Con más frío de lo habitual en Sevilla, y algo de viento acompañando, una larga cola de público esperaba sobre las 20:30 la apertura de puertas, y es que el nuevo material de Gritando en Silencio era muy esperado en su tierra, un “Material Inflamable” que seguro haría entrar en calor a todos los asistentes, que además de sevillanos, había de todos las partes del país, incluso de muy al norte de España, la presencia de Gatibu en el concierto se hizo notar muy mucho, y no era raro escuchar a gente hablando en Euskera en el recinto, grata noticia que dos grandes bandas consiguieran poner a rebosar una de las mayores salas de concierto de Sevilla.

Sobre las 21:00H, se apagaron las luces y salieron a escena Alex Sardui y sus Gatibu, como hemos comentado anteriormente, mucha parte del público los esperaba con ansias y se podía escuchar como muchos coreaban el nombre de la banda; acompañando a Alex, estaban Haimar Arejita a la guitarra, Mikel Caballero al bajo y Gaizka Salazar a la batería. La banda viene con “Azken Indioak” (2018) recién sacado al mercado, su último trabajo de estudio; Precisamente con “Gelditu Zaitez”, extraído del disco, abrieron el concierto.

Por supuesto, todas las canciones están cantadas en Bizkaiera, un dialecto vizcaíno del Euskera, idioma habitual en sus trabajos. Continuaron con “Uhinak”, “Salto!” (uno de sus últimos singles), e “Iraultza Alaia”, todas extraídas de “Azken Indioak”, al igual que las siguientes, “Zure Uretan” y “Ez Naz Makurtuko” con las que interpretaron en su totalidad (a falta de “Oh, Nire Maitie”) este último disco, en orden canónico.

 A partir de este momento del concierto, la banda se encargaría a hacer un repaso de su discografía con algunos de sus temas más exitosos, “Bixotza Suten”, “Lorak Eskeintzen” y un animadísimo “Bang-Bang Txik-Txiki Bang-Bang”, por poner unos ejemplos. La banda sonaba estupendamente y el público compenetraba a la perfección con ellos, no era un simple grupo que venía a abrir el concierto y listo, me aventuro a decir que compartían casi cabeza de cartel y que contaba con muchos seguidores en la sala, que continuamente coreaban los estribillos de las canciones. Ya entrábamos en la recta final del concierto, y con agradecimientos constantes al público nos dejaban “Urepel”, “Euritan dantzan”, era una de las más esperadas sin duda de la noche, “Ez Naizu Epaitu”, “Nire ondoan baziña” entre otras.

La introducción de la batería daba comienzo a lo que sería otro de los momentos de la noche, “Gabak Zerueri Begire” y su eo eo fue de lo más coreado en todo el concierto, incluso por aquellos que no conocieran a la banda y sus canciones, y es que Gatibu consiguió conectar con todo el público, algo muy positivo y que da muestra del buen hacer de la banda procedente de Gernika. Para cerrar el concierto, “Aske Maitte” y “Zeu, Zeu, Zeu!” pusieron el broche final a una gran actuación que no dejó indiferente a nadie y consiguió captar la atención de todo el público durante casi una hora y media de concierto.

Poco más de 20 minutos tardaron en montar el escenario para el equipo local, y es que hoy les tocaba jugar en casa a la banda sevillana Gritando en Silencio, ante su público, que una vez más, había abarrotado la sala para verlos con su nuevo trabajo, “Material Inflamable”. Marcos Molina capitaneando a la guitarra y voces, Miguel Ángel Santos a la guitarra, Alberto Curtido al bajo y Jorge Correa a la batería; Muchas son las críticas positivas que ha cosechado el último trabajo de estudio de la banda, y sin duda había muchas ganas de verlos defenderlo en directo. No tardaron en dejarnos el primero de ellos, y es que el concierto dio comienzo con “Mi último cartucho”, esas guitarras canallas y rockeras, quizás más rockeras que nunca en este disco, sonaban a la perfección en una sala, que se caía para ellos. Nos iríamos ahora a su disco “Maldito” (2011) para escuchar “Dos semanas y unos Domingos” y vuelta a su último con trabajo con “Rumbo de colisión” y “los ojos del huracán”.

El concierto iba ejecutándose como si de una máquina bien engrasada se tratase, y es que la banda sevillana ha conseguido que se puede hablar igual de bien de sus trabajos de estudios como de sus directos, potentes y sonando fiel a los discos, algo que debería de ser una obviedad pero que es tan difícil de encontrar, y actitud, mucha “Actitud” en el siguiente tema. Con “Mírame Desnudo” nos iríamos al primer de su trabajo más antiguo (Contratiempo 2009), seguiríamos con “Sácame de aquí”, single del último trabajo y del cual pudimos disfrutar del videoclip dirigido por Joaquín Villalonga.

Un pequeño paso atrás en el tiempo para ir a su anterior trabajo, aunque ya han pasado 4 años de “La edad de Mierda” (2015), para escuchar “A las Armas” y “Entre tus piernas”, con ello ya habríamos hecho un repaso de los 4 discos de estudio de la banda, pero todavía quedaba mucho concierto, y aunque los temas iban cayendo uno tras otro entre agradecimientos y muestras de lo contentos que estaban por tocar en su tierra y con su público, aquel que mejor que nadie los vio crecer, no perdió ni un punto de intensidad. “Ya Debió cambiar”, donde Marcos nos habla, previamente al tema, de aquellas tradiciones nacionales que se siguen defendiendo por el único hecho que se han venido realizando en nuestra historia y que como  titulan al tema, ya debería de cambiarse; “Lágrimas de un paria” y la versión más blusera de la banda con “Alma de Blues”, pero con mucho rock también. “Dias grises”, “A la luz de una Sonrisa” y uno de sus temas más aclamados, “¿Dónde te has quedado?”, la sala animada cantó con todo sus fuerzas el estribillo.

La siguiente, “Perdedores en la Lluvia” fue para mi uno de los mejores temas que sonaron esta noche, y es que aunque personalmente me parezca de las mejores canciones que tiene la banda, la interpretaron con una delicadeza y un gusto digno de alabanza. Llegaba la recta final del concierto y aunque amagaran con despedirse, sabíamos que todavía quedarían unos cuantos temas, como “Vértigo”, “Volviendo a Casa” o “Rutina en las Venas” (Parte 1 y 2), un último corte del último disco con “Como si no hubiera nada más” y el animado y crítico rock and roll “Rock and Roll Barrabás” para despedir la noche, no sin antes anunciar que se bajarían a saludar a todo aquellos que quisieran, dejando claro que aunque ellos estén arriba del escenario se sienten como uno más de abajo, y quizás sea una de las claves de la banda, que aunque estén gozando de un éxito notable, se les ve las ganas y humildad con la que realizan su trabajo.

Gatibu, venidos desde el norte de España, y Gritando en Silencio, en su casa, Sevilla, hicieron de este sábado día 2 una muestra de buen hacer encima de un escenario, con unos setlist muy bien escogidos y un sonido impecable en ambas actuaciones, y consiguieron algo muy complicado hoy día, mantener al público metido y con alta intensidad durante 3 horas y media de música en directo, inmejorable sabor de boca.