Si alguien dice que el mundo está hecho una mierda a estas alturas de las circunstancias ya no es algo que vaya a extrañar a nadie. Pero es de agradecer que entre tanta inmundicia una banda logre sacarte una sonrisa de los labios y alegrarte el día. Algo que puede ser muy sencillo y muy difícil a la vez.
 
No sé si esto les habrá costado mucho o no a los valencianos Despeinados, pero lo han conseguido conmigo y ya desde la primera escucha. Lo que está claro es que su primer disco, "Buenos días" es un canto a la esperanza y a la vida, es un trabajo capaz de teñir con un arcoíris la oscuridad más profunda surgida después de una tormenta. Bueno, algo sí que les ha costado porque llevan diez años como banda y esta es la primera grabación que tenemos de ellos, ¡jejeje!. Sin duda alguna es una carta de presentación muy buena.
 
Una amalgama de colores y de sensaciones inundan este disco tan vitalista y tan mágico que hará que te den ganas de echar unos bailes a los ritmos de sus canciones. Resulta difícil permanecer con los pies en el suelo al escuchar temas como "Carnaval" o "Mendigando". Pero bueno, como setas las hay en todas partes, lo que sí que aseguro es que si tienes un día de esos horribles por lo menos te hará mover el cuerpo de cintura para arriba.
 
La nota de ironía y de guasa la ponen "Colócate", donde cada uno puede elegir la manera de hacerlo, si en un buen trabajo o en una buena nube, ¡jejeje!, y "Pepe", que es el encargado de cerrar el disco con su particular historia de "amor".
 
Parece ser que ahora cuando una persona no sabe dónde meter un estilo lo clasifica como "comercial", algo con lo que no podría estar menos de acuerdo. Este disco puede gustar a mucha gente, pero no por ello parece hecho con intención de vender miles de copias, ¡que ojalá que lo hagan!, y no me extrañaría. Si hablamos de algo comercial cuando tienes en tus manos lo que puede ser un auténtico pelotazo, pues sí "Buenos días" es un disco muy co… ¡cojonudo!. Aquí tienen cabida el ska, el punk, el rock, el corrido mexicano y todo lo que se te pueda pasar por la mente. Ahora eso sí con un gusto exquisito. A mí desde luego me han sorprendido por ejemplo el riff de guitarra de "Mendigando" y otros cuantos detalles que dejaremos descubrir a los ávidos oídos de los que quieran.
 
Grupos como Despeinados son de esos con los que uno aprende a amar la música, entre otras cosas porque se salen de la sota, caballo y rey, te inundan en un mar de matices y de melodías y te hacen ver la gran plasticidad que puede tener un ritmo.
 
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