Segunda jornada del festival, de nuevo la lluvia hizo acto de presencia pero menos mal que solamente fue a primeras horas del día. Esta fue una jornada marcada por la actuación de Judas Priest en su gira de despedida, donde días atrás asistíamos a su concierto de Barakaldo. 

Entramos al recinto a primeras horas del medio día para ver a unos Primal Fear y a ver si de una vez por todas nos quitábamos esas asperezas vividas en sus actuaciones pasadas por nuestro país, demostraron que con su nuevo disco vuelven a gozar de un buen estado de forma, si señor, ya era hora!!.

Suicidal Tendencies, capitaneados por el incansable y dinamizador Mike Muir, consiguieron lo imposible, atraer a esas horas gran cantidad de público y éstos formar unos increíbles pogos. Las actuaciones de las bandas que les precedían, como Morbid Angel y Sodom, contaron con un sonido nefasto, es una lástima que gran parte de las bandas del festival contasen con multitud de problemas de sonido.

Otros que desbordaron claramente fueron Trivium, que son su nuevo disco bajo el brazo, solventaron una grandisima actuación en el escenario principal. Una banda en continuo ascenso y es cosa de años para que se conviertan en una de las grandes bandas que reinan en el metal mundial.

Una de las sorpresas fue Deadclock, joven formación con dualidad de voces femeninas y masculinas, muy al estilo de Lacuna Coil pero éstos más dinámicos y desgarrando una actitud pasmosa. Vancanto fueron una de las bandas que mas nos agradaron, sus cinco cantantes con su propuesta de metal acappella y bien acompañados por una batería, sin bajo y sin guitarras, ganan muchos puntos.

Sin duda los cabezas de cartel del día eran Judas Priest, su actuación colapsó al gran público y más al ver que Rob Hallford rendía al máximo nivel, la edad no perdona pero el tío se cascó dos horas de concierto, siempre con actitud y compromiso, aquí tenemos a uno de nuestros grandes frontmans del metal ochentero.

Airbourne aparecieron con fuerza, revolucionados diría yo, iban a comerse el escenario, su cantante escaló con guitarra en mano hasta la parte superior de la estructura del escenario, algo peligroso pero muy vistoso. Una actuación cargada de grandes momentos, aquí tampoco se olvidaron de explotar esas cervezas sobre la cabeza de su cantante.

Era ya de madrugada pero aún quedaba Apocalyptica por tocar, creo que no supieron afrontar su actuación teniendo en cuenta las horas que eran, ofrecieron un concierto lineal con poco entusiasmo por parte del público, a excepción cuando interpretaban pistas de Metallica.