Con un menor presupuesto pero con la misma ilusión de años anteriores se afrontaba la décimo primera edición del Tirgorock. Un festival gratuito, sin ánimo de lucro, organizado por la asociación Cultural Amigos de Tirgo,
que dado su carácter humilde, año tras año, lucha por su supervivencia.

Uno de los factores que determina su continuidad es la implicación y concienciación de los que acudimos, colaborando por la causa, consumiendo en la barra e intentando darlo a conocer entre nuestros amigos y conocidos.

Por ello, no debemos olvidar nunca que no cuentan con ningún tipo de ayuda ni subvención pública, y que la  asistencia y participación de todos, hace posible que la ilusión y el sueño de estos jóvenes sigan intactos y más vivos que nunca. ¡Animo a todo el mundo acudir a la próxima cita!

Este año el cartel era menos explosivo que el de otras ediciones, apostando más por grupos con una no muy amplia trayectoria musical, pero con un indiscutible talento e ingenio, como es el caso de Memoria De Pez ó 6eiskafes, y teniendo como auténticos cabezas de cartel a una de las mejores bandas de Metal- Hardcore de nuestro país, nos referimos a lo madrileños Habeas Corpus, una autentica revolución en directo.

La noche no podía arrancar mejor, con el punk rock de los mirandenses Dios Es Kristo, a quienes ya hacia unas semanas atrás había tenido la oportunidad de ver en acción en el Petróleo Rock, uno de los festivales importantes de nuestro país y que curiosamente se lleva cabo en su localidad natal.

Esta vez dispusieron de mayor tiempo, por lo que nos presentaron más profundamente su primer trabajo “Gritos de Rabia”. “Fiel A Tus Ideas”, “Llorando Sangre”, “Siempre Igual”…, temas totalmente reivindicativos, con textos que relatan la vida misma y los problemas existentes en la sociedad, tales como las guerras, el maltrato, el racismo….

Aunque su música está fuertemente influenciada por grupos de la escena punk rock nacional, por citar algunos Boikot, Disidencia, Piperrak, no carece de originalidad, ya que se han atrevido a fusionarlo con algunas pinceladas de Ska, un considerable encanto y atractivo.

Con “Envenenado” (Parabellum), “No Hay Tregua” (Barricada), “Mierda De Ciudad” y un remix con trozos de canciones de Kaos Etiliko, lograron mantenernos en vilo.

De la interesante propuesta de Dios Es Kristo pasamos al afanoso y convincente rock de los vizcaínos Memoria De Pez. La banda liderada por Jon Calvo ( Inconscientes) hizo un espectacular alarde de destreza, descargando un show magistral, enérgico, y lleno de adrenalina, en todos los sentidos.

A este cuarteto se les podría incluir en el grupo de formaciones que sobre un escenario muestran una actitud cálida y de entrega absoluta con su público. Abrieron con fuerza con “Delante Del Espejo”, en la que, tanto Laka como Jon hicieron gala de sus intenciones, un despliegue emocionante de virtuosismo a las guitarras, que continuaría durante todo el show, haciendo las delicias de los allí asistentes.

“Mírate” nos condujo definitivamente a un total estado de éxtasis, del que resultaba difícil escapar. Esa corriente eléctrica de apetitosas dosis de rock fraguaba a viento y marea, cosa que lograba una perfecta comunión.

Los músicos se sentían cómodos y muy receptivos a lo que su seguidores estaban sintiendo. Momentos emotivos con versiones a grandes maestros “Flojos del Pantalón” (Rosendo) y “Tan Solo Rock & Roll (Antonio Flores), en la que Jon dio rienda a su locura, bajándose del escenario con guitarra en mano, daban paso a momentos espléndidos de plena dedicación y lucimiento, “El Genio De La Botella”, “Mil Lugares”…   ¡Sus pegadizas melodías llegaron a buen recaudo!

Lo más sensato era pensar que los que fueran a caldear en exceso el ambiente serían los ocho miembros de la formación pucelana 6eiskafes, puesto que su propuesta era la más idónea para el bailoteo y el desfase. Al final dicho razonamiento se cumplió.

Nada más subirse al escenario los músicos, la peña ya comenzó a impacientarse, mostrando que querían desinhibirse por completo al son de esos cálidos sonidos de Ska.

Si su primer disco ha sido toda una revolución y de un éxito inimaginable, compartiendo escenario en ocasiones con Ska-p, como fue el caso de París, no quiero ni imaginarme lo que les depara el segundo, eso si, espero que su consolidación definitiva en lo más alto de la escena.

En directo suenan contundentes, dejando una huella difícilmente de borrar. Esa noche en Tirgo no contaron con un buen sonido, muchos acoples y es que a veces resulta bastante complicado para los técnicos lograr ecualizar con acierto tantos instrumentos, pero con mucha soltura y oficio, y composiciones propias de protesta, “Paga, “Hartos”, sendas versiones a Rosendo (“Callejones”) y Potato (“Pegamento”) animaron al personal que supo agradecer en todo el momento su derroche de energía y entusiasmo.

Cerraron la velada los madrileños Habeas Corpus, que aunque horas antes habían descargado su artillería pesada en Leitza (Navarra), no mostraron para nada síntomas de cansancio.

Concierto apoteósico en el que los miembros de la banda cumplieron con creces su función de músicos y abanderados de una actitud propia, enérgica y bien transmitida a un público, que fue recibiendo con auténtico júbilo la retahíla de canciones, de lucha y antisistema que iban interpretando.

Las mismas iban cayendo uno a uno sin ningún respiro, con dureza y un sonido devastador. Momentos realmente salvajes se vivieron en “Después Del Último Adiós”, “Poder Es Tener y Tener Es Poder”, “En El Punto De Mira” ó “Mano de Hierro”, en la que M.A.R.S. incitó al respetable a que se atreviera a llevar a cabo un “Wall Of Death”, pero que se quedo bastante en el intento.

En los bises una dosis realmente profesional de puro Hardcore, “A Mi Familia”, la versión de un clásico de Agnostic Front, “Basado En Una Historia Real” y “Fascismo Nunca Más” en el que recordaron la suspensión del Soria Rock y la fatídica muerte de Carlos Palomino a manos de un fascista.

Así es como se clausuró esta edición, en la que esperamos hayan podido recaudar bastante dinero, para que la continuidad sea factible un año más.