El sábado era otro día fuerte en el festival. A las 10 de la mañana, aun con los churros sin digerir, ya estaba abierto el Meeting Point. A las doce un DJ. pinchando música en el Santi´s Beach Bar. Una pena que no pudiéramos disfrutar del día, quedándonos con las ganas de ver, a eso de las tres de la tarde, a Coffin Nails. Otro año será. A las siete de la tarde, sin solución de continuidad, la carpa para los conciertos de la noche volvía a abrir sus puertas y poco después ya había de nuevo música en vivo. [ crónica ]