Por fin tenemos en nuestras manos el esperado primer disco de los cántabros Mazo de Santo, una banda formada por experimentados músicos de la tierruca, que llevan desde el 2013, fecha en la que iniciaron su andadura, haciendo sonar su particular mezcla de Hard Rock y Stoner por todas las salas donde les han llamado, habiendo realizado ya un buen número de conciertos.
La formación de la banda está integrada por Alex Palacio a la voz, Dennis Cea y David Viadero a las guitarra, Raúl "Chaman" al bajo y Marta González a la batería, que son los que han grabado este primer disco, sin título, y que es una muy buena carta de presentación de la banda y de su sonido.
Con una más que acorde portada, que se reproduce en el CD físico, obra de de Lin-Z de Tatto Serie B, el cual también se ha hecho cargo de la maquetación, nos encontramos con un disco de ocho temas, que ha sido grabado a finales de mayo del 2018, en los estudios Derive Division de Santander, producido, masterizado y arreglado por Alex Pis, siendo las fotografías que contiene obra de Álvaro Ramiro.
El disco arranca con unas guitarras con las que comienza "Laberinto", para que la batería de paso al resto de los músicos y al particular y personal timbre de voz de Alex, introduciéndonos en un tema bastante cercano al Hard Rock, pero sin caer en los clichés del estilo, siendo una pieza con un estribillo pegadizo y a la vez muy trabajado, y donde las guitarras tienen su momento de lucimiento en la segunda parte de la canción. Un buen golpe en la mesa para abrir el disco.
De ahí nos vamos a "Muerdo el polvo", donde la batería da paso a unas afiladas guitarras, encontrándonos con un Alex que va modulando su voz a las exigencias de cada canción y de cada parte de la misma, siendo un tema donde las guitarras van amagando su aparición estelar hasta que lo hacen, mediado el tema, de manera lucida, mientras la potente sección rítmica va a acelerando y decelerando este tema, que cuenta con muchos cambios de ritmo.
Nos introducimos en "Nido de serpientes", donde el stoner aflora en mayor medida, pero siempre desde su punto de vista particular, con esos efectos de guitarra iniciales, que dan paso a un tema que va cogiendo fuerza y peso a medida que la canción avanza, siendo un tema contundente, donde brilla especialmente la sección rítmica en su conjunto, pero sin que las guitarras dejen que te olvides de su gran nivel, con un Alex que, una vez más, se ajusta perfectamente y con personalidad a cada parte de la pieza.
Seguimos avanzando con "Entre avispas", un tema que empieza con un tranquilo sonido de guitarra, avanzando la canción con lentitud, pero con contundencia, mientras Alex va entregándose a la pieza con más intensidad aun si cabe, con variados registros, pasando los instrumentos por su momento de protagonismo, para, sin perder el ritmo de la canción, seguir con un sonido más machacón, que da de bruces con una guitarra, que se luce, finalizando el tema con ese sonido cercano al stoner que le ha presidido y unas buenas guitarras que le finiquitan. Temazo.
"Golpes bajos" ha sido el primer single de este disco, con ese sonido inicial que recuerda a los orígenes del Hard Rock, con un cierto aroma retro, y una guitarras juguetonas, que no desaparecen en todo la canción y que cuenta unos logrados coros, que refuerzan más el estribillo, para, hacia la mitad del tema, frenarlo y comenzar una segunda parte que va in crescendo, con una magistral aportación de la sección rítmica, coronado por unas guitarras que, una vez más, se lucen gracias a esa combinación de sencillez y eficiencia. Una buena carta de de presentación.
Las guitarras con la que se inician "Clave de fe", dan paso, primero a la sección rítmica y luego a la voz, siendo un tema cañero y machacón, con un ritmo intenso y constante, mientras las guitarras aparecen durante todo el tema como desafiantes, hasta que, en la parte final la canción, primero se ralentiza y se vuelve más pesada, para luego ser la guitarra la que acelera el tema, con un gran solo de guitarra, oyéndose unos teclados de fondo, dejándonos una pieza corta pero con muchos contrastes.
El bajo pide su parte de protagonismo en el inicio de "Papel mojado", hasta que, primero las guitarras y luego la batería, aparecen con brillantez, mientras Alex sigue dando al tema una inigualable personalidad, siendo un tema con muchos contrastes y donde, ciertamente, más se puede apreciar el gran nivel de los músicos y de un cantante que sabe amoldarse a las exigencias de cada parte del tema, redondeando entre todos una pieza que está muy trabajada y donde los detalles aparecen por todas partes.
Y llegamos al final del disco con "Templo de barro", un tema que se inicia con el sonido de la sección rítmica, dando paso a una guitarra machacona, antes de encontrarnos con la voz de Alex, que parece aun más cómodo en este tema, con una parte central, redoble de batería incluido, que tiene una de esas frases que se te quedan grabadas, demostrando lo bien trabajado que está todo, no solo en este tema, sino en el conjunto del disco, finalizando así la obra de manera magistral.
En este primer disco de Mazo de Santo se aprecia perfectamente todo el esfuerzo y mimo con el que han estado haciendo las cosas desde el primer momento, buscando un sonido bastante personal, tanto en lo musical, como en lo vocal, siendo, por ello, unas canciones que tienen un estilo bastante propio y que, a la vez, son accesibles pero tienen muchos matices y registros, que no se perciben a la primera escucha.
Siempre es de agradecer que las bandas se estrujen la cabeza para dar ese sello personal a los estilos por los que quieren transitar, en este caso, esa mencionada mezcla de Stoner y Hard Rock, y Mazo de Santo lo han conseguido con creces en este disco que, no solo por su duración, poco más de media hora, sino por lo fluido de las canciones, se hace muy ameno, conteniendo temas que, aunque sigan una misma línea, todos ellos tienen sus propia identidad.
Mazo de Santo ya tiene su primer disco, el cual les servirá de presentación ante quienes no los conocían y descubrirán una colección de muy buenas canciones, con mucha personalidad y ejecutadas con mucha clase.
Muy recomendable tanto el disco como sus directos que son aun mejores.
27/12/2018 
Txutxy Cano 
