COLABORACIONES
 Reseña
 
Demonik "Las Cenizas de la Tierra"
  13/06/2013     
  Mikel García
 
¡Habilidades sintetizadas!
 
Si la mejor defensa es un buen ataque, el regreso de los madrileños Demon, rebautizados bajo el nombre "Demonik", podría considerarse como una colección de ganchos certeros. Un manifiesto sonoro increíblemente ambicioso, que reúne el énfasis melodramático de los mejores Testament con la actitud ruda de los primeros Metallica, oscilando entre sólidos y martilleantes riffs cubiertos con líricas llenas de rabia y odio al más puro estilo Exodus, elementos sometidos y modelados para responder a las exigencias de cada canción, en nombre de una cohesión que radica en un equilibrio de alardes técnicos y respeto casi sagrado por el género.
 
Aunque la utilización de patrones prefijados sigue siendo uno de los lastres que aún arrastran estos madrileños, un constante balanceo de referencias thrasher ochenteras, hemos de señalar que han sabido asimilar todas ellas, meritoriamente y con suma coherencia, llegando incluso a concentrarlas con estilo propio y revelándose como una banda lo suficientemente preparada para dar su paso a una división superior, unas ambiciones poderosas, para nada enfermizas, de querer comerse el mundo entero de un solo bocado. "Las Cenizas de la Tierra" es un trabajo, cien por cien, adentrado voluntariamente al género al que quieren pertenecer (Thrash Metal), rindiendo reverencia a los padres del género, a cargo de una obnubilada retahíla de sufrimientos descarnados, e intentando llevar en ocasiones la clásica sonoridad thrash hacia alguna parte poco explorada, sirviendo de puente en el empuje hacia nuevas tendencias.
 
No todas las canciones apuntan a sonoridades clásicas perfectamente ecualizadas y punzantes como un picador de hielo, como la "Tormenta", "Culto a la Guerra" o "Vision", en esta última aportando su granito de arena su ex-vocalista Sergio Diaz, proporcionando una sensación de que tu equipo vaya a estallar de un momento a otro y con la convicción del que pisa un terreno de sobras conocido; confluyen otras que van tejiendo filigranas instrumentales, de innata capacidad imaginativa, "Mi Ira", "Bala Tras Bala" o "Existir" (composición puramente instrumental) contribuyendo a aliviar y enriquecer un discurso cuyo juicio a la originalidad no se erija en algo estéril o necesitado de algún que otro contraste que desdibuje una aparente linealidad.
 
Era inevitable que el grupo creciese dado su potencial, pero difícil era que grabasen un álbum tan acertado como éste, sin embargo no les vamos a colocar aún en lo más alto del escalafón, todavía tienen margen de mejora. Probablemente este disco va a pillar a contrapié a más de un fan del grupo, gracias a la energía vocal avasalladora de su nuevo cantante, Jesús Míguez, no obstante dudo que pasada la sorpresa inicial alguien se pueda mostrar algo decepcionado ante un disco como éste, con unas solidas intenciones de renovación más que innovar. ¡Seguro que oímos hablar de ellos en el futuro!
 
www.demonik.es
 
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