En alguna otra ocasión os he comentado que no suelo frecuentar conciertos entre semana, ya que entre el curro diario y los conciertos de los fines de semana de vez en cuando hay que descansar; sin embargo, ese  jueves me acerqué al Café Bar Express del bueno de Javi para ver el concierto de Rafael Arnau, concierto que él mismo me aconsejó una de esas noches que frecuentamos su acogedor local en el centro de Los Corrales de Buelna.

Y muchos os estaréis preguntando ¿quién es Rafael Arnau? Pues estamos ante un músico que ha compuesto, entre otros, para directores de cine como Javier Fresser, siendo nominado a los Goya 2014 por la canción “Morta y File” de la película del citado director “Mortadelo y Filemón contra Jimmy el cachondo”.

Como veis, estamos ante uno de esos artistas que no salen en los grandes medios pero que lleva más de 30 años trabajando y haciendo grandes contribuciones a la música en general, y que esta noche se nos presentaba con su guitarra y su voz en el citado local corraliega, donde daba inicio a una mini gira por varias salas cántabras; y es que, Rafael Arnau es un aventurero de esos que coge la guitarra y se pasa muchas semanas fuera de casa actuando en cualquier lado.

Tras esperar aproximadamente media hora a que el local tuviera más concurrencia, inició su actuación con la versión del “One” de los U-2, mostrando los derroteros por los que iba a ir su actuación, con buenos temas, bien ejecutados y que servirían de fondo musical a la gente que estaba degustando sus consumiciones e intercambiando conversaciones.

Tras saludar y agradecer a Javi el que hubiera contado con él, así como al gran Tom Fernández su gran labor por la musical local, siguió con la versión de aquel clásico de los 90 que fue el “What's up” de los efímeros 4 Non Blondes.

Rafael buscaba en todo momento nuestra implicación en su actuación y por eso nos animó a cantar con él el popular “No puedo vivir sin ti (No hay manera)” de Coque Malla, que fue cantado por una buena parte del local.

De un artista nacional a una espectacular voz internacional, desgraciadamente ya fallecida, como era Amy Winehouse, de la que nos interpretó su “Back to black”, durante la que nos preguntó si nos estaba gustando la actuación, recibiendo una respuesta afirmativa.

Se acompañó de una armónica, con la que interpretó un fragmento de una canción montañesa, antes de dejarnos con el clásico “Every breath you take” de  The Police, aquella canción que a mediados de los 80 fue aun más popular gracias al anuncio de una conocida marca de refrescos.
En un ambiente distendido e informal siguió su actuación, con el “Fever” de  Little Willie John, aunque popularizado por Peggy Lee y en la que tarareo un trozo de la popular canción de la serie “La pantera rosa”.

Para la siguiente canción requirió la presencia de alguien del público para que le acompañase tocando el aro pandereta en la interpretación del muy conocido “Wonderwall” de los Oasis, y que nos mostró otra vez como aquellas canciones, con las que nos saturaron hace décadas, pueden gustarnos tiempo después, cuando previamente acabamos hartos de ellas. Las vueltas que da la vida.

Cuando su actuación se acercaba a la hora, nos preguntó si nos parecía bien que tocará una más y hacer un breve descanso para fumar, lo que fue aprobado por la concurrencia, siendo ese tema el “Let it be” de The Beatles.

Tras unos diez minutos de pausa, regresó con “Creep”, el tema con el que fueron mundialmente conocidos los famosísimos Radiohead; parece mentira que esa canción tenga ya 25 años.

Mostrándose en todo momento muy cercano e insistiendo en que cantásemos con él, siguió su actuación con el popular “I want to break free” de los inigualables Queen, siendo quizás una de las canciones mejor recibidas de toda la velada.

Con la gente ya muy animada, siguió con el “I will survive” de Gloria Gaynor, otra de esas canciones conocidas por todo el mundo y para la que de nuevo se acompañó del mismo chico del publico a la pandereta, que, todo sea de paso, lo hizo bastante bien, mientras seguía animando al publico a participar en la canción cantándola.

La medianoche se iba acercando, lo que hacía que algunos hubieran ya replegado velas, no olvidemos que era jueves, pero la actuación siguió con su revisión del tema “La flaca” que hizo famosos a  los Jarabe de Palo hace ya un par de décadas.

Y con la gente ya distraída en otros quehaceres y acercándonos a la hora máxima permitida, el concierto concluía con la versión del “Highway to hell” de AC/DC, acompañado de una armónica y llevándose el aplauso de los presentes, tras casi dos horas de actuación.

Nos marchamos del Café Bar Express contentos por haber disfrutado de un par de horas de música muy agradable y bien ejecutada, en un ambiente distendido, mientras tomábamos algo y es que, de alguna manera, eso es lo que buscábamos todos, disfrutar de buena música y evadirnos de nuestra rutina; objetivo cumplido. Después quedaba la jornada laboral del viernes pero eso es otra historia.

Muchas gracias a Rafael Arnau por este rato que nos hizo pasar y al gran Javi por traer a su casa música en directo, algo siempre de agradecer en estos tiempos en que casi nadie apuesta por la cultura.

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