El ensueño de Devendra en una noche de Botánico

Un verano más no podías pasar de largo “Las Noches del Botánico” que cual vino, esta añada va ser para el recuerdo, gracias a los grandes artistas y sobre todo  a la mejora del recinto.

El cual ha ganado muchísimo: más puestos, más sugerencias para comer, un segundo escenario donde escuchar música antes del concierto principal y un espacio de conciertos que ya quisieran muchos grandes festivales. Fuera la tediosa arena y este año tenemos césped artificial, además de un graderío con más plazas. Si ya el recinto era idílico, este año viene a ser totalmente placentero.  

Hoy, en estas noches del botánico, le tocaba el turno a Devendra Banhart. Un músico que lleva el amalgama en su ADN, nacido en Texas, de padre americano (con raíces israelís) y madre venezolana… Esto si que es multicultural!!!.

19 discos después, es más conocido por su relación con Natalie Portman, (Dato el cual pasaremos por alto durante toda la crónica).

Hoy nos presentaba su inquietante  "Ape in Pink Marble" un disco de Folk, con tintes indies y pinceladas psicodélicas, que viene a ser una auténtica revolución en el Bluegrass.

El grupo invitado H. Hawkline & Rogov, hermano mayor de Devendra y  el amigo Rogov, ambos  forman parte de la configuración de la banda de Banhart.

Los cuales, nos pusieron en liza para lo que íbamos a escuchar.  Canciones de Ukelele y caja de ritmos incluida, iban acompañando tenuemente al sol hacia su descanso, regalándonos B.S.O a un atardecer de cine en el botánico.

Pasadas las diez de la noche, y sin caber un alfiler, suena “Saturday Night”, hace aparición la efigie del papel couche, Devendra se deshace en halagos ante el apabullante rugir de groupies  y otras gentes que venía a escuchar la música sedosa que destila el de Texas.

Muchos fueron los guiños hacia la ciudad, hacia la libertad que por aquellos días inundaba Madrid, sede mundial del Word Pride, mientras bailábamos temas como “Für Hildegard von Bingen”, la incandescente “Good Time Charli” y “Jon Lends A Hand”, la bailable “Baby”, o el éxito “Mi negrita”, Devendra nos deshacía entre extenuantes movimientos sexy´s y chascarrillos venezolanos, haciendo lo que le venía en gana, denotando un saber estar escénico único.

Momento genial, fuera de todo guión, fue el ceder el testigo escénico y su guitarra  a “Cualquier persona que tuviera alguna canción, que no hubiese sido interpretada en directo” como el anunció. La joven afortunada, llamada Raquel Aragón, interpretó una canción suya con una habilidad pasmosa… Hay que tener valentía y el público así se lo hizo ver.

Denvendra y su halo de “vividor foll***r” me empezaban a caer estupendamente, gracias a su Show, una mezcla  de “¿Qué hago?” y  “Viva la improvisación” el cual me sorprendió y divirtió a partes iguales.

Recta final de la hora, que alargó treinta minutos gracias a estas licencias, sonaba “Fancy Man”, “I Feel Just Like a Child”, “Foolin'” con el bis de rigor, homenajeando a Bowie en su “Sound and Vision”, versión Hispánica y concluyendo con Carmensita.

Acabando así un SHOW  autentico, ameno y rico en sonidos diferentes, una manera precisa de salirse de lo conceptual, de aquel ensueño de Devendra en una noche de Botánico.