Bajo el entorno natural y sostenible del Urdaibai se sitúa el Mundaka Festival, que año tras año sigue generando fieles que se acercan a la conocida localidad bizkaina todos los años para disfrutar de la música en directo en un sitio maravilloso y de lujo, sin masificaciones, muy a gusto, la verdad.

Una edición de tres días, donde solamente pudimos acudir a las dos primeras jornadas, disfrutando de las actuaciones de Vintage Trouble el primero y Bunbury el segundo, ambos como cabezas de cartel.

La jornada del viernes tuvo un desagradable protagonista como fue la lluvia, aguando las ganas de concierto con ese sirimiri, como decimos en el norte, que nos dejó prácticamente calados cuando tocaba DePedro. Antes salieron a escena la banda de Castro Urdiales, Copérnicus Dreams, que nos presentaron su segundo disco de estudio “The Honeymoon”, mostrando su pop folk melódico con estribillos y melodías pegadizos.

Hacía tiempo que no les veíamos, el circuito underground como el que dice, lo están dejando de lado y están aprovechando al máximo la oportunidad bridada en tocar en este tipo de festivales para llegar a más público.

Un concierto donde recordaron a su ex compañero, bajista, que falleció, por eso siempre se acuerdan de el en uno de los temas, “The Weeding Day”. También vimos alguna cara nueva, mujer para ser exacto, que apoyaba a los coros.

Rápidamente nos reencontramos con DePedro, esta vez con toda su banda al completo y no como la última vez en el Festival Actual de Logroño donde actuó en solitario. Un concierto con aires latinos, donde los temas de “Pasajero” fueron los protagonistas, uno de los discos, a día de hoy, más escuchados en nuestro país desde que salió, con temas humanos y cercanos, con reencuentros en tierras americanas que le inspiraron para dar vida a este genial disco.

En directo suenan genial gracias a la nutrida formación que acompañan a Jairo, con temas bien arreglados y con especial énfasis en la percusión y el saxofón. Escuchamos canciones como “DF”, “Panamericana” recordando a esa carretera de 48000 kilómetros que recorre desde Alaska hasta Buenos Aires.

También se volvieron algo íntimos mientras sonaba “Diciembre” o “Déjalo Ir”, momentos que guardamos en nuestra retina y eso que ya han pasado varias semanas desde que el festival terminó.

El paso de Fink por el Mundaka nos dejó fríos, quizás no fuera la mejor hora para disfrutar del talento y de las buenas canciones de folk, country y blues, muchos optaron por salir del recinto para acercarse al restaurante – bar situado a escasos metros de la entrada del festival

Y por último, no íbamos a dejar pasar la oportunidad de ver por cuarta vez a Vintage Trouble, para quitarnos la espina del concierto del Festival Actual de inicios de año que fue bastante flojo. Una vez más, desde que salen al escenario se meten al público en el bolsillo, su cantante Ty Taylor es un showman en mayúsculas, con una sonrisa de oreja a oreja dispuesto a montar un show que nos mantuvo expectantes de inicio a fin.

Sus temas son un cruce de caminos entre el ímpetu de James Brown hasta la sensualidad y el mejor soul de la recientemente fallecida Aretha Franklin. Siguen un guión perfecto gracias a temas como “Run Like The River” o “Strike Yout Light”, derramando auténtica personalidad repleta de sonidos soul, también “Crystal Clarity” con Ty al frente del trombón, o ritmos más fríos y sinceros en “Knock Me Out” con esos fantásticos bailes a los que nos tienen acostumbrados.

Y para finalizar, “Not Alright by Me”, Ty surfeando desde la torre de sonido tras lanzarse desde la valla hasta el escenario, visitando el puesto de merchan y recibiendo de primera mano el cariño de todos los presentes. Luego firmaron sin problemas ejemplares de su último disco “I Hopeful Rd”.

Vamos directamente a la segunda de las jornadas, que por diversos motivos sólo pudimos ver a Enrique Bunbury. Un concierto que nos dejó sin aliento, el músico zaragozano está en plena forma y tiene un público fiel que se sigue allá donde va, por eso ese día en el Mundaka se notó una gran afluencia de público respecto a la jornada anterior.

Mismo patrón del concierto que le vimos en Santander en el inicio de gira de su reciente disco “Expectativas”, un viaje con estas nuevas canciones que se camuflan en arreglos electrónicos, sin olvidarse de su anterior etapa en Héroes del silencio, tocando canciones como “El Mar no Cesa”, “Héroe de Leyenda”, “Mar Adentro” o “Maldito Duende”, una mirada retrospectiva, pero también mirando al presente y futuro con esos caminos latinoamericanos, “El Extranejro, “Infinito”, “El Hombre Delgado que no Flaqueara Jamás” o su canción protesta “Despierta” o de su último disco, “Parecemos Tontos”.

El concierto hirvió de pasión desde el arranque con temas de su último trabajo como “La Ceremonia de la Confusión” y “La Actitud Correcta”, tema escrito y dirigido a la prensa musical. mientras tanto el grupo coreaba su nombre “Enrique, Enrique…”, llegando el primer parón de la noche para lanzar las palabras “Gabón Mundaka”, explicándonos como se iba a desarrollar el concierto, recorriendo lo mejor de su discografía bajo un entorno especial.

Talento, poses, gestos, ese es Bunbury, una persona que controla el show desde principio hasta el final, un toma y daca de paseos por el escenario, incluso nos dio unas pequeñas clases de boxeo en “El Rescate”.

La actuación iba creciendo y la comunión entre público y grupo era perfecta, y más cuando aparecían en escena los temas de Héroes del Silencio como “Maldito Duende”. El fin lo pusieron con la fantástica ceremonia sonora “Lady Blue”, dejándonos a todos con una sonrisa de oreja a oreja.