COLABORACIONES
 Crónica
 
Nightwish + Beast in Black
  02/12/2018     
  Karlos García     
  Karlos García
  Sala Cubec, Barakaldo, Bizkaia
www.insonoro.com

Nightwish ofrecieron en Barakaldo un concierto vivo y lleno de pirotecnia y fuego, con proyecciones constantemente dejándonos un show único y vibrante, una de las últimas grandes giras que quedaban por venir en este 2018, con paradas en Barcelona, Madrid y Barakaldo, que fue la fecha a la que asistimos.

Última parada, en la Sala Cubec de Barakaldo la noche del domingo 2 de diciembre, dentro de una extensa gira que ya paso este mismo año por nuestro país con el concierto del WiZink Center de Madrid o su presencia en la última edición del Leyendas del Rock, ya que están celebrando su vigésimo aniversario como banda presentando el disco recopilatorio “Decades”, con esos sonidos tradicionales del folk apoyado por instrumentos tipo gaita o flauta.

Desde hace tres años, la banda la lidera la vocalista Floor Jansen, dando un nuevo impulso a Nightwish y consolidando su carrera que empezó años atrás con After Forever. Son veinte años de trayectoria que iniciaron con Tarja Turunen y que continuaron con Anette Olvoz desde el 2007 hasta el 2015, y ahora con Floor, tirando de la vertiente más comercial de la banda, un tipo de música actual y accesible a todo tipo de odios, con discos más arriesgados y alejados en su faceta sinfónica, modernizando su sonido a base de sintetizadores.

A pesar de ser domingo y con un puente a la vuelta de la esquina, más el precio de la entrada a mi parecer, elevado (58 euros), el público cumplió sobrepasando las tres mil personas, una cifra, se nota que Nightwish se prodigan poco por nuestro país.

  
Beast in Black
 

Como compañeros de gira estuvieron la joven banda Beast In Black, una banda con actitud, pero con mucho parloteo entre tema y tema, a veces cansinos llegando a pasar cinco minutos hablando sin parar. Sonidos de heavy metal clásico a la par de moderno, con muchas partes grabadas que deslucían su directo.

Yannis Papadopoulos, líder de la banda, acompañado por dos guitarras y bajista, altamente atentos a las primeras filas para mostrar su mejor cara, gesticulando y cambiando de posición constantemente, al igual que su cantante que al menos mostraron un bonito show visual. El batería, una bestia, una gran pegada a la par que espectacular, dejándonos a grandes rasgos una banda notable, pero con ese pero que nos dejaron las partes grabadas en todas sus canciones.

Pero actitud y ganas tienen, suficiente para que el público les siguiera el juego y les conociera por primera vez, participando con los móviles en temas como “Ghost In The Rain” o “Blind a Brozen”, esta última, un himno en toda regla.

“Zodd the Inmortal” vino rápida y oscura, dejándose las agallas sobre el escenario volviendo rápidamente a su vertiente más melódica y emocional con “Born Again”.

  
Beast in Black
 

Tras ellos y el correspondiente tiempo para retirar el backline de la banda, aparecieron Nightwish, por delante teníamos dos horas de actuación, un espectáculo con cientos de detalles, sincronización, pirotecnia y llamaradas de fuego controlado.

Tras una intro galáctica y con el planeta tierra de por medio, entraba Troy Donocloy, uno de los culpables del cambio de sonido de la banda con los instrumentos que le acompañan, la flauta y la gaita, un arranque donde la pirotecnia y el fuego tuvieron algo de protagonismo, acompañando a temas como “Dark Chest Of Wonders”, “Wish I Had an Angel” o “Come Cover Me”. Las pantallas iban acompañando perfectamente a cada uno de los temas, con bastantes imágenes que tenían como protagonista el planeta tierra, tanto con bellas instantáneas de frondosos bosques, lagos y demás historias, resaltadas por los marcos que las acompañaban.

Como esperábamos, repasaron sus grandes éxitos, muchos de los temas pertenecían a sus álbumes más representativos, “Oceanborn”, ”Whismaster”, ”Once”, “Dark Passion Play” o “Imaginaerum”.

Como anécdota, comentar que tras salir del foso de hacer las correspondientes fotos y tras el tema “Élan”, Floor Jansen pidió al público que no se fumara durante el transcurso del evento, principalmente para que su voz no sufriera, nada transcendental, sobra decir que está prohibido fumar en recintos cerrados, pero al final siempre sucede lo mismo, hay varias personas que se lo pasan por el forro demostrando que su falta de empatía con el resto de asistentes es notable.

El concierto poco a poco abría su vertiente sinfónica gracias a canciones como “Sacrament of Wilderness” o “Dead Boy's Poem”, donde Floor se siente más segura y su voz brilla con luz propia tomando el papel protagonista del concierto, emocionándonos como bien sabe hacerlo. Continuaron con la cover “Elvenjig” en el ecuador de su concierto, cabalgando en terrenos folks e instrumentales, momentos en que la voz de Floor se tomaba un descanso.

  
Nightwish
 

Siguieron con “Elvenpath” con ese alma espiritual y rítmico que nos llevó a la vuelta del disco “Imaginaerum” gracias al tema “I Want My Tears Back“, donde escuchábamos por igual la voz de su bajista Marco Hietala, eso sí, a medio tono. El concierto avanzaba sin contratiempos, aún quedaba la traca final y los temas más movidos de Nightwish, canciones que casi nos dejan sin respiración tipo “Last Ride Of The Day”.

Entrando en la recta final, todos sabíamos que los grandes temas tenían que  hacer acto de presencia, canciones elegantes, como “Carpenter” cantada de inicio por Troy, que de seguido fue envuelta por la bella y dulce voz de Floor, uno de esos temas que traspasan el alma nada más escucharlos.

Aceleraron con “Devil & The Deep Dark Ocean” para despedirse por primera vez desde el escenario, un tema sinfónico y oscuro, no sin antes interpretar “Nemo” donde nuestras mentes recordaban a Tarja, pero rápidamente se nos pasó al escuchar las guitarras de “Emppu Vuorinen”.

Recta final con los tres últimos bises, el público estaba totalmente encendido para recibir esa traca final que vino gracias a “Slaying The Dreamer” envuelta en melodías, “The Greatest Show On Earth Live” con protagonismo de inicio de su teclista Tuomas Holopainen y paso a la flauta de Troy, rematando la noche con una de las canciones de su gran disco llamado “Once”, hablamos de “Ghost Love Score”, con una pegada de batería de inicio que fortalece la entrada de la voz de Floor, dejándonos una comunión perfecta entre toda la banda.

Sentimos esa felicidad que dejan los grandes conciertos, una vez más Nightwish lo han conseguido, siguen estando en los más alto del pedestal del metal melódico mundial.

  
Nightwish
 
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Beast in Black - Nightwish
 
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