Un día después del Baiturock, empiezo a escribir esta crónica, ¿para qué retrasar más la cosa?, el día después es muy duro (todos lo sabemos), pero sin duda alguna es aquel en el que las cosas se recuerdan con mayor claridad, así que... ¿porqué no escribir sobre el festival hoy?.

Habíamos estado en ediciones anteriores y conocíamos el recinto, el pueblo... vamos, que sabíamos cómo iba la cosa, y para allí que fuimos sin pensarlo dos veces. Como bien sabéis, las entradas se habían agotado dos días antes, bajo mi punto de vista, una buena noticia que sirve para demostrar que a estas alturas la cita veraniega en Villarcayo se ha convertido en algo más que imprescindible; y deja a los burgaleses como los poseedores de “El festival del verano”, ¿quiénes podían ser si no?, ¿quién aparte de ellos logra tener una comunidad tan extensa por toda la península?....continúa...