Es indiscutible que The Misfits fueron los encargados de cimentar las bases del horror punk, uno de los subgéneros más peculiares del punk rock. Un punk con temática y estética diferente, inspirado en el cine de terror de serie B, de los años cincuenta y sesenta. Un estilo musical que ha permanecido por mucho tiempo en un estado underground y que parece estar actualmente en auge.
En nuestro país los máximos exponentes de dicho resurgimiento son los bilbaínos Carniceros Del Norte que plantean la posibilidad de abrir nuevas puertas, bajo los véstigios de un halo de oscuridad siniestra. No son los únicos, la joven banda sevillana Horror Business, liderada por Yol Madina , la hija de Fernando Madina (Reincidentes) se recrea en aquellos bizarros ritmos de escasa duración, abarcando en sus letras temáticas que exudan aroma a serie B por todos sus poros, babosas alienígenas que siembran el terror adolescente y sanguinarios asesinatos, navegando con clase las aguas del mar del hardcore punk.
Parten de un pequeño mundo propio que se alimenta del hiperexplosivo sonido de los Misfits, la fuerza sonora característica de los californianos Bad Religion y el espíritu punk ramoniano. Rabia canalizada de manera inteligente como la recepción de los elementos psicoactivos del cannabis en los neurotransmisores del cerebro. Apreciación palpable desde la primera nota de "Sky Descent", donde la energía del grupo toma forma y no sucumbe hasta el último tema "After Betrayal".Temas cortos y directos que no dan tiempo a aburrirte como el ajedrez televisado, sonando cada nota y melodía en su justa medida, con nervio e identidad. Son apocalípticos en "Sex With A Zombie","Wolfman", psycho-punkeros en "Let Me Drown You" o "Monsters" y accesibles en ritmos pegadizos y estribillos golosos "Delirium Love", "Hell On Earth" demostrando que la calidad no tiene porque reñirse con la comercialidad, provocando la alternancia de sensaciones y generando unas intensidades siempre cambiantes de lo adrenalínico a lo melódico, sin que se les eche en falta alguna estridencia que les haga más creíbles.
Su sonido no es una suma de influencias sino la fusión de todas ellas para crear algo absolutamente personal, sin eclecticismos infundados llenos de desajustes sino con coherencia y buen gusto. Ignorarles será un error que no te puedes permitir, no hay peor ciego que el que no quiere ver.
16/04/2015 
Mikel García 
