Con un poco de retraso (pido disculpas) pero tenía que contaros lo bien lo pasamos con Seiskafés hace unas semanas. El pasado 18 de diciembre volvían, por fin, a tocar en su ciudad. Estábamos de nuevo en la sala Black Pearl, no me sorprendió el revuelo de la entrada, pues parece que se les había echado de menos, viendo como, llegada la hora prevista la sala se llenaba rápidamente.

Se hicieron esperar unos minutos y para presentar su nuevo álbum empezaron con el single, “Nikolai”, anticipado por la “Marcha de Nikolai”, que es la perfecta intro instrumental para un concierto. Supongo que nada es al azar. Continuaron con “Ciudad Gris” y con un accidentado viajecito en “Bienvenidos a Dubai”.

Inevitable bailar cuando sonó “Que buena”, de su disco debut, seguidamente volvieron con sus nuevos temas, aunque nuevos no quiere decir desconocidos, la gente se sabía (me incluyo) todas y cada una de las letras. “De aquí pa allá” fue la siguiente, seguida de “Animal”.

Un alto en el camino para hacer una visita al “Psikiatrico” a ritmo de ska. A los ocho Seiskafés se les quedaba pequeño el escenario de la Black Pearl, en sentido físico y en sentido metafórico. Mención directa a ciertos organismos municipales al inicio de “Esclavos”, mostrando su descontento con el cierre de algunos locales de la ciudad.

A todos se les veía pasarlo bien y eso se contagia. Se dieron el gusto de tocar una versión de Rosendo con “Callejones”, siempre dándole ese puntito que hace suyas las canciones. Una historia de prejuicios, miedo y rebelión con “Tiembla” fue el siguiente tema. Y como los gamberretes de la clase, revolviendo el escenario, Iván, Dani y Cuadri, divertido trío el de la sección de vientos. Durante el concierto no acerté a ver el fondo de la sala pero desde las primeras filas parecía estar a rebosar.

El escenario no sería muy grande pero bien colocados si que cabían un par de amigos más así que los Seiskafés recibieron a Faura y Dani del grupo La Linga para tocar “El enterrador”, versión de Tako e incluida también en el nuevo álbum. A continuación, bajaron dos y subieron otros dos, miembros del grupo Puto Periodo, para colaborar en un tema propio, “El rey es un putero”, sutileza verbal, no hay más que verlo.

El público no había parado desde el principio, se lo estaba pasando en grande, las guitarras y los vientos congeniaban de forma perfecta, las voces, de Iñaki y Juanma más agudas y la de Victor más grave encuentran perfectamente su sitio en cada momento. Y sonaron las ya conocidas “Hartos” y “Ska-K” para inventarse una despedida que lógicamente no nos creímos.

La intro que recibió los bises fue a cargo de Aleix, a la batería y Juanjo, al bajo, bonito regalo para los presentes. La fiesta continuó con “Paga” y “Pegamento”, tributo a Potato, de su disco “De Cartera”. Para acabar bien la noche tocaron “Cantarranas”, sugiriendo tomar unas cervezas después del concierto en algún garito de la plaza del farol. Y “Bajo sospecha” como último tema para así haber desgranado todo su “Bailad Malditos”. Terminó el espectáculo entre abrazos, agradecimientos y una foto de grupo con el público para el recuerdo.
 
Si ya dieron que hablar con “De Cartera”, buena pinta de superarlo tiene lo logrado con “Bailad Malditos”. Nos veremos en más ocasiones, en más fiestas sobre el escenario, aunque espero que no se olviden de tocar en Pucela de nuevo, para diversión de sus paisanos. Esa noche incluso resultó divertido evitar terminar en el suelo entre pogos y saltos. Allí habíamos ido a bailar y el que quiera calma que se vaya al cine.