Este era otro de esos sábados en los que había bastante donde elegir entre la amplia y variada oferta musical en Cantabria; sin embargo decidí acercarme a la que era mi primera opción desde el principio: Burning. Y es que los de Madrid son una de esas bandas que forman parte, de una u otra manera, de la banda sonora de todos los que pasamos la cuarentena y es que más de 40 años es lo que llevan en activo y, hasta el momento, las veces que les había visto me habían gustado mucho en directo. Para esta ocasión contaban, además, con el aliciente de Hendrik Röver & Los Míticos Gts, que jugaban en casa, y los Desvariados, una banda muy prometedora y que al final se convertiría en lo mejor de la noche, al menos para mí. [ crónica ]