Por alguna
extraña razón la palabra magia y el rock&roll
están, últimamente, bastante ligadas. Va
a ser cierto que el trabajo bien hecho siempre está
recompensado. Eso pensarían Javi, Lucía
y Julián, jefazos-cabecillas y demás de
Manerasdevivir cuando el domingo, o el lunes, vete tú
a saber, digirieron el resultado de la que habían
montado la noche del 2 de abril en la sala Bilborrock,
lugar escogido para tan magna reunión social. Otra
vez ese ritual camuflado de diversión que tanto
nos gusta.
Aunque el día empezó
pronto. 24 horas antes para algunos: conciertazo de Nuevo
Catecismo Católico en Barakaldo. Cómo
se lo curran los giputxis!!!. Incluso nos dio por jugar
al fútbol con nefasto resultado: empate. El combinado
cantabro con un euskaldun adoptivo dejó escapar
una clara victoria ante un equipo que no hacía
más que cambiar jugadores. Así cualquiera.
De todos modos, que a nadie se le olvide el titular de
Marca al día siguiente. Por si no os acordáis:
Colinas, pichichi.
Y con resaca y agujetas
nos plantamos en la Bilborrock.
Y es que en un lugar santo como aquel y en una ciudad
como el puto Bilbao no podía tener lugar otra cosa
que lo que se vaticinaba.
Los primeros de la noche
fueron Las Orejas del Lobo
que destriparon casi al completo su disco Toda una vida
e incluyeron en su repertorio las ya habituales versiones
de Los Ronaldos, Barricadas o la castellanizada ‘Yo
creo en milagros’ de Ramones. Nada nuevo que no
se haya dicho ya en esta página sobre ellos y que
no se vaya a decir en adelante. Muy compactos, con pocos
errores y con un Jorge pletórico
esa noche…consiguieron ofrecer un concierto de rock&roll
de los mejores que les hayamos podido ver. Y van….Hay
futuro en Cantabria. Claro que sí.
Turno para los extremeños
Sínkope. Hacía
cosa de tres os cuatros años de la primera y última
vez que les ví en concierto y la verdad es que
cumplieron las expectativas con creces. Rock&Roll
sin más. El puto rock&roll que dirían
otros. Con dos discos más en el mercado desde aquella
época, basaron su repertorio en temas como Sin
cruces ni cementerios; En tarros de miel; A un beso mío
le llaman ruina….Aunque para algunos se parecen
a grupos como Extremoduro o Marea, lo cierto es que Sínkope
tienen una base musical propia, con un frontman como Vito
que, por lo que se ve, va mejorando con los años
y que aporta un saber estar en el escenario. Guitarras
muy rockeras que no es que aporten nada nuevo a la música
pero que lo que hacen, lo hacen bien. Suficiente.
Lástima que por culpa
de los horarios (los conciertos en Bilborrock
tienen que acabar a las doce de la noche) no pudieron
tocar todo lo que tenían previsto, versión
de Leño inclusive, en honor a los organizadores.
Buen sabor de boca el que dejó Sinkope a los que
esperamos volver a ver prontito por estas tierras.
A partir de aquí,
sino antes, comenzó otro ritual camuflado de vete
a saber qué. Unos de recogida y otros a cerrar
el casco viejo de Bilbao y Bilbao a altas horas de la
madrugada o tempranas del día que entraba. Colofón
para una gran noche que tuvo su origen hace ya muchos
años cuando a un ex músico le dio por crear
una página web sobre rock&roll. Frikifan!.
Ahora sólo nos queda conseguir hacerle ver que
no sólo de Leño vive el hombre y que la
segunda fiesta en Bilbao
tiene que ser punk-rockera. Sí o sí.
Nota:
Sentimos no tener fotos de Las Orejas del Lobo de aquel
día. :(
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