¡Puff!, y luego salieron a escena Ska-p,
y digo ¡puff!, porque cuando les ves solo se te
ocurre decir eso unas 300 veces. Pues allí salieron
todos, aunque más bien se les quedaba el escenario
pequeño. La playa se llenó, alrededor de
4000 personas no querían dejar escapar la oportunidad
de ver a la banda, ¡anda que no es difícil
verles!.
Yo, la última vez
que les vi fue hace dos años, y por aquel entonces
Txikitín y Gari no
formaban parte del grupo. Así que si cuando les
vi me quedé flipada, suponía que aquel día
el impacto sería aún mayor.
La fiesta había empezado,
y no me preguntéis cual fue la primera canción,
ni la última, porque no me acuerdo. Yo estaba allí
para disfrutar y pasar un buen rato, y de eso no tengo
duda alguna. Pero bueno, alguno de los temas que se escucharon
fueron “El gato lopez”,
“Tío Sam”,
“Cannabis”, “El
vals del obrero”, “Estampida”,
“Niño soldado”,
“Intifada”, “Mis
colegas”, “Kasposos”,
“Welcome to hell”,
“Mc Dollar”,
“A la mierda”,
“ETT,s”...La verdad es que hubo muchos que
quedaron en el tintero, pero, ¡cómo para
tocar todos!, y creo que no tocaron ninguna ni de “Ska-p”
ni de “Eurosis”.
Entre risas los policías
que había al lado de la playa escuchaban y veían
a la gente moverse y gritar a viva voz las ya más
que populares comparsas. Que, por cierto, para las personas
que no lo sepan la actuación tenía lugar
en la playa de Laredo (Cantabria),
hecho que hizo aún más especial aquel día.
No sé, parece que se respiraba una calma, una paz,
una tranquilidad fuera de lo normal. Un sosiego que sin
duda romperían los madrileños. Pipi salió
disfrazado de policía, de preso, de zancudo americano,
de Raphel, de torero... haciendo
todo un espectáculo.
Creo que hay pocas bandas
que estén a la altura de esta, y sino a la vista
está el éxito que tienen en otros países,
y a la vista está también la sobrada calidad
de su más reciente trabajo. Hablando de todo un
poco, yo creo que a los que estábamos allí
no pudo menos que atravesarnos una lanza el corazón
al oír, por ejemplo, “Mis
colegas” o “Niño
soldado”.
El trombón y la trompeta
le han dado una solidez al grupo indiscutible, y enriquecen
mucho más sus actuaciones y su música. Yo
no pude menos que reírme cuando Txikitín,
que tiene la voz tan dulce como su tamaño corporal,
entonó un “Insistimos”
en “El vals del obrero” al más puro
estilo heavy, ahora eso sí, allí insistimos
todos.
Ves a toda la banda subida
al escenario y sientes como se lo pasan bien, como viven
la fiesta, te hacen disfrutar. Aunque también saben
conmoverte a la vez que hacer que pases un rato formidable.
Joxemi se marcó la
versión de “Lola”
de Cicatriz. Y también
pudimos tararear todos una versión transformada
por la marihuana de “Macarena”. Al final se
fueron con unos acordes acojonantes y demostrando que
están ahí y que les queda mucho por decir.
Desde luego que fue una
fiesta de esas que no se pueden olvidar, aunque no habría
estado mal que hubiera durado un ratito más. Ahora
sólo nos queda que se dejen ver un poquito más
por aquí, y que nos sigan regalando sus energías
y si puede ser un disco que despunte tanto como “Que
corra la voz”. ¿Lo conseguirán?,
ni lo dudo.
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