A lo largo del planeta
podréis encontrar a muchos tipos de peregrinos.
Hay gente que va a la Meca, otros hacen el camino de Santiago,
otros se van a Lourdes en busca de un milagro. Nosotros
tenemos nuestro propio vicio. Nosotros vamos a ver a Transfer.
Cuando digo nosotros me refiero a un grupúsculo
de individu@s que últimamente seguimos al grupo
valenciano a muchos conciertos. En este caso, tuve la
ocasión, una vez más, de pegarme una panzada
de kilómetros con los amigos Juantxu
y Txontas de Santurtzi, bueno, de Mamariga, que
no haya problemas.
El objetivo de este fin de semana era llegar
a Palas del Rei en Lugo,
el viernes por la noche. De ahí marcharíamos
al día siguiente a Villarcayo.
Casi nada. Puestos en marcha, algunos más que otros,
cogemos rumbo a tierras galegas. De camino nos advierten
de que el concierto se va a suspender por la lluvia. Falsa
alarma. La organización, esa misma que se atreve
a montar en Galicia un festival con un escenario descubierto,
consigue mover todo el tinglado a una especie de nave
que hace las veces de Feria de Ganado
y convierte aquello en una improvisado Gaztetxe. El sitio
quedó bastante bien. (Nota para l@s más
tiquismiquis: Ya sé
que un Gaztetxe no se puede improvisar y que es algo más
que un sitio grande para dar conciertos, era por hacer
una comparación. Que no se me exalte nadie)
Se me había olvidado decir que en
el festival además de Transfer
tocaban los Segis, otro vicio
del que escribe. Ah, también tocaban Boikot, Fe
de Ratas y Jacky Trap a los que, por motivos que no vienen
a cuento, escuchamos pero no vimos.
Al poco de llegar, los saludos de rigor,
a comer algo, soportar los improperios que soltaban mis
dos acompañantes al verme comer (tengo que deciros
que ellos los fines de semana, guardan la línea
y no comen) y de ahí a ver a los TRANSFER.
Que grupazo! Creo que se ha dicho todo de ellos en esta
web pero no nos cansaremos nunca de decir que son muy
grandes y muy buenos. A pesar de los kilómetros,
a pesar de que lloviese...aún así valió
la pena. El repertorio fue el que nos tienen acostumbrados
últimamente con la novedad de los cambios de orden
de las canciones. Himnos como Desde que te vi, La gran
mentira, Fin de siglo, Okupa y Resiste...nos hicieron
destrozarnos la poca garganta que nos quedaba a algunos.
Lo dicho, una pasada. Como decía Txontas....”joder,
cada vez que les veo me gustan más”.
Turno para los asturianos Jacky
Trap a los que he visto últimamente muchas
veces. Después de ellos, otros vecinos, esta vez
Fe de Ratas. Curiosamente, y por misterios de la ciencia,
estos dos grupos, al igual que Boikot,
sonaron mucho más altos que Transfer y los Segis.
Dicen que “haberlas haylas”. ¿Será,
pues, cosa de Meigas?.
Lo que no era cosa de Meigas,
por raro que pareciese, era la forma de mezclar kalimotxo
en ese sitio. Algo increíble. Mezclaban la bebida
en calderos pequeños...y luego lo echaban a uno
inmenso. Lo siento por ellos, pero así quedó
el kalimotxo. Imbebible. Una pena.
Las horas pasaron hasta que por fin, a eso
de las 5 y pico de la mañana salieron a tocar los
Segis con una mala leche
como pocas veces habíamos visto. Si bien el técnico
de sonido tenía ganas de ir a dormir y por eso
debió bajar el volumen...el técnico de luces
directamente se durmió o eso creímos al
ver que dejaba las luces quietas y deslumbrando al personal.
Hay que tener mala hostia...
Liberación,
Doce años, con acompañante femenino en el
escenario (yo que tú no volvería a hacer
eso con estos dos, Ana Belen),
Niños con armas y demás trallazos hicieron
que los allí presentes disfrutáramos como
enanos. Con respecto a los segis, nos pudimos enterar
que tienen idea de meterse a grabar algo nuevo dentro
de poco (con bonus track y tó!!! Jajajaja). Esperamos
ansiosos....
Después de una más que masiva
despedida de todos los allí presentes nos pusimos
en marcha para Villarcayo.
Ya lo dice la canción: “ y a la vuelta siempre
toca de parar en alguna gasolinera, para cagar, mear o
adobar” O algo así.
Hasta otra nueva peregrinación
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