¡Riqueza en contrastes!
 
Tan importante es el fondo como las formas o al menos eso es lo que siempre he creído, aunque en los tiempos que corren, lo más habitual sea encontrarse con un envoltorio deslumbrante pero vacuo e intrascendente. No será eso lo que halléis en "Dark Ages", el segundo trabajo de los catalanes Embersland, cuyas canciones están más cerca de las ilusiones que de lo tangible, enhebrando un castillo de emociones que esquiva la caducidad de la experiencia real. Una obra que sigue con las directrices marcadas en las mismas sendas que su primogénito "Sunrise" pero con una acertada y renovada visión, una apertura estilística notable mediante la acertada incorporación de May como segunda cantante principal y una riqueza en arreglos sencillamente sorprendente, logrando que cada escucha sea una búsqueda interior, un intento pleno de regocijo para desentrañar el alma.

Desde que comenzamos a escuchar "Sunrise (Pat II)" nos rendimos ante el exquisito tratamiento aplicado en todos los aspectos, estructuras muy bien plasmadas merced a cambios de tempo, bases de atmósferas oscuras y ritmos progresivos, un colchón de teclados que lleva más peso que las propias guitarras y la fuerte presencia de elementos sinfónicos y arreglos en la melodía. Una grandilocuencia fecunda de imaginación, nada ostentosa ni rimbombante, teniendo como punta de lanza el espectacular dueto entre la voz lírica de May y la gutural y grave de Will. Pese a los numerosos matices, suaves tesituras que nunca pierden el halo oscuro e interludios instrumentales que van revistiendo temas como: "Closer", "Hope" o "Where Are You", la banda no cae en una sobrecargada ampulosidad. Son muchos los detalles que se hacen fundamentales, perfectamente buscados y trabajados, reveladores de una búsqueda de contrastes en texturas para otorgarle la magnitud idónea a los sentimientos que pretenden transmitir. Elementos brillantes dispersos que conjuntamente dan forma, coherencia y sentido a la obra.

Si por el contrario preferís algo con un toque más gótico y melódico, precioso en arreglos de teclado y con otro gran estribillo, escuchar "WTF... Fuck Off!" en el cual evidencian muestras de una evolución natural de madurez compositiva, manteniendo un estilo que ya es suyo y en la que cualquier comparación está de más. Fantástico también el sonido recogido en "The Mirror Of Your Soul", con una envoltura total en guitarras, voces y la gran cantidad de elementos ornamentales fundamentales en una formación que emana tradición nórdica por los cuatro costados."Deadweight" saca el lado más dramático y operístico del grupo, que también lo tiene. Hay un tema en esta obra como "When I Die", que es el que puede resultar más asequible a oídos ajenos al metal sinfónico con tesituras más metaleras propias del señor Portnoy y en la que la voz complementaria de Carlos Torregrossa va creando una atmósfera mágica que envuelve. Un servidor no tiene la sensación con Embersland de que den vueltas a las canciones sin sentido buscando un lucimiento sin más. Son piezas construidas con un recorrido buscado y específico, partiendo de una sólida base que supone el hecho de haber ofrecido un sonido propio desde la primera obra.

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