Los grandes de la historia del rock lo son en cualquier rincón del planeta, ya que su propia grandeza rompe con todo tipo de fronteras y escuchando a Sex Museum, uno no tiene dudas de que son unas de las monumentales bandas underground de nuestro país y que lo tiene todo para triunfar fuera, tal como lo están demostrando siempre que se embarcan en una gira europea, por medio de su notable experiencia sobre los escenarios y sobrado conocimiento del legado de clásicos del rhythm and blues y del garaje como los primeros Stones, Animals o Pretty Things. Sucias canciones de juerga, ilusiones perdidas, fracasos y rupturas, con ese olorcito retro sesentero, de cuando ser rockero era realmente sinónimo de rebeldía, inconformismo y perversión, rock & roll de toda la vida deudor de Little Richard , Chuck Berry, etc, con influencias de garaje sónico, hard-rock psicodélico y sonidos clásicos de órgano Hammond de los de Eric Burdon o The Doors.
Si bien llevaban un par de años sin darnos un nuevo mangar sonoro, su vuelta a la escena ha sido por todo lo alto con "Again & Again", un nuevo disco que brilla como siempre con luz propia y que ha sido editado también en Vinilo (de color blanco y edición limitada), reivindicando esa sonoridad tan especial que solo lo tiene este tipo de soporte y gracias al asesoramiento del prestigioso ingeniero de sonido inglés Barry Sage. Un disco que han querido buscar una naturalidad, precisión y fluidez, más afín a su directo y que sinceramente lo han conseguido estampar. |
El pasado viernes 23 de septiembre antes de actuar en el Kafe Antzoki de Bilbao junto a Capsula, quisieron realizar un concierto acústico en la tienda Fnac de dicha capital vasca, una manera de promocionar su última obra así como la de reinventar su castizo sonido para provocar una sensación de estar flotando en algún lugar de la nada, sonidos más experimentales y seductores, insólitas y sorprendentes versiones de “Masterplan”, “Let Me Go Home”, “Some Other Bar”, “Can You Stand My Love” y “Seven Days” que fueron desencadenado, cada una a su ritmo, momentos sublimes en donde el oyente , por distintos motivos, se fue sintiendo identificado interiormente, acabando prácticamente rendido a sus encantos
¿Pero quién sería tan tonto como para querer resistirse? |