Dicen que la madurez es la virtud que nos mantiene a salvo para no cometer imprudencias o desaciertos y saber hacer las cosas de acuerdo al momento.
Para perdurar en el negocio de la música no es suficiente la experiencia vivida o el haberse rodeado de músicos de gran calidad y publicado grandes discos, más bien, ir sabiendo reinventar la forma de crear música y propiciar al consumo de ella. Si bien, hay músicos a los que les cuesta reinventarse y dudar de si mismo y de las cosas que vienen haciendo e intentan exprimir su tirón todo lo que puedan, otros lejos de agotar unas mismas fuentes de inspiración tratan siempre de enriquecer su discurso con matices diferentes y estructuras que fluyan imprevisiblemente a golpe de dulzura y sensibilidad y en ese cajón de sastre debemos de incluir a los alcarreños Despistaos, que continúan abriendo nuevas puertas sin perder la buena dirección o cambiar de bando, consiguiendo probar disco tras disco que una misma fórmula de composición puede ser tratada de muchas maneras y seguir funcionando; y aunque a veces los desarrollos de sus canciones sean fácilmente intuibles, así como la personal cadencia vocal de Dani Marco, desgranando una y otra vez los mismos dibujos melódicos. No obstante, lo más primordial para seguir en el candelero es lograr mantener intacta una pasión espiritual de hacer las cosas como para ti, en el poder y en la manera tuya, una vez que has alcanzado la plenitud deseada, esa en la que todos los elementos que conformaban parte de su sonido han encajado mejor que nunca; y de eso ya van sobrados.
Lo más fácil hubiese sido adaptar los temas al formato acústico en pro de un sonido estandarizado, sin florituras ni aspavientos, pero a ellos eso tampoco les va, son músicos que no se conforman con lo convencional sino que intentan superarse día a día, dedicándose a materializar sus necesidades a la manera del equilibrista, sin mirar nunca al suelo y que no acabe todo reducido a un ejercicio de completa futilidad. Su reciente trabajo “Los Días Contados”, un directo en formato acústico, es como un bote de mermelada casera que cuando lo abres te llega rápidamente su delicioso aroma y deseando untarla en una enorme rebanada de pan. Un decálogo de su buen hacer artístico, una matrícula de honor en la asignatura de refrescantes y bonitas melodías, ambientes que van desde la calma a la intriga, progresando en zig zag y sin salirse nunca de la estela de complejidad, una riqueza en matices que resulta diferente con cada nueva escucha.
Un grupo ha de creer mucho en sí mismo para atreverse a realizar una gira acústica por teatros, con todo lo que ello conlleva, mayor despliegue de medios y lo más importante tener que exhibir una elevada naturalidad y seguridad a la hora de conducir el curso de la actuación con dominio y honestidad, sin perder el ritmo y propagando un sonido con el cual el espectactor se sienta lo más parecido a un príncipe azul de los cuentos de hadas. Empezaron por lo seguro, el televisivo-hit “Física y Química”, una melodía perfecta de forma, función y delicadeza, una fértil adaptación a partir de una instrumentación más melosa y una interpretación más exuberante por parte de Dani Marco, destilando ternura inusitada y amenidad, guitarra acústica en mano y voz aterciopelada, teniendo solamente el respaldo de un sonido envolvente de piano. Una dulzura de esas que embellecen la vida de los seres humanos y con la que uno puede hallar su paz interior, dejándose llevar por las ondas del sonido y su universo de suaves aromas y dulces entonaciones, como cuando aprecias un amanecer en la playa, sientes una caricia o la brisa del mar te envuelve con su frescor.
Tras ese mágico instante y con toda la banda al completo, entre ellos varios músicos contratados, uno de ellos, Luis Mari Moreno “Pirata” (Los Del Gas), cuya labor fue encomiable, aportando una gama equilibrada y sugestiva de matices armónicos y luminosidad que fueron revistiendo con ropajes de color púrpura el esqueleto musical de la mayoría de los temas; se dispusieron a entregarse en cuerpo y alma a obsequiarnos con una colección de canciones apetecibles tanto en esos días de sol como en esos momentos en el uno se siente miserable y fracasado como persona, derrochando pinceladas de emoción y sutileza desde el inicio y haciendo que temas sensibleros como “Cada Dos Minutos”, “Cuando lloras” o “Caricias En Tu Espalda”, irradiasen con un aura de romanticismo inigualable, capaz de hacerte brillar, con su luz, tu interior y despertar en ti toda la ilusión, si es que está dormida.
Despistaos
Un arranque realmente apasionante, estirando del fastuoso hilo que es su particular universo musical para plantarnos en la cara esa sinceridad y humildad que siempre han sido sus señas de identidad, aún corriendo el riesgo de que el público no apreciase con toda la magnitud la cuidada instrumentación, cargada de pequeños matices y dominada por la preciosa voz de Dani que nos arropaba dulcemente para evitar sentir el frío de la soledad, recordando las caricias, besos y tus manos recorriendo la hermosa piel de un viejo amor como consecuencia de escuchar ciertos temas; puesto que el lugar elegido no era el más óptimo para apreciar semejante belleza. Aún así, invitaron al público a sentarse si es que era preciso para su propio bien, aunque nadie prefiriese hacerlo por pudor o vergüenza.
A destacar la artesanal y preciosa adaptación de “Soportales”, uno de los temas de su primer disco, una versión diferente al concepto original, con unos arreglos musicales impecables, cautivadores sonidos de acordeón de la mano de Pirata, que la hicieron sorprendentemente melancólica. También el esplendido manejo del Ukelele a cargo de Dani, fardando en primera instancia, medio en broma, de tal preciada adquisición, en ciertos tramos del conciertos como en “Cuando Lloras”, “Nada De Nada” o “Seguir Adelante”, medios tiempos de una delicadeza exquisita comparable a unos R.E.M.
Difícil quedarse con un sólo momento de lo vivido esa noche, todos ellos proporcionaban un similar nivel de dulzura y pigmento, abriendo la puerta a un estado límbico en el que los sueños y la realidad se podía confundir y dando la sensación de que el tiempo se estiraba y que cualquier cosa era posible, una ambivalencia de esencias que iba bañando cada canción en diferentes tintes, fruto de la búsqueda de nuevos aires y sin renunciar a su espíritu visionario, favoreciendo una imprevisibilidad que no tenía límites, sabiendo como empezaban pero nunca como acabaran.
Sentido de cordialidad, ternura y una frescura virginal igual a la de un niño recién nacido, sirvieron para que cortes como “Todos Para Una”, canción creada a través de su Twitter a partir de pequeños trocitos de creatividad de cada uno de sus seguidores, “Hasta Las Doce” el bonus track del disco "Cuando Empieza Lo Mejor" y la sugestiva “Tu Barco de Papel” acompañada de una proyección que fortaleció aún más la comprensión de su peculiar manera de fundir las tiernas confesiones; brillarán como estrellas en el firmamento. ¿Pero quién sería tan tonto como para resistirse?
El primer bloque se completó con “Un Beso y Nada Más”, interpretada, como no, por su guitarrista Krespo, quien lucía un nuevo look un bigote al muy estilo Freddie Mercury, el cual sirvió de objeto para las burlas de sus compañero, y singles tan irresistibles como “Si No Estás”, “Menos”, “Sentada En Sueño” y “Ruido”, éste último con la proyección de un video de lo más ocurrente, su nuevo baterista Lázaro exhibiendo sus dotes de bailarín, ideal para sacar la sonrisa a aquellos que hubiesen tenido un día poco fructífero.
Si esa primera parte había sido similar a flotar entre nubes de algodón, la siguiente fue más eléctrica, nos hizo sentirnos como una gigantesca e hipnótica peonza, los músicos abriéndose camino con arreglos desgarbados de guitarra, demostrando que tampoco se andan con demasiados tapujos a la hora de empuñar con fuerza una guitarra y desprendiendo una contagiosa vitalidad, una magia y energía que te hacen mover hasta el último músculo del cuerpo, yendo más allá de cualquier producto estéril de vistosa imagen pero escasa nutrición. Sólo hacía falta poner bien la oreja en cortes tales como “Silencio”, “Un Miércoles Cualquiera”, “Dibujando Primaveras” o “Estrella” para darse cuenta que espiritualmente el rock sigue presente en los punteos de guitarra y en algunas entonaciones de Dani, cantos juveniles al amor, la diversión y las ansias de vivir deprisa.
Despistaos
Recuperamos el tono más popero con el single de su reciente disco “Los Días Contados”, un medio tiempo de lucidez conmovedora que te toca la fibra humana y te hace sentirte mejor contigo mismo. Asistir a un conciertos de estos músicos se asemeja a un karaoke a lo bestia, canciones de la talla de “Es Importante”, en la que siempre incitan al publico que se quite la ropa, tal como lo hacen los que aparecen en el videoclip y que fue enriquecida con unos arreglos de percusión y saxofón irrefrenables, la emotiva “Gracias” en la que nos contaron que solo una vez habían tenido que suspender un bolo, la primera vez que visitaron Donostia, después de actuar en la sala en donde lo estaban haciendo esa noche, puesto que solo se presentaron dos personas, una de ellas este servidor y en la cual Dani se atrevió a recitar un párrafo en Euskera, ganándose completamente el cariño de los asistentes, y la que supuso el cierre, “Desde Que Nos Estamos Dejando”; suscitan una reacción desproporcionada y algunos las corean a pleno pulmón.
Vimos a un grupo a la altura de sus posibilidades, incluso yendo más allá de ellas y es lo que en otras manos podría llegar a ser un auténtico coñazo, ellos lo convierten en un espectáculo muy animado, variado, vibrante y lleno de emociones. Con secuestradores como ellos, ladrones de corazones, cómo no vamos a padecerlo.
Set List
- Física o química
- Hasta que pase la tormenta
- Cada dos minutos
- Cuando lloras
- Soportales
- Todos para una
- Caricias en tu espalda
- Estoy aquí
- Nada de nada
- Hasta las 12
- Tu barco de papel
- Un beso y nada más
- Si no estás
- Menos
- Ruido
- Sentada en un sueño
- Seguir adelante
- El silencio
- Miércoles
- Con un poco de suerte
- Los días contados
- Es importante
- Dibujando primaveras
- Gracias
- Y mírame
- Estrella
- Desde que nos estamos dejando