Medina Azahara no necesita presentación alguna: A estas alturas, es bien sabido que se trata de una de las bandas en activo más importantes de este país, tanto por su trayectoria y calidad, como por sus cuatro décadas de historia. Los Cordobeses se encuentran actualmente presentando su último disco, “13 rosas”, pero también haciendo un repaso a toda su carrera musical. Con estos alicientes, ya sabíamos lo que nos íbamos a encontrar: Una sala Jimmy Jazz hasta la bandera, con unos parroquianos de cierta media de edad, y muchas ganas de rock andaluz.

Primera parte del concierto: Dos Medleys repasando los inicios

Efectivamente, el concierto comenzaba con mucha puntualidad, con dos medleys que dieron un buen repaso a los primeros discos de la banda. En concreto, el primer medley  repasaba los mejores temas de los cinco primeros trabajos de estudio, y el segundo hacía hincapié en la época dorada de la banda; los años 90.

Ambos medleys ya nos dejaron ver el gran estado de forma de los músicos, con especial mención para Paco Ventura, que sigue siendo uno de los grandes de nuestro país a las 5 cuerdas, así como Manuel Ibáñez a los teclados, que lleva 10 años siendo elegido como el mejor virtuoso nacional de su instrumento. Curiosa, por cierto, la plataforma giratoria en la que se presentó el susodicho, ya que no paró de dar vueltas y vueltas durante las dos horas que duró el show.

Lo de Manuel Martínez ya es de otra galaxia. Siendo justos, quizás la edad haya afectado al cantante en cuanto a movimientos, ya que se muestra bastante estático en el escenario, llegando a interpretar bastantes temas incluso sentado en una baqueta. No obstante, vocalmente sigue sonando como siempre, llegando a todas las notas sin despeinarse un solo momento, cantando los temas íntegros y dejándonos disfrutar de ese “deje” flamenco tan característico suyo. Esta voz es única, ¿Qué pasará cuando decidan jubilarse los Medina? ¿Quién cogerá el testigo?

El caso es que los dos popurrís que abrieron al show, fueron una buena manera de repasar muchas canciones en poco tiempo, pero con el inconveniente de dejarnos con ganas de más, ya que ningún tema llegaba a sonar entero realmente.

Segunda parte: Presentación del “Trece Rosas” y grandes himnos

A estas alturas el público hacía rato ya que había entrado en el concierto, y así seguiría hasta el final. En la segunda parte tocaba repasar algunos de los temas de su último trabajo discográfico, “13 rosas”, con pequeñas presentaciones para cada tema, a cargo de Manuel. Una de las más memorables quizás, cuando dejó caer aquello de que a pesar de los centenares de kilómetros que nos separan a Andaluces y Vascos, nuestras culturas se funden en una gracias al rock. Y qué razón tiene.

Por supuesto, no podían falta para acabar la fiesta, los grandes: Paseando por la mezquita, Córdoba, Aprendimos a Vivir, Palabras de libertad, etc. Y para poner la guinda al paste, las dos que nunca pueden faltar en un concierto de Medina Azahara: “Todo tiene su fin”, “A toda esa gente” y “Necesito respirar”.

Una grata sorpresa fue la presentación final que hizo la banda de todos sus miembros, utilizando riffs y partes muy reconocibles de grandes canciones de la historia del rock. Tras dos horas de puro rock, y dejando un muy buen sabor de boca a todos los asistentes, los Cordobeses se retiraron del escenario y pusieron rumbo a la tierra de sultanes.

En resumen, pudimos volver a disfrutar del calor de ”la banda” estandarte del rock flamenco, que a pesar de los 40 años en la mochila, parece que tienen gasolina para muchos más. Y que nosotros los veamos.