Hay festivales que cuando las cosas vienen mal dadas tiran de imaginación y buscan por debajo de las piedras como sumar apoyos con diferentes iniciativas que puedan cubrir parte de los gastos que genera dicho evento; la gente del Vidiago Rock ya apostó el pasado año por sacar el festival de tierras asturianas con algunas fechas en la capital cántabra y este año decidieron acercarse a la Asociación Cultural Octubre de Torrelavega, donde actuarían Uve y la Quinta Columna y The Big Dogs.

Una vez llegué a la nave y mientras se hacía tiempo para el inicio del concierto, pude ver las maravillosas fotos de Ana Blanco de pasadas ediciones del festival y cambiar impresiones con la gente de la asociación, algo que siempre es reconfortante, sobre todo cuando te encuentras con personas con tus mismas aficiones.

Después de esperar un tiempo prudencial para ver si alguien más se animaba a acercarse por el local, iniciaron la velada Uve y la Quinta Columna, banda formada por músicos de conocida experiencia tanto y que, pese a llevar solo unos meses en funcionamiento, no paran de actuar en directo.

Arrancaron con un tema propio llamado “Bang bang” y que fue seguida por una versión del conocido “Papa don't preach” de Madonna, que empezó a animar a los pocos presentes.

Tras las presentaciones de rigor, siguieron con otro tema propio llamado “Solo tú”, con ese sonido intimista que la banda ofrece, para llevarnos a “Mi vida rosa”, versión de aquel popular tema de Los Romeos y que tanto sonó algunas décadas atrás.

Se pusieron más introspectivos, como  nos dijeron, con la versión del “Don't look back in anger” de los Oasis, antes de dedicar “Inhumanos”, otro tema propio, a todas las personas molestas.

Pero fue con la versión del “Since you been gone” de los únicos Rainbow cuando me metí de lleno en el concierto mientras disfrutaba de la calidad de unos músicos que hacían justicia a su contrastada trayectoria, antes de revisar el “Will you love me tomorrow” de The Shirelles con un toque más rockero.

Otro tema propio es “Aun muy joven”, con un sonido a los años 50-60, que es de alguna manera en donde parece querer moverse el estilo de la banda, para dar un salto en el tiempo con la versión del “Calle me” de Blondie.

Nos aseguraron que cuando están depresivos les gusta dar una vuelta por la gran ciudad con el tema “Downtown”, también de cosecha propia, y que fue seguido por la versión de “Mi novio es un zombi” de Alaska y Dinarama.

Curiosamente algunos de los temas que eligieron versionar fueron más conocidos en manos de otros músicos que en los de sus propios creadores como ocurrió con el “Suspicious minds” que popularizó Elvis Presley, tras la que llegó el momento de meter algo más de caña con la festiva “I was made for lovin' you” de Kiss.

Mientras comenzaban a despedirse, su cantante nos confesó que de siempre ha sido fan de Tino Casal por lo que era lógico que hiciesen una versión del “Eloise”, que él popularizo en nuestro estado aunque el original fuese de Barry Ryan, antes de despedirse definitivamente con el mítico “Sympathy for the Devil” de The Rolling Stones, con el que dieron por finalizada su hora de actuación.

Buen concierto el que dieron la gente de Uve y la Quinta Columna, banda que se va haciendo un hueco a base de actuar en directo, que disponen de un amplio repertorio de temas propios y versiones y que son una banda con una gran calidad musical.

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Y tras el oportuno cambio llegó el turno de The Big Dogs, banda cántabra de blues que compartía batería con la anterior banda y a la que tampoco había visto en directo, aunque, a tenor de los visto esta noche, espero poder verlos con más asiduidad.

Y es que la banda nos fue enganchando desde los primeros acordes, con un guitarra que dio mucha vitalidad a la actuacion, no sólo por su demostración de clase, sino también por sus intentos de que nos fuésemos metiendo en el concierto.

Presidiendo el escenario Alberto, también en The Northern Rocket, demostrando una entrega y entusiasmo por los temas que iba cantando, sin olvidar la gran personalidad que tiene su voz, utilizando en ocasiones la armónica como en ese “Walkin' to my baby”, que tanto nos gusto, como también lo habían hecho los temas precedentes.

Siguieron desgranando una tras otra canciones que parecían querer llevarnos a los grandes clásicos del blues, muy bien ejecutadas y que nos hacían movernos al ritmo que nos lanzaban desde el escenario o desde abajo, como en las repetidas ocasiones en que su guitarra decidió pasearse por la semi vacía sala y acercarse a los presentes, mientras una y otra vez iba exhibiendo sus dotes con la guitarra.

De nuevo Alberto tuvo que echar mano de la armónica en “Wait in time”, para después pedir un aplauso para Chuchi, batería de las dos bandas, por el esfuerzo que estaba haciendo, mientras seguían interpretando canciones dando una lección de calidad tanto los músicos como el vocalista.

Antes de ejecutar “Calzedonia”, vacilaron sobre la ropa interior de igual nombre, tema que sirvió para presentar a la banda y para agradecer al festival el que hubiesen contado con ellos, para, seguir dejándonos con más canciones sin bajar para nada el nivel de lo visto hasta el momento, dando por concluida su actuación tras una hora de recital.

Sin duda alguna, los presentes quedamos encantados con el concierto que dieron la gente de The Big Dogs y es que son una banda muy buena, con canciones que enganchan y que, esperemos, podamos ver más habitualmente porque, sin duda alguna, merece la pena verlos en directo.

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Y así, con el mal sabor de boca por la escasísima asistencia de gente pero contento por las actuaciones vistas, especialmente la The Big Dogs, marché de la Asociación Cultural Octubre, un lugar donde estamos en casa de verdad y donde siempre soy muy bien tratado.

Solo me queda desear a la gente del Vidiago que su edición de este año sea un éxito y que sigan acercándose a nuestras tierras para presentar su festival.

¡¡Larga vida al Vidiago Rock!!