Dejamos atrás la última jornada del Villa de Bilbao en su modalidad de pop rock, el pasado jueves 27 de octubre en la Bilborock, con un público disperso por la ciudad, ese mismo día en el botxo había mucha oferta, empezando por el BIME Festival. Una jornada con disparidad de sonidos, desde los más electrónicos, pasando por el power pop melódico, y terminando con los sonidos garage, psicodélicos o macarras, muy en la onda de The Stooges.

Los primeros en subirse al escenario fueron los madrileños Sorry Kate, un trío capaz de sumergirnos en una caótica variedad de sonidos, un poco de trip hop tipo Morcheeba, o música con tribales y tradicionales, repitiendo secuencias pregrabadas bajo percusión electrónica. Una actuación que perfectamente podía se encajada en la modalidad nuevas tendencias, y dejar el hueco para otro tipo de bandas más cercanas al pop rock o indie.

Teclados, sintetizadores, secuencias, registros de voz dulces, tuvieron su aporte de protagonismo, con coros, gritos, una capacidad de liderazgo como bien pudimos comprobar, algo distinto con momentos para el recuerdo, cuando se unieron para golpear con baquetas sus aparatos eléctricos, o el movimiento de manos para jugar con el flujo de secuencias.

Tras ellos, la joven banda de Navarra, Baobabs Will Destroy Your Planet, con un primer disco de power pop melódico con bases sintetizadas y canciones en euskera, un trío con dos chicos (batería y cantante, guitarra), y mujer al frente responsable de los sintetizadores.

Actuación de menos a más, con un tipo de canción con cierta carga instrumental, resaltando la batería y los sonidos electrónicos, bajo una lectura distinta dentro de lo que nos encontramos en la península.

Consiguieron variar las estructuras de sus canciones a niveles más sólidos, conjugando espacios entre la melodía y la potente base rítmica, llenando espacios con el pop más enérgico y los temas más calvados, llegando a tocar ocho canciones para ganar velocidad en la parte final.

Y para finalizar, la joven formación madrileña Los Ramblings, una distorsión de sonidos entre el garaje, el rock y algo de punk neoyorquino, bajo una sorprendente potencia y vitalidad, eso sí, entre tema y tema les vimos algo parados, pero nos dieron un repertorio variados con lo mejor de su primer Ep “Turkeys”, que bien podemos encontrar por las diferentes redes sociales de la banda.

Como anécdota vimos a su cantante como tenía apuntado en el brazo el set list del concierto, alegando que hay que conservar la naturaleza y disminuir la tala de árboles, también su bajista, que apareció en escena con una bata de color arcoíris, además acabó tocando la flauta.

Temas que iban ganando en velocidad y fuerza, con el poder de las guitarras y un estilo directo y salvaje, con un cantante que llevó casi todo el protagonismo, dejándose ver a pie de escenario u par de veces sin soltar su guitarra.

Y así termina la primera fase del Villa de Bilbao 2016, y mientras el jurado delibera, hagamos nuestras quinielas para la gran final que se celebrará el sábado 12 de noviembre, nosotros apostamos por los los franceses I Me Mine, la banda de Cuenca Fizzy Soup, y la descarga de adrenalina de Albert Cavalier, pero no descartamos a otros grupos como J.J.Sprondrel de Málaga o los barceloneses Ramon & The Go Go Dancer, serios candidatos para la modalidad pop rock.