En la capital del Turia se empieza a notar el cambio climático cada vez que Eskorzo nos visita con nuevo trabajo discográfico. La última vez ya fue descarado, en cuanto apagaron las luces de la sala Rock City, en la madrugada del sábado al domingo, subieron las temperatura y nos vimos sumidos en la “Zona caliente” que provocó una subida de la tensión arterial en todo el paralelogramo gracias a “La pena”, “Amenaza fantasma” y “Cumbia caníbal”

Desde el principio contábamos con la posibilidad de que una masa de deseada inestabilidad provocará alegría, contoneos, coreografías libres y hasta esqueletos desencajados, lo cual se iba confirmando con el paso de las canciones seleccionadas para la ocasión como ”Girón”, “Camino del fuego”, "Mala conciencia” y “La tumba”

Las predicciones para la noche se estaban cumpliendo, con predominio de vientos y un frente copando el repertorio fundamentalmente por el fruto de los dos últimos discos, que han supuesto una evolución musical y de público, ni mejor ni peor, diferente de lo que estábamos acostumbrado a recibir de la banda granadina hasta hace 4 años.”Pinta la pared” como excepción que confirma la regla para dar paso a “Despiadado corazón”, “Mambo zombie” y la balcánica “alerta canibal” que nos hizo enloquecer para cerrar esta primera racha del huracán.

El clima tropical, que había inundado la sala desde el primer momento, nos trasladaba por momentos hasta escenarios más típicos del caribe o américa latina, a la vez que nos devolvía continuamente a la esencia de Eskorzo, una amalgama de estilos y fusión diferente en cada composición, como escenificaron en su primer bis interpretando “Se felíz” y “Ojalá estuviera aquí” de corte sobrecogedor; la más eléctrica “paraísos artificiales”, para continuar salseando con “Los besos que me dabas”, queriendo imitar a las bailarinas de charleston en “clavelitos” y acabar haciendo el pogo en “somos pobres”. Un torbellino que lleva 20 años haciendo bailar a la humanidad.

Tras el cese de la tormenta afrontamos la recta final “suave”, con un bloque variopinto compuesto por el ya clásico “Reggae pa’Mai”, “Acelera”, tema que cerraba el penúltimo y exitoso lp de la banda, pasando por la excepcional adaptación del “guns of brixton de The Clash. Conjunción que rebajó un poco la presión atmosférica dando paso a movimientos de marejada y marejadilla, de cara a la llegada de la última gran ola.

Con una humedad rozando límites históricos para esta época del año, la banda agradecía el entusiasmo y cariño mostrado por los asistentes a la velada, y tras deleitarnos con solos instrumentales, ponemos rumbo al frenesí final con “El que tenga el amor” entre una nube espontánea de purpurina. Ovación y outro final desde la antípodas, “If you want blood” de Ac/dc haciendo honor al nombre del templo en el que disfrutamos de nuestra, a veces refinada, pasión por el ruido.

Queremos dar las gracias a Javier Blasco Giménez de RockAndLiveValencia.com por cedernos unas fotos para esta crónica :)