Mikel Erentxun presentó su nuevo disco, "El Hombre sin Sombra", el pasado 24 de mayo en la Fnac de Bilbao, un trabajo editado por Warner Music. Allí estaba el bueno de Mikel con su guitarra acústica (cuya correa tenía escrito su nombre) y su batería Karlos Arancegui, componente de Rulo y La Contrabanda y Duncan Dhu.
 
Estos últimos años Mikel se ha centrado en su faceta acústica y en su carrera en solitario, con alguna intervención junto con su compañero Diego Vasallo en Duncan Dhu, que meses atrás les habían llevado por tierras americanas con unas pocas fechas confirmadas por territorio mexicano.
 
La Fnac registró un lleno hasta la bandera, en un día soleado por la capital bizkaina, alojados en el habitáculo del Fórum para degustar los seis temas que tocaron, un pequeño menú repleto de nuevas canciones.
 
Un disco grabado y producido en un sistema analógico de 8 pistas, con Paco Loco, en sus estudios de El Puerto De Santa Maria (Cádiz), y cuyas mezclas han sido a cargo de John Agnello, y su etapa final de masterizacion, es de Greg Calbi en Sterling Sound, New York. Quedando al final un disco de 12 canciones con la fantástica colaboración de Maika Makovski en el primer single presentación, "Cicatrices".

Público mayoritario de féminas, que se sabían todas las canciones sobre todo los estribillos, arropando al músico donostiarra haciéndole sentirse bien y feliz, piropeándole entre tema y tema donde los molestos silencios hacen acto de presencia, pero la complicidad con el público brilló por su ausencia, no comentó nada, se refugió en la complicidad de su compañero Karlos.
 
"Héroe" y "Deshielo" abrieron el show con una tonalidad oscura a base de pop rock, marcando el concepto del disco que sigue sumergido en las heridas del amor y desamor. El tercero de los temas fue "Llamas de Hielo", que nos llevó a recordar su etapa de Duncan Dhu con "Rose", perdurando los ambientes melancólicos que tanto profundiza el bueno de Mikel.
 
"El Principio del Fin", animado por el personan en la parte más coreable, el público lo dio todo mientras el batería, usaba una percusión de mecano sin perder el son, muy concentrado en todo momento. Quedando para el final los temas "Libélulas", con un pequeño desajuste en el sonido que tapó la voz de Mikel, y "Cicatrices", lanzada con un sampler para apoyar la acústica, terminando bajo la ovación de toda la tienda.
 
Mikel Erentxun sigue viajando en su etapa existencial, escribiendo textos para cerrar las heridas provocada por el amor, y continuar afrontando una vida dura y difícil de la forma más positiva posible, luchando contra las rupturas sentimentales se siguen marcando sus cicatrices. Es un camino que todo ser humano tiene que pasar...