Entre las muchas iniciativas y fiestas que esta web ha programado durante este año, la de esta noche era especial, ya que se trataba de un proyecto conjunto junto a nuestros hermanos de Noche de Rock.

El lugar del evento, como es habitual, era la sala Black Bird de Santander y los protagonistas de un lado los asturianos Hate In Veins que venían dispuestos a repartir caña, y de otra la reunión, en principio puntual, de los Frontline, mítica banda santanderina desaparecida ya hace algunos años.

Con las prisas habituales de los viernes por motivos laborales me dirigía a la sala capitalina con la duda de la respuesta de la gente ante esta cita: podía ser un llenazo o encontrarnos casi en familia. Desgraciadamente fue más lo segundo que lo primero.

Una vez en la sala Black Bird, con la presentación de nuestro compañero Oskar de Noche de Rock y cumpliendo prácticamente a rajatabla el horario previsto, subieron al escenario los asturianos Hate in Veins, banda  a la que había visto en directo hace un par de años en la desaparecida sala Arena de Torrelavega.

Desde entonces y hasta ahora, la banda ha actuado mucho y han editado un disco, a finales del 2015, llamado “Far from reality” y que tocaron en su integridad en la noche santanderina.

Aun con la gente entrando, arrancaron con la cañera “Wasted society” que fue unida a “Don´t sell your soul”, notándose al quinteto muy centrado en su actuación.

Tras “Die killing”, llegó el momento de presentarse y agradecer a los presentes nuestra asistencia, para seguir con el tema que da título a su único trabajo, “Far from reality”, una autentica canción rompecuellos.

Presentaron su merchán para seguir con “The world goes falls down”, la canción que fue adelanto de este trabajo y, por tanto, quizás la más conocida del mismo, antes disparar ese cañonazo que es “Shoot them”.

Llegó el momento de agradecer a Noche de Rock e Insonoro que hubiesen contado con ellos para esta velada, para seguir con “Broken”, una nación muy potente y en que, como dijeron, ahora correspondería un “wall of death”, pero la poca gente aun no estaba por la labor; aun así el tema fue muy ovacionado.

La banda estaba sonando muy bien y se estaban ganando a un público que en muchos casos no los conocía, con un cantante con una gran voz, una pareja de guitarras muy potentes y una sección rítmica que era como un rodillo. Para los curiosos, de batería estaba David Arias, bajista de Los Perezosos y voz y guitarra en Mission XXI; como veis este chico toca todo lo que le pongan por delante y encima lo hace muy bien

Pero volvamos al concierto, y llegó el turno de la intensa “Crazy humanity”, antes de ejecutar “Hard and too short” y la versión del “Keepers of the faith” de los americanos Terror.

Desgraciadamente, su repertorio se estaba acabando y se fueron despidiendo con “No flag”, canción que no está incluida en su disco y acabar sus 45 minutos con “Mind control”.

Los chicos de La Franca llegaron a Santander  tratando de ganarse a los presentes y he de decir que lo consiguieron a tenor de los aplausos recibidos y de las valoraciones de su actuación recogidas.

El 14 de julio los volveremos a tener en Maliaño junto a Karonte y, a tenor de lo visto esta noche, os recomiendo que vayáis, si os gusta la música cañera porque lo vais a disfrutar.

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Pero no nos vamos a engañar, todos estábamos allí por el concierto único que iban a dar Frontline, banda que vi por última vez en el Azero´s Rock del 2012 y que poco después lo dejarían, para meterse en otros proyectos, hasta esta noche poder disfrutar de la vuelta, veremos a ver si puntual o no, de la banda.

Tras la intro con la que abrirían la velada, llegó el momento de ponernos los pelos de punta con la primera “Batucada”, donde destaca uno de los elementos más características de la banda como son los timbales y con la que pidieron a los presentes que se acercasen, antes de interpretar “Olvidados por dios”.

Tras agradecernos nuestra presencia y presentarse, interpretaron “Evolución”, en la que pidieron a la gente silencio en la parte donde se para el tema, para seguir con una canción que tenían a medias cuando se separaron y que han retomado llamada “Fight starts”, un tema muy cañero.
Tras “En ti”, la conocida canción que abría su última obra, agradecieron a Noche de Rock e Insonoro su interés, y  recordar “Vacio”, canción que, como ellos dijeron, fue nombrada mejor canción de la web Estela Rock y que es un autentico temazo.

Tras un problema con la guitarra de Zalez, que hizo que tuvieran que interactuar e improvisar un poco, siguieron con “Furious man”, con la gente entregada y en la que perdieron el retorno en los monitores.

Nos anunciaron que iban a empezar con la recta final del concierto y lo hicieron con “Vivo “, para, tras solventar, un problemilla en la otra guitarra, amenizado con improvisaciones de bajo y bombo, despedirse con “First step for a change”, con la gente bailando en circulo y parte de la banda bajando a tocar entre el  público.

Obviamente, no podían acabar así y aun interpretarían “Batucada II”, con la gente entregada al máximo, y despedirse definitivamente con “Resurrección”, tras menos de una hora de actuación.

Se nos hizo muy corto el concierto de Frontline, pero, eso sí, fue impresionante lo vivido sobre las tablas de la Black Bird, con una banda que parecía no solo no haberse detenido nunca, sino estar en la misma forma que me llevo a engancharme a ellos en el 2007, con aquellos conciertos míticos con Hamlet o en el Milwookis. Esperemos que hayan quedado contentos con lo vivido y que, sino de manera regular si al menos de manera puntual, nos regalen noches como esta.

Salí de la sala santanderina muy contento por lo vivido, con las actuaciones inolvidables de ambas bandas y con el magnífico ambiente que se vivió entre los presentes; solo lamentar la escasa presencia de gente, apenas 50 personas, y es que, si queremos que se sigan haciendo eventos como éste, es importante colaborar y asistir a los conciertos.

¡¡Inolvidable!!