Hay canciones que marcan una época y otras que trascienden el tiempo. Quiero Ser Santa, nacida en la oscuridad magnética de Parálisis Permanente y convertida en himno con Alaska y Dinarama, pertenece a ese segundo grupo. Cuarenta años después, Nina Raku la rescata para devolverle su filo y vestirla de nueva vida. Su versión no busca la nostalgia, sino una relectura emocional que le permite apropiarse del mito desde la vulnerabilidad y la fuerza. Spotify








































