Pese a que nos duela, es palpable que el power metal se encuentra en sus horas más bajas. Los grupos incluidos dentro de este gran cajón llevan tiempo girando en una repetitiva, monótona y rutinaria espiral de fórmulas y estructuras, sin saber encontrar una salida a través de la cual su música encuentre nuevas ideas con las que adaptarse a la época, lo cual está propiciando un cierto debilitamiento en el poder de convocatoria y capacidad movilizativa, quedando más bien reducida a una base de seguidores extremadamente fieles. Que la prestigiosa banda alemana Freedom Call no llenase una sala como el Doka, con una capacidad para 250 personas, es un indicador bastante significativo del detrimento que está sufriendo este género.
Es curioso cómo determinadas zonas del país parecen apropiarse de un determinado sonido, en el caso de Cataluña, el rock cantando en su lengua materna sigue siendo de magna para las nuevas generaciones pero de un tiempo para atrás está floreciendo una cierta preferencia por los sonidos heavy metaleros, tenemos algunos claros ejemplos como: Amadeüs, Sangtraït y Dragonslayer.
A la banda emergente Döria, los privilegiados de acompañar a los germanos durante toda la gira española, la podríamos emparentar en dicha corriente y en particular en ese grupillo de bandas que han sabido aplicar sus acertados planteamientos e influencias a unas composiciones que
sobresalen a las de la dura competencia tanto por su sencillez, equilibrio y calidad como por su cualidad de inspiración divina.
La privilegiada voz de Martí Döria es clave para entender la superioridad cualitativa de la banda, realmente sabe cantar y sobre todo, administrar bien sus recursos. Se agradece que no esté tirando de agudos todo el rato o de buscar piruetas vocales casi imposibles. Evidentemente el resto de la banda sabe estar también a la altura, las guitarras de Laura Moral y en particular Víctor Vázquez son auténticas factorías de riffs y solos, y la base rítmica formada por el bajista Lluís Ripollés y el batería Pep Rovira constituye un bloque sólido de acero.
Döria
Aunque en directo todo quede confiado a la innegable clase y elegancia de cortes inmersos en un contexto de power metal melódico como “Ciudad Esperanza”, “Despierta”, “Pensamientos” y a la hard roquera de estribillo comercial “Caperucita Feroz”, los músicos saben cómo ganarse el respeto con su grandeza, valentía, seriedad y vocación, dando en todo momento una imagen de disfrutar de verdad de canciones directas y atrayentes con un punto de equilibrio entre melodía y distorsión como “Carta Al Barquero” o “Por Si Sirve De Algo” y alguna que otra balada de precisa profundidad vocal y gran emotividad, “Si Te Vas”.
Aunque van bien encaminados en su sueño todavía les falta algo de sazón para llegar al nivel de algunos de sus adversarios más aventajados, pero su honestidad y convicción nos sugiere que no van a tardar mucho en lograrlo.
Set List
- Ciudad Esperanza
- Despierta
- Sweeney Todd
- Carta al Barquero
- Si te vas
- Pensavientos
- Por si sirve de algo
- Caperucita Feroz
Döria
Actualmente el power metal es un estilo musical que se encuentra bastante estancado y a falta de innovación; los discos que salen al mercado son en la mayoría de los casos repeticiones de estructuras empleadas millares de veces por otros grupos. No obstante los que consideran verdaderos fieles les siguen apasionando de igual manera, quizás resultado de la pasión que sienten por encontrar absoluta autenticidad, músicos que den la sensación de creer en lo que hacen, de disfrutar simplemente con la música y de vivir intensamente sus actuaciones.
¿Que hubieran hecho los grandes del género si se hubieran encontrado con una sala medio vacía?.
Pues seguramente tocar a toda pastilla para largarte lo más rápido posible pero Chris Bay y compañía se comportaron como creo que debe hacerlo todo aquel que se aprecie de ser músico profesional, rompiéndose los cuernos para ganarse al público a base de simpatía, entrega y un excelente sonido que hizo brillar aún más su happy power metal sinfónico; e incluso lo más llamativo sin desechar ninguna pieza de su habitual repertorio.
Todo lo que sucedió en la hora y media que duró el torrente de melodías, historias medievales, emociones, fuerza, agasajos a la ciudad, gracietas en castellano y alguna que otra palabra en Euskera (Osasuna) dejo bien satisfecho a todo aquel greñudo que se que se dio esa noche en el Doka. Contemplar a un Chris Bay sonriente, totalmente entregado a su público, a dos palmos de tu cara y mirándote a los ojos mientras canta alguna estrofa de la canción de apertura “66 Warriors”, gritar junto a él los alaridos de “Farewell”, “Warriors” o “Metal Invasion”, vibrar y saltar mientras te hace sentirte parte activa en el show con una inmejorable “Freedom Call” o estremecerte con su tremenda técnica vocal en una pegadiza “Hero On Video” y primorosa “The Quest”, un agudo vocal melódico que creaba un contraste demoledor, embelleciendo, ya de por si, a una potentísima y vibrante base rítmica, en el que destacaba un Klaus Sperling (Ex Primal Fear), un veterano casi siempre dispuesto a machacarnos los tímpanos, con ese doble bombo clásico, en los momentos de mayor furia; bien merece la pena repetir.
Freedom Call
No obstante, la única pega que se les pudiera achacar es el haber tenido que escuchar los sonidos sintetizados de ciertos temas , por citar: “Land Of Light” y “Tears of Babylon”, pre-grabados, sin embargo, no empañó en lo más mínimo lo que fue una noche sumamente disfrutable. Y aunque más de uno se quedó con ganas de más, estoy convencido de que todos nos fuimos bien complacidos con lo que presenciamos. Si todos fueran así, la historia seguramente sería diferente.
Set list
- 66 Warriors
- Eyes Of The World
- Hero On Video
- Tears Of Babylon
- Rockstars
- Farewell
- We Are One
- United Alliance (Drum Solo)
- Age Of The Phoenix
- The Quest
- Far Away
- Rockin Radio
- Warriors
- Land Of Night