Sínkope continúan presentando su nuevo disco “El Parque de los Poetas”, editado hace unos meses por Rock Estatal Records, una gira que les está dando gran resultado con ese sold out en Madrid hace unos días.

Llegaban a Bilbao, a la Sala Stage Live, justo un año después de su última visita, sus citas por estas tierras suelen ser anuales, ya sea Bilbao, Nanclares de la Oca o Arrasate, pero Euskadi siempre está dentro de sus tours.

Alrededor de 250 personas dieron aliento a Sínkope (medio aforo), en la misma noche en la que los ingleses GBH y los locales Rat-Zinger tocaban en el Antzoki, quizás por eso el público se dividió y la afluencia fuera menor respecto a su última visita a la ciudad.

Presentación en toda regla llevada a rajatabla, Vito y los suyos apostaron plenamente por las nuevas canciones, y es que se trata de un disco a tener en cuenta, han puesto el listón muy alto con esos nuevos himnos que se han sacado debajo de la manga. De primeras, tocaron nueve temas nuevos, apareciendo en el mismo orden que el disco del primer al séptimo tema, encarrilando un concierto que no nos dejó descansar en ningún momento, lleno de genialidad y poesía rock, donde los riffs tienen alma gracias a sus geniales guitarristas, Alberto David y Woody Amores.

Tras una intro, los músicos tomaron posiciones y atacaron con “Los Bichos que Alimento”, y “El que Mata la Vergüenza”, continuando con el grito al aire “.. gabón Bilbao...”, continuando una descarga que al final fue de dieciséis temas. Escuchamos también “Mi Barca y mi Mar”, rock puro y duro con cruce de estribillos, luego “El Parque de los Poetas” siendo el primer contacto con el público por parte de Vito, y no fue el único, nos intentó explicar el por qué del título del disco, como el ladrillo y las construcciones están apagando los barrios, donde las escombreras escondían vida y era el punto de encuentro de los más jóvenes, pero ahora están construyendo por todos los lados y nos invaden dejándonos sin espacios. Un tema, con letra y alma, nostálgico y depresivo, cruda poesía reflexiva donde Vito le da la puntilla más humana.

Terminando con los últimos temas nuevos, “No me Desates” y “La Tasca donde la Poesía es Bebía”, allanando un terreno cercano que nos iba dirigiendo a la segunda parte del concierto, para reencontrarnos con sus temas emblemáticos y que todo seguidor quiere escuchar impacientemente, a pesar de que siempre se echen de menos temas como “AutoVitografía”, “Encanutao” o  “Romance de la Luna Gitana y el Sol Poeta”, a pesar de ello, los que sí escuchamos vinieron con fuerza, digamos un “Pan de Besos” ese medio tiempo, “En Parihuelas” que viene para quedarse en futuros set list, y “Si Querer me va a Doler”, sobre el amor e historias que dejan cicatrices.

Pero los que nos dejaron sin aliento fueron “Cuando no te pones Falda” y “Humo de Contrabando”, tema que dio título a uno de sus trabajos más conocidos y que les impulsó en su carrera musical.

“Matar se me Olvida” dejo el grito de Vito de “.. Ojalá se nos olvide matar...”, continuando con “El Carro de la Vida”, dedicada a su compadre Kutxi Romero ya que la cantan juntos en el disco “Esa Noche se merece otra Ronda” para finiquitarla con la frase, “... si se llora que sea de risa, no de pena..” repetida un par de veces por el gran Vito, más “.. a vivir que son dos días...”.

Entrando en la recta final hubo palabras de agradecimiento hacia el público de Bilbao, palabras reivindicativas también sobre lo que aconteció días atrás en Madrid en La Riviera cuando unos capullos se dedicaron a tocar a las chicas durante su concierto, repulsado totalmente por la banda diciendo “... en nuestros conciertos no queremos babosos...”, que vino tras una gran ovación.

Finiquitaron con “A Merced de los días” y “Tarros de Miel”, dejándonos con sensación de querer más, y es que Sínkope tienen un soberbio directazo que siempre nos sabe a poco. Esperemos que no tengamos que esperar un año para volverles a ver.