Tras una sold out de venta de entradas para el esperado concierto del cantautor malagueño Juan Gómez Cana, más conocido como El Kanka, el sábado 18 de noviembre, el cantante decidió dar una oportunidad a todos aquellos que nos habíamos quedado sin poder ir al concierto, repitiéndolo el domingo 19 a las 12 del mediodía, al que pudieron asistir cientos de personas de todas las edades, incluso niños acompañados por sus padres.

Pese a ser un concierto matinal, todos los presentes en la sala Joy Eslava de Madrid demostraban unas ganas tremendas por poder ver al malagueño, además de perseverar más tiempo del deseado. Pues aunque la sala ya estaba llena a las 12, el concierto no empezó hasta una hora más tarde. Durante esa hora todos los fans del andaluz no paraban de cantar canciones de su último disco, para que la espera se les hiciera más amena.

Por fin apareció El Kanka, recibido con aplausos, silbidos y gritos de emoción por parte del público pero, para sorpresa de todos, apareció sin sus compañeros. Aun así no estaba solo, le acompañaba su fiel diseñadora de discos Anabel Pelujo, quien estuvo durante todo el concierto ilustrando cada momento, dibujando una escena diferente para cada canción.

Por su parte, El Kanka se llevó la sorpresa de que no se esperaba a tanto público un domingo por la mañana, pero eso no hizo que dejara atrás la idea de que fuera un concierto íntimo con todos los que estuvimos allí, interactuando con muchos de nosotros, además de gastar varias bromas y soltar algún que otro chiste.

Comenzó su concierto con la famosa canción “Que bello es vivir”, haciendo que todos los allí presentes empezáramos el concierto bailando, cantando y dando palmas.

Continuó con temas como “No jodas la marrana” en la que, pese a la presencia de niños, avisó de que no podría cambiar la letra de la canción; en el caso de “Querría”, las palmas del público le acompañaron durante la canción. A estas alturas del concierto, ya había hecho que todo el mundo se divirtiera sin parar de cantar, de silbar, incluso se escuchó algún <<olé>> en el fondo de la sala en el momento en el que hizo un solo de guitarra en el último tema.

Otra de las canciones que no pudo faltar fue “Me alegra la vista”, tema que empezó pero, al ver que no le seguíamos, lo interrumpió para que todo el público hiciéramos el coro de inicio, haciendo a la vez que nos riéramos de la situación, ya que su compañera Anabel nos hizo a todos un croquis enseñándonos lo que teníamos que hacer. A la vez, no faltaban aplausos siguiendo el ritmo de la música.

El concierto venía lleno de sorpresas, pues contaba con la colaboración de varias personas que acompañaban al cantautor.

Comenzó como invitado el violinista Manu Clavijo, con el single “Todo pasará” acompañando a la guitarra y voz de El Kanka. Esto hizo que toda la sala nos quedáramos en silencio, escuchándoles a ambos con el mayor interés y paciencia, creando diferentes emociones y sentimientos a muchos asistentes entre el público.

Para presentar el tema de “A dieta de dietas” nos demostró lo mucho que le gustaba la comida y lo que disfrutaba del placer de comer, como nos acabó enseñando con la letra de la canción.

Después decidió volver a interactuar con todos los presentes, comentando lo que le gustaba que entre nosotros hubiera también niños, lo que hizo que una de las personas del público llegara a levantar a su bebé con el que había decidido ir al concierto.

Continuó el concierto con la sorpresa de la colaboración de Patricia Lázaro, con la que cantó “Confesión”, además colaboró en la parte de coros con el tema de “Culpable”, momento en el que volvió a colaborar Manu, haciendo un solo con el violín.

Sobre el escenario, El Kanka regalaba los momentos al público con las escenas pinceladas, llegando incluso a formar un avión con uno de los papeles donde Anabel dibujaba para que pudiera llegar a los que estaban más atrás.

Otro de los temas, “Vengas cuando vengas”, lo acompañamos todos con silbidos. Justo después fue momento de presentar una de las canciones de su nuevo disco, que saldrá a la venta el 23 de noviembre con “alguna cosilla nueva”, como definió él mismo. Una de esas canciones fue “Triste trofeo”, además de enseñarnos más singles que escucharemos en su disco, como “Quién me mandaba a mí”.

El concierto no paraba de darnos sorpresas y, es que, había más colaboradores para acompañarle en sus canciones, como eran Enrique, con la trompeta, y Mariana y Carlos en los coros. Todos disfrutaron junto a nosotros del single “Canela en rama”, donde Enrique hizo un solo con la trompeta.

Después, llego el momento en el que Juan decidió sacar el Ukelele, contándonos que había aprendido a tocar algunos temas, haciendo la cover de “So Payaso” (Extremoduro) con un ritmo diferente. Sin parar de bromear, decidió imitar a una trompeta en la canción del grupo extremeño con su propia voz.

Nos embelesó con más temas como: “Brindis preventivo”; “Para quedarte”, canción que hizo que algún asistente derramara alguna lágrima; o “Rin rin”, en la que nos pedía que hiciéramos todos un pequeño baile, que llamó “el movimiento lateral”, haciendo que le siguiéramos moviéndonos de una lado a otro.

No paraba de darnos sorpresas y, es que, esta vez apareció como colaborador Chiqui Lora junto con el coro para acompañarle en el single “Me gusta”, con palmas al son de la música.

El Kanka quiso despedir el concierto con la canción dedicada a toda su gente, “Andalucía”, tema en el que Mariana decidió engatusarnos con un taconeo mientras el malagueño tocaba la guitarra.

Tras ésta última canción todos desaparecieron del escenario, pero Juan no quería parar de cantar y disfrutar con nosotros, por lo que quiso volver con Anabel para cerrar bien el concierto con más temas como su esperada canción “Volar”, incluso haciendo alguna cover más como “La vida es una tómbola”.

Cerró el concierto definitivamente, pues ya era la hora de comer, dándonos una lección de vida con el tema “A desobedecer” junto con su compañero violinista Manu Clavijo.