Con demasiada facilidad menospreciamos la calidad de la escena alternativa de nuestro país y lo curioso es que a menudo, inconscientemente, mientras pagamos precios desorbitados por acudir a un concierto por ejemplo de Mastodon, Thin Lizzy o Foo Fighters o mordemos a quien haga falta por lograr una entrada para asistir al, en más de una ocasión, pobre discurso de los últimos salvadores del rock. La verdad es que no podría ni contar con los dedos de las manos todas las veces que he tenido que escuchar los lamentos de ciertos músicos, quejándose de que no va gente a verles, cuando tendrían que ser ellos lo que dieran el ejemplo, de unión estrecha y apoyo a otros en similar situación y son los que menos lo hacen.
Pero no en todas las ciudades encontramos una funesta posición de pasotismo o de desinterés hacia las bandas de subcultura alterna al mainstream. Por ejemplo en Burgos existe una concienciación musical sólida e inmejorable, un colectivo de músicos como tal, consecuentes del poco apoyo institucional y concienciados de que el mejor modo de salir adelante es siendo todos una piña, formando parte de una unidad y auxiliándose en lo que haga falta. En ese contexto se entiende gran parte del éxito en asistencia a la presentación del disco “Hexanime”, en la Sala Hangar de Burgos, a cargo de los locales Sexma, alrededor de 350 personas, una cifra muy loable para los tiempos que corren.
La salida del quinteto fue fulminante, con el corazón en la mano y más felices que un niño con zapatos nuevos, dejando caer un trío ganador, tres cortes de su nueva obra, “En Su Nombre”, “Viento A Favor” y “Gélida”, con la actitud y entrega de aquellos que no solo se conforman con querer mostrar sus buenas cualidades para hacerse un hueco en la escena sino también el lograr que te acuerdes de ellos a diario.
Parecía como si los genes de Tool, Silverchair y Creed se hubiesen fusionado en una sola banda. Las líneas que perfectamente dibujaba la voz de un Igor Lope metido en el papel de personaje cordial y amable, en busca de la espiritualidad, se diluían en los abrasivos riffs de Gonzalo Herrero que representaba el punto fuerte para hacer que su propuesta no pareciese quizás algo insulsa o fuera de lugar, sino más bien un golpe de aire fresco que iba avanzando según iba siendo la llamada de sus emociones y las de sus propios compañeros, escalando juntos con mayor viveza y por encima de sus propias grabaciones de estudio, consiguiendo que temas como “En Mi Oración”, “En Pie” o “Crucificados” adquiriesen un aroma más embriagador, un completísimo ejercicio de estilo construido a partir de la plena forma vocal de su vocalista, quien fue levantado los corazones del público con la energía de un ave fénix, dejando caer una amplia gama de sensibilidades que nos fueron sacando del mundo racional y transportándonos a otro más espiritual, un mundo de valientes en el que todo se puede conseguir, donde no hay miedos ni obstáculos. |
El sonido estaba siendo nítido en cualquier rincón de la sala y aunque reinase un cierto silencio e incertidumbre por escuchar las nuevas composiciones, todo el mundo daba muestras de estar volando entre nubes y sin oponerse en entrar en la atmósfera mágica que iban creando, tan especial como adictiva. Un entramado instrumental que iba creciendo en riqueza, impresionantes tesituras vocales y conmovedores arreglos, certificando que el secreto de una buena evolución está en no pensar en que los temas tienen que sonar o componerse de una determinada manera sino dejarse llevar por los impulsos emocionales.
Una nube de melancolía se adueñaba de la sala; por medio de una interpretación divina del tema “Entre Vencedores y Vencidos”, una reivindicación cargada de sensatez y humanidad “Para que reine una paz estable y duradera, no puede haber nunca vencedores y vencidos”, matices acústicos y un sentimiento de tristeza y dolor, recordando las muertes y nefastas consecuencias que han acarreando algunos exterminios, como aquellas maldades que se le ocurrió hacer a un dictador demente (Franco) en una violenta guerra Civil española y que tuvieron que sufrir en carne viva nuestros bisabuelos y abuelos. |
Era imposible no caer rendido ante la imparable energía de la banda y más ante la exquisitez vocal de Igor, un vocalista de poderosa voz que no sólo domina la melodía, sino que sabe dar vida a las canciones, algo en el que suelen errar muchos, una mente abierta a nuevas sensaciones, no solamente las de soltar adrenalina. Su facilidad por componer temas con cierto regusto melódico venido del otro lado del Atlántico e intrincados y complicados vaivenes, hace de canciones como “Leitmotiv”, “Azul” e “Inflamable” accesibles a públicos y gustos distintos. El final nos reservaba una deliciosa guinda, “Quien No Te Merece”, un vibrante destello metálico de una mayor fuerza expresiva como consecuencia de la corpulenta presencia y rotunda voz de Rulo (cantante de D13), la cual impactaba de frente en nuestro circulo interno.
La música en vivo necesita de grupos como Sexma, unos exploradores sin complejos que no temen equivocarse para hallar nuevas rutas de acceso y logrando que sus influencias no parezcan salidas de un molde. Una gran riqueza argumental repleta de tonalidades distintas por unos músicos que miran hacia delante con la ilusión de alcanzar la cima deseada. Ahí es nada!!!!!!
Set list
- En Su Nombre
- Viento A Favor
- Gélida
- No Mires Atrás
- En Mi Oración
- En Pie
- Crucificados
- Lucharé
- Nada Que Ofrecer
- Entre Vencedores y Vencidos
- Leitmotiv
- Azul
- Inflamable
- Quien No Te Merece |