El veterano grupo Doctor Deseo, con su cantante Francis Díez como auténtico líder se acercaba con un nuevo álbum bajo el brazo, “Deseo: Cartografía imposible”, a la sala Jimmy Jazz gasteiztarra. Y hasta dicho lugar me acerque para presenciar por primera vez un directo del quinteto bilbaíno.

Doctor Deseo ofreció el pasado viernes 16 de Abril en Durango el primer concierto de la gira de presentación del nuevo trabajo. Para dicha ocasión se agotaron las entradas varios días antes, por lo que, para la cita vitoriana se esperaba también un gran ambiente.

Y así fue, pese a no agotarse la totalidad de las entradas, la sala presentó una muy buena entrada y durante las algo más de dos horas que duró el show, público y grupo se mostraron totalmente compenetrados y entregados.

Se demoro unos minutos la salida de los músicos, y por fin, a las 21:45h. Daba comienzo el bolo.

Mientras sonaba la intro fueron apareciendo uno a uno los componentes del grupo Txampi, Toro, Raúl, Josi… unos acordes más tarde le tocó el turno a Francis, quien lo hizo con su habitual vestido negro, sombrero, guante en la mano izquierda, liguero rojo en la pierna derecha y plátano en mano, el cual devoró antes de abrir el repertorio con “Hambre y sed… De ti”.

A esta le siguió “Destrozos, promesas y arrepentimientos”. Por lo que ya desde el inicio comprobamos que el concierto iba a estar marcado por la presentación del nuevo trabajo y es que ambas pertenecen al disco nuevo, el número doce en la discografía del grupo.

Siguieron con “Jugaba el placer al escondite”, tema con el que lograron que el público se enganchara a sus ritmos y dejara la timidez a un lado.

Intercalaron temas de álbumes anteriores como “Mi torpe corazón” o “Abrázame” con los temas del nuevo disco. Pudimos disfrutar de los diez cortes de los que se compone “Deseo: Cartografía imposible”, por lo que no se anduvieron con chiquitas y realizaron una presentación de los nuevos temas en toda regla.

Acompañó al grupo en varios temas la viola de Agus, “Que amanece de nuevo” y “De la mano de un deseo” entre ellos.

El ritmo del show se mantuvo con la discotequera “Dancing in Hell” y “La química precisa”, temas en los que el carismático vocalista descendió del escenario para mezclarse entre un público al que tocó, olió, sintió y abrazó en innumerables ocasiones.

Tras un merecido descanso, llegó el turno de otra nueva canción, “Lagrimas de placer”, a esta le siguieron otras como “Sexo ternura y misterio”, “Suspira conspira” o la aclamada “Corazón de tango”, durante las mismas, Francis continuó con sus insinuaciones y provocaciones a sus seguidores, quienes disfrutaban con cada una de ellas e incluso los más osados se atrevían a responder. Los bailes entre seguidores y vocalista también estuvieron muy presentes.

Para el final del acto dejaron “Deseo: Cartografía imposible” y “Has debido llorar”, temas quizás demasiado melancólicos para ser los encargados de cerrar la noche.

Así concluía una brillante actuación del quinteto vasco en la que el morbo, el sexo, el deseo y la buena música fueron protagonistas.