusto a la par que muy bien acompañado. Pero, además de haber muchas almas allí congregadas, la gente estaba a tope, y la ocasión así lo merecía. Todos teníamos muchísimas ganas de ver a A-tono y a Mala Reputación. Sabíamos que era una noche diferente, esperábamos impacientes unos instantes que se nos marcarían a fuego en la memoria, en forma de unos recuerdos maravillosos, de esos que sólo pueden dejar las grandes bandas.

Empezaron dejando una gran huella los cántabros A-tono. Y sí, en cuanto les vimos sobre las tablas de la Asociación Cultural Octubre supimos que su actuación sería difícil de olvidar. Hay unas cuantas cosas que me gustan mucho de este grupo, empezando porque no tienen prejuicios y su música es diferente y difícil de etiquetar.

Otro aspecto a resaltar, son las introducciones que hace a cada tema el vocalista del grupo, Viaña, reflexionando sobre las canciones, explicándolas, haciendo comentarios irónicos, divertidos y reivindicativos… Cuando estás viendo a A-tono no te da tiempo a pensar mucho en nada que no sea en lo que estás viendo en ese momento, porque te mantienen conectado durante todo el concierto y se nota que hacen las cosas con frescura, pero también con coherencia y mucho sentido común. En esta línea, me gustó mucho, por ejemplo, la introducción explicativa de “Sin filtro”.

A-tono es un grupo de rock, con una saxofonista excepcional que se llama Elena, con un cantante que lleva cresta y que huye a pasos agigantados de estereotipos. ¡Bienvenidos a la revolución de huir de las etiquetas!. Por otro lado, José, Manuel y Simón, guitarra, bajo y batería respectivamente, no hacen más que engrandecer la música de la banda, dándole gran potencia y mucha pegada. A-tono huye de las etiquetas. Yo sólo sé que me lo paso bien con sus directos, y encima cada vez me dan más por saco “los consejos de sabios punkis” que deciden que “esto no es punki, esto es muy heavy”, así que estoy encantada de la vida con A-tono.

Es complicado tratar de encajar cuando no puedes juntar las piezas, pero estoy segura de que los componentes de esta banda duermen muy bien por las noches. Tal vez lo tengan más complicado aquellos que luchen a ultranza por tratar de etiquetarles y meterles en un saco. No hay saco posible.

En la Asociación Cultural Octubre nos llevamos de nuevo muy buenas impresiones de este grupo y les pudimos ver en un ambiente más acogedor que este verano, en el que les disfrutamos junto a mucha más gente en el Festival Renedo Rock de Cantabria. Canciones como “Cinco contra uno”, “Gritar”, “Inmortal” o “Pedazo de pan”, estuvieron presentes representando a “Morir matando”, su último disco publicado hasta la fecha. También hubo hueco para una versión muy acertada de “La mala reputación” de Paco Ibáñez, y para un tema que formará parte de su próximo disco: “Sin filtro”. Podéis ver el videoclip aquí.

Ojito con A-tono, que como sigan así van a correr ríos de tinta sobre ellos.

Mala Reputación llegó para romper el silencio que pesa como una losa después de llevar más o menos 14 años sin tocar en Torrelavega. Así que en la Asociación Cultural Octubre les recibieron como se recibe a las mejores personas, con mucha alegría y con una cálida acogida. Aunque también el frenesí y la pasión visceral se apoderó de todos los allí presentes.

Ya les he visto unas cuantas veces desde aquel 14 de Febrero de 2015 en el que asistí a la presentación de “Eternas promesas” en Cangas de Onís, pero a pesar de ello cada concierto es diferente y especial. Merece la pena verles una y mil veces. Es como cuando vas a comer a casa de tu abuela los domingos o cuando sales con unos buenos amigos, uno nunca se cansa de vivir esos momentos, y si pudieras, los repetirías mucho más a menudo.

Éste era uno de los últimos conciertos de la gira, así que resultaba, aún si cabe, todavía más deseado y emotivo, si es que sois capaces de encontrar un concierto de Mala Reputación que no sea impresionantemente conmovedor. Yo no lo he encontrado, ya que a mí siempre me sacuden hasta las entrañas. Ellos salieron como un cañón al escenario, muy intensos y frenéticos, y la gente respondió de la misma manera. La contundencia se impuso en una noche en la que parecía que jugaban con el público como el que juega sabiendo que tiene un as en la manga.

Nos dejaron más de una veintena de canciones, y mucho más confusos que cuando empezaron a tocar, y que cuando empezaron a presentar este nuevo disco. Pudimos escuchar entre otras “Jarabe de palo”, “10000 Kms”, “Para que jueguen los gatos”, “Salgo a buscar”, “Ceremonia”, “Cristal”…

Aunque bajo mi punto de vista lo más brutal fue el orden que hicieron al confeccionar el set-list, pasando de “Ansiedad” a “Aquella tarde”, y de “Que la tierra…” a “Ceremonia”. Me pareció impresionante el cambio tan abrupto, de la total angustia vital a la calma en el primer caso, y de la tristeza a la alegría en el segundo caso. Tal vez la vida consista en eso, en una sucesión salvaje de situaciones que debemos torear de la mejor manera posible.

En cualquier caso, la gira de “Eternas promesas” de Mala Reputación llega a su fin, pero estoy segura de que, si estos casi dos años han sido maravillosos, lo que esté por llegar será aún todavía mejor.

¡Nos volveremos a encontrar pronto!.