Vamos a volver a viajar hasta el pasado 2024, concretamente al viernes 22 de noviembre, en el que, en una noche fría, como no puede ser de otra manera a esa altura del año, íbamos a disfrutar de la actuación de los chicos de The Volquetes, en el Pub Parada de Bus de Torrelavega, en donde, como se esperaba, pasamos una divertida velada con este ahora quinteto y sus versiones del punk rock.

Recordemos que esta banda se crea, aproximadamente, en el 2013, aunque algunos de sus componentes ya habían tocado juntos en Los Pendejos, estando integrada la formación por Mantilla, voz, Mikel, guitarra, Sammy guitarra y coros, Chucho, bajo y coros, y Ángel, batería, y a los que no había vuelto a ver en vivo desde principios del 2019.

También a primeros del 2019 se remonta la última vez que había visto un concierto en este conocido pub torrelaveguense, al que me acerqué con algo de tiempo, aprovechando la espera hasta el comienzo de la actuación para charlar con algunos de los presentes, viejos conocidos de muchos eventos como éste, respirándose un ambiente muy familiar.

Tras una breve espera, comenzaba la velada, en un local lleno hasta los topes, con el mítico tema “Roots radicals”, de Rancid, en el que se alternaron a las voces Mantilla y Sammy, tras el cual se presentaron, por si había algún despistado, para continuar con “Creepy jackalope eye”, de Supersuckers, una canción muy movida y animada, con toda la gente literalmente encima de los músicos.

El siguiente corte, “Stay with me”, de The Dictators, tuvo dedicatoria incluida, siendo un tema muy animado y coreado por la concurrencia, para, tras afinar, continuar con “Olympia, WA”, de Rancid, una canción que la empezó a cantar Sammy, siendo muy pegadiza y movida, una pieza que tuvo un gran final, con Mikel luciéndose.

Quisieron dedicar a Félix, un amigo de la banda, “Who will save rock and roll?”, de The Dictators, un tema que es un verdadero himno y que fue muy coreado, para hacer una doble versión de Los Pendejos, comenzando con “Niño esfera”, una canción muy movida y pegadiza, además de rápida, siendo unida con “La hora del gañán”, que dedicaron a Aníbal, de los Stupidfacientes y de T-22, la cual empezó lenta, para luego acelerarse, un clásico que fue muy cantado y celebrado por los allí congregados.

Momento de tomarse un breve respiro, para seguir con otro tema de sus adorados Rancid, como es “Ruby soho”, con Sammy de nuevo comenzando el mismo, un corte que también fue muy coreado, siendo unido con “Journey to the end of the east bay”, de la misma banda californiana, una pieza que fue iniciada por el bajo de Chucho y con Sammy a la voz, la cual sonó muy rápida.

Después de tomar aire, porque afuera hacía frío, pero allí todo lo contrario, era el momento de “I wanted it all”, de Dee Cracks, un tema muy rápido y potente, tras el que felicitaron a Chema, del Torrelavega Soundcity, por su cumpleaños, sacando una tarta con velas y todo, para continuar con “Twisted”, de Zeke, una canción muy intensa y poderosa, además de sonar con mucha fuerza.

El sonido de la batería fue el que dio comienzo a “Territorio dagger”, de los malagueños Airbag, un corte muy rápido, que fue seguido por “Bachelor's high”, de New Bomb Turks, un tema muy animado y guitarrero, que sonó muy cañero y constante, contando con un machacón final, para, tras vacilarse entre ellos, seguir con una pieza llamada “Luck” en su repertorio y que no logré reconocer, la cual tuvo un juguetón sonido de guitarra y que fue tocada a toda velocidad

Con un eléctrico sonido de guitarra empezó “The age of pamparius”, de los Turbonegro, un tema que contó con unos buenos y pegadizos coros y que fue un corte muy movido, con momento de lucimiento de Mikel incluido, para agradecernos nuestra presencia y dedicar a Kike, responsable del local, “Honour is all we know”, de Rancid, una pieza que fue tocada a toda velocidad y que sonó muy contundente.

Y aunque en un principio su concierto y su repertorio se acababa ahí, se animaron a volver a tocar “Who will save rock and roll?”, de The Dictators, un tema que empezó con mucha fuerza, dejándonos con un corte muy movido y coreado y con el que pusieron el punto final a s velada, tras estar sobre las tablas casi una hora.

The Volquetes no engañan a nadie y quien los conoce sabe lo que va a encontrar en una actuación suya, dándonos, esta noche, un muy buen concierto, muy animado y entretenido, notándose ese plus que le ha dado la incorporación de Mikel a esa formación ya asentada y que se conocen muy bien, logrando que todos disfrutásemos con su música en directo.

No cabe duda de que ir a ver a The Volquetes es sinónimo de disfrutar de una hora que se te pasa en un suspiro, con unos músicos que nos van desgranando, uno tras otro, esa selección de clásicos del punk rock o como lo queráis llamar, todo ello tocado con clase y desparpajo al mismo tiempo; si te quieres pasar un buen rato escuchando buena música, vete a verlos en vivo.

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Después de despedirme de algunos de los presentes, me fui del Parada de Bus, un local que ojalá programase más música en directo, tras pasar un buen rato con la música de The Volquetes, rodeado de mucha gente conocida y disfrutando de un buen ambiente; por más noches como ésta y gracias a la banda y a la dirección del establecimiento por haberlo hecho posible.