¡Hacia el despertar de la conciencia!
 
Vivimos dormidos, en estado casi catatónico, ignorando la inmensidad de la vida, la infinidad de posibilidades que disponemos en un mundo enorme, esperando que sea este el que nos proporcione lo mejor de si mismo; inmunes al dolor ajeno y cayendo una y otra vez en el abismo de la perdición como consecuencia de las emociones generadas por el pensamiento distorsionado, las cuales impiden un autocontrol emocional. Obviamente, no podemos permanecer impasibles ante el vertiginoso proceso de deshumanización, la ignorancia del aferramiento propio y el perpetuo ofuscamiento fruto del aislamiento y egoísmo de cada cual en sus intereses, debemos potenciar el desarrollo de nuestra consciencia espiritual, la iluminación de nuestra verdadera naturaleza, dejar la puerta abierta de par en par, a la unidad y totalidad de nuestra condición humana, promoviendo el respeto y tolerancia hacia los demás.
 
Los murcianos Darknoise nos brindan un segundo trabajo "Kronos" cargado de buenas intenciones, la lucha por un mundo mejor, un despertar del letargo en el que estamos sumisos para construir juntos una mejor sociedad, libertaria, libre de violencia y cualquier tipo de autoritarismo politico-militar. El desterronamiento de toda malevolencia, dolor, sufrimiento y desgarro emocional o lo que es lo mismo despertar a la abundancia de la vida, vivir sin ataduras ni miedos, disfrutando de cada momento, dando y recibiendo cariño; y elevando la conciencia a una dimensión mayor, un entendimiento cada vez mas amplio sobre lo que nos rodea y sucede, el aprendizaje de saber esquivar el sufrimiento. Para ello, prescinden de todo efectismo superfluo en los arreglos, optando por epidérmicas líneas melódicas que, en todo su esplendor, plasmen fortalezas humanas amortiguadoras ante las desgracias que se encuentran en la vida; progresando con paso firme hacia el sentido de la realidad e impulsando la capacidad de volver a nosotros mismos, buscar esa energía necesaria para alcanzar la iluminación, mediante cadencias metaleras y embriagadores pasajes musicales de diferentes tonalidades, con la tranquilidad del que pasea sin fijar su mirada en nada concreto
 
Diez canciones en el dan cuenta de la enorme solidez con que han forjado su estilo, un mundo propio construido mediante unos parámetros excesivamente definidos e inamovibles. Un rock/metal alternativo que pone en énfasis el intimismo (rasgo muy potenciado en este segundo trabajo) y un carácter indefectiblemente asociado a la esperanza, fe y superación, hay que luchar por lo que se quiere; creando una atmósfera común, aprender a verse a uno mismo, a comprenderse de verdad. Melodías irrebatibles en las cuales circulan atrevidos sin pagar peaje en las zonas densas y complejas texturas de pozo gravitatorio, "Sacrificio", "Astral", "Ciclos", siempre cimentadas a partir de unas bases no libre de influencias y es que si uno empieza a rastrear en ellas, encuentra huellas de sabor inequívoco a Sôber, Tool, Stone Sour... Contactos que sirven siempre como punto de partida, nunca como finalidad, suministrando un singular acabado, estéticamente bello.
 
No sería correcto achacar esa explosión de sentimentalismo sónico sólo a la extraordinaria voz de Jesús Maciá, el magnífico apoyo de guitarras vitaminadas y angulosas en confluencia con diversos matices cromáticos e imprevisibles, forma una simbiosis perfecta, alcanzando momentos sublimes, en "Chemtrail", "Soñare", "No Volverá" en la que colabora Jesús Pulido (Savia, Turbolovers) o "Palabras De Cristal", reflexiones sentimentales que remiten a la búsqueda de un espacio propio dentro de la sociedad, envueltas en melodías, de altos vuelos, que tienen en su inmediatez y frescura su máximo atractivo, aflorando sin pudor, un calculado positivista para estos tiempos tan chungos en los que vivimos. Con todo ese potencial, concentrado básicamente en la fuerza de una voz melódica, no hay objeción posible al definir al quinteto como unos correctos artesanos. Un gran valor, aunque seguramente no se les pueda pedir nada más que eso. Un ente aislado en su particular introspección y admirable cosmovisión metafísica. Háganse partícipes de ella.

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