El escenario elegido para la presentación del último trabajo de los asturianos Last Days of Eden fué el otrora gran evento ocio-cultural la Semana Negra. Espacio que en su día lanzaba la cultura y la novela negra como gran aliciente, hoy reducida a 10 días donde las atracciones y establecimientos hosteleros copan el protagonismo, lejos de las exposiciones fotográficas sobre cualquier conflicto mundial, conferencias de escritores y figuras de la novela negra. Como todo, tendemos a banalizar la cultura, y con ello la música.

La Semana Negra está cayendo en popularidad al no ser ni la sombra de lo que fue, aunque sigue siendo un reducto para los amantes del rock y metal, que suele ser protagonista, si exceptuamos a los stands de música latina y regatonera.

Domingo, día soleado en Gijón y LDOE en el escenario central, buen menú se presentaba, además sabiendo que la banda anunciaba un concierto especial, al ser la presentación de "Cryssalis" en casa, por fin, en un gran escenario. Otro motivo era la presentación de Sara y Andrea a los violines, flautas y gaita, imprescindibles a la hora de aportar ese toque celta que la banda quiere, con acierto transmitir.

La puesta en escena apuntaba alto, toda la escenografía muy cuidada con 3 tarimas elevadas, donde Leo a la batería hizo las delicias, a un nivel incluso superior al que mostraba en Alquimia, Juan a los teclados, que están adquiriendo una importancia capital en el sonido del grupo y las mencionadas Sara y Andre que dan un dinamismo extra a la banda, liberando del peso a Adri y Dani, que se muestran más cómodos en el escenario. Con dos telones laterales y trasero mostrando la portada de su último trabajo.

Sonido impresionantemente bueno, a excepción del volumen de la voz de Dani la banda dio comienzo al bolo con "Dead man's tale" de su último trabajo, a los que siguieron The roots of life, Heading for the sun, The story teller, Falling in the deep dejando muy buen sabor de boca.

La aparición de Gus a la gaita en Queen of the north y la sorprendente La Lluna brilla en la denostada por muchos llingua asturiana, pusieron ese punto especial a un concierto que ellos sabían especial.

Los dos últimos temas: The Piper's call y Paradise pusieron el broche de oro a un show muy muy completo en todas sus facetas.

A pesar de no sé un estilo muy popular en España, la banda sigue dando pasos de gigante tanto a nivel compositivo como de puesta en escena de una banda que esperemos de ese salto definitivo.

Al menos en casa, en Asturias, en un gran escenario lo consiguieron. Enhorabuena LDOE.