Carta abierta de Julio Castejón reflexionando sobre la música en directo, indicado que este es el peor verano de su dilatada carrera. Extraido de juliocastejon.blogspot.com.es: "Este es un pésimo verano para la música en vivo, yo no recuerdo otro peor en 44 años. Sin duda es el precio que la profesión está pagando por décadas de intervención de la mano pública en la gestión cultural. Ahora no hay dinero en los ayuntamientos y todo se derrumba como un castillo de naipes, dejando en la penuria a miles de compañeros que, aunque con dificultades, hasta ahora, han pretendido vivir de tocar.
Estoy a favor de que los poderes públicos creen y gestionen espacios e iniciativas para que la cultura fluya, pero no la contratación con cargo al presupuesto. Ya en el 82 comenzó a parecerme mal que la mayorÃa de los músicos termináramos dependiendo de los recursos públicos, como asà ha sido, accediendo a una especie de funcionariado que no garantiza nada; hasta hace bien poco, ni las aportaciones a la Seguridad Social como cualquier trabajador. Eso impulso una dinámica quimérica de la puesta en valor del coste de la oferta, lo que produjo una inflación del costo de las actuaciones que producÃa sonrojo en muchos casos. Por décadas se dio la paradoja de que, algunos shows llegaran a tener cachets absolutamente desmesurados, injustificados. Y asà era porque, quien los pagaba, no era socio doliente. La programación, mayormente decidida por alcaldes y concejales ajenos al mundo cultural, se realizó con preceptos de rentabilidad polÃtica, que no pública; de ahà que un artista incipiente, sólo por el hecho de tener cierta notoriedad pública, vamos: ser mediatico, como se dice ahora, de la noche a la mañana triplicaba y cuadruplicaba el cachet, por poner un ejemplo, de una banda arraigada dotada de trayectoria y argumentos artÃsticos contrastados.
En esta época de recortes es normal que la tijera entre con menor dolor social por aquà más que por la sanidad o la educación. Y hasta puedo comprenderlo. Pero este estrangulamiento de la música, se suma a la devaluación que ya padece y eso deja un montón de incertidumbres colgadas del aire. Los músicos tienen poco de donde tirar para sostener sus carreras y sus vidas, lo que les envÃa directamente a girar alrededor del sumidero a punto de precipitarse por su negro destino. Definitivamente los jóvenes que con ilusión se acercan a la música, hoy lo tienen imposible; o por lo menos: mucho más difÃcil que lo tuvimos nosotros. Eso me duele más si cabe.
Conviene debatir el futuro entre todos aquellos que puedan aportar visión inteligente. Hace falta encontrar el foro para hacerlo, cosa que no es fácil.
Por lo demás, feliz verano a todos."