El pasado 21 de julio nos dirigimos a la localidad burgalesa de Trespaderne para asistir a la primera edición del Tresparock. El día empezaba bien, la moneda cayó de nuestra parte , el sol inundaba el municipio y no parecía tener intención de abandonarlo.

Era sábado y llegábamos a un festival que desde el principio nos llamó la atención tanto por la zona donde se encuentra la localidad como por el cartel formado por Segismundo Toxicómano, A Kal y Kanto, Bajo Presión, Salida de Emergencia, Karne Cruda, Jaula de Cristal y Los Kebraos.  Intuíamos que iba merecer la pena ver y apostar por grupos distintos a lo habitual.

Desde el mediodía había presencia en la acampada habilitada por la Asociación Trespa Joven, que organiza el festival.  Alguna tienda de campaña, y algunos grupos de gente daban vida a una zona tranquila, repleta de hierba y junto al río Nela, uno de los tres ríos que bañan el entorno del pueblo. Era un lugar que recordaba a Villarcayo, recordaba a Baitu Rock. Tanto por la proximidad de las localidades como por la cercanía de sus realizadores.

A las seis de la tarde se abrían las puertas de la plaza Ricardo Noval. Una vez dentro, nos acogió un espacioso recinto con una barra de bar que exhibía precios populares para la ocasión. Para consumir, previamente había que comprar tickets canjeables por bebida o comida en otro rincón del lugar, donde además se vendían camisetas de esta edición musical. A su lado, una pequeña mesa donde poder comprar otro material a miembros de Karne Cruda, grupo cántabro que actuaría en segundo lugar.

Debajo del escenario, en una mesa sentados, los responsables del programa Pégale Al Ruido 107.5 de la emisora de la Radio Espinosa Merindades, colaborador del festival, que realizó una serie de entrevistas a algunos de los miembros de la organización Asociación Trespa Joven y alguno de los protagonistas de los grupos que poco después iban a tocar.

Además, hasta entrada la noche había otro bar en el recinto, dentro de un local, cuyo único servicio estaba en su interior. Que venía bien para entre trago y trago ir a “evacuar”. Hasta el momento todo eran buenas sensaciones tanto en la zona de acampada como en el recinto de conciertos. Pero faltaba la música y estaba a punto de comenzar.

A las siete de la tarde bautizaba el Tresparock Jaula de Cristal, un joven trío de punk rock de Villarcayo. Desde el principio se les veía motivados, como al público que estaba debajo. Su repertorio se basó en la mezcla de temas propios con versiones de algunos de los grupos de rock estatales de mayor nombre.

Con curiosidad les observamos al interpretarnos los temas de “Apaga Y Vámonos”, único disco que tienen hasta el momento. “Noches Locas” o “Desde Que El Agua No Es Azul” fueron dos de sus himnos que los chavales nos pusieron sobre la mesa. En cuanto a las versiones, nos hicieron bailotear, entre ellas “Sale El Sol” de Kaos Etíliko, y  “Otra Noche” de Kaótiko.

Los chicos de merindades dejaron buena impresión durante su repertorio y para finalizar se atrevieron con “American Idiot” de Green Day. Tras su marcha, les tomó el relevo la única presencia cántabra de la jornada: Karne Cruda.

Los de la tierruca pisaban las tierras burgalesas con un nuevo disco bajo el brazo: “Días Como Navajas”. Desde su aparición desafiaron al sol con la potencia y descaro que les caracteriza desde sus comienzos. El calor que acechaba Trespaderne se hacía más llevadero con un refrigerio entre las manos y viejos temas como “Punk Suzio”, “La Fábula” o “20 Euros En Flores”.

La influencia musical del punk norteño en Karne Cruda se nota abiertamente, tanto en la forma de cantar como en el sonar de sus instrumentos. Pero desde sus inicios en 2004 poco a poco han labrado su sello de identidad que ahora mismo goza de un buen momento.

Con los nuevos temas observé mayor elaboración, tanto melódica como en compenetración. “Réquiem Mundial”, “Niños Rata” y “Todo Está Podrido” fueron tres de los mencionados que cayeron en su setlist. Letras trabajadas que como comentó mi compañera María Gómez al hacer la reseña de este disco “son todo lo contrario de planfletarias y facilonas”.

A las nueve y veinte saltaba al ruedo Bajo Presión. Los vizcaínos, vinculados estrechamente con Trespaderne, comenzaron con “Vendetta” su sesión. Una pancarta en recuerdo a Iñigo Cabacas presidió su concierto. Pancarta que se mantuvo en el escenario hasta finalizar el Tresparock.

El cuarteto animó la calurosa tarde con canciones de sus dos discos. El último “Music Vs Money” fue el que nos dejó algunos de los mejores momentos. “Garai Ilunak”, “Arde Paris” o “For All My Friends” hicieron bailar a los que se concentraban en las primeras filas del recinto.

Los de Basauri son el ejemplo de un grupo que poco a poco asciende escalón a escalón. Caminan despacio pero sin prisa con una música influenciada y similar a Segis. El cuarteto se mostró enérgico de principio a fin, incluso salieron airosos al tener un pequeño percance con una de sus guitarras, que rápidamente solventaron.

“Despierta Ya!”, y una versión de Nofx fueron otros de sus platos fuertes. La guinda al pastel se la pusieron antes de terminar con R.I.P en “ Hablamos de Terrorismo” de su primer trabajo. Nos demostraron que encajan perfectamente en la selección de grupos de cualquier evento musical.

A las diez y cuarto le daba la bienvenida a la noche el ska de A Kal y Kanto. Recientemente los mirandeses han publicado un nuevo trabajo, “Locos Pero Con Sentido” y vinieron con intención de presentarlo y hacer bailar a todos los asistentes. He de decir que lo consiguieron, que fue uno de los conciertos que más meneo produjeron en la plaza Ricardo Noval.

Con sus ritmos y melodías hicieron que Trespaderne dejara por un momento los sonidos punks y se decorara de un ska y reggae que aumentaba el ánimo que se vivía entre el público. El único grupo de la primera edición del Tresparock que incluía vientos y una percusión extra además de la batería.

“Skatarao” y “Borracho” fueron dos de los temas que más caldearon el ambiente. Además de “Sube, Sube”, versioncilla que ofrecieron de Potato. No faltó movimiento en su intervención, y lo mismo que bailamos con “Don Angustias”, lo hicimos con la letra crítica “Palestina”.

El momento más divertido del concierto fue cuando se despidieron disfrazados de payasos para sacarnos una sonrisa interpretando “Ríete”. Y antes de abandonar las tablas, todos sus miembros se pusieron a bailar sobre el escenario en gratitud ante los espectadores.

A las doce de la noche, llegó el momento más deseado por todos. Le tocaba aparecer en escena a los cabeza de cartel, a Segismundo Toxicómano. Nada más escuchar los primeros acordes de “Patrones” la tempestad inundó Trespaderne.

Durante el concierto de los vitorianos fue el momento donde más personas se reunieron en el recinto del festival. Saltos, brincos, pogos... todo tipo de movimiento giraba alrededor de sus letras. Una vez más, todos sus temas fueron temazos. “Gaupasa”, “Hoy Como Ayer”, “Mi Vida”... ejemplos de canciones que han convertido en himnos.

Segis, es uno de los grupos de la actualidad que más pasión desatan allá por donde pisen. Pasión que mostraron al poner en escena una mezcla de los temas más llamativos de toda su carrera profesional. Las nuevas poco a poco también lo están consiguiendo, “Since 1997” es una de ellas y por supuesto la interpretaron.

A lo largo de su actuación, el cuarteto regaló al público algunos ejemplares de “Ke No Cunda El Pánico”, su último disco. El que tuvo la suerte de cogerlo al vuelo seguro que lo celebró. Los demás también lo hacíamos con “12 Años” y con “Cualquier Error”. Hubo especial dedicatoria al Baitu con la canción “Por Ti”. Que por cierto dieron por hecho, igual que varias personas más la futura realización de este festival el verano que viene. Que así sea.

Los momentos estelares del paso de Segismundo Toxicómano fueron las de siempre, “Euskadi”, la versión de Cicatriz “Botes de Humo”, “Realidad” que contó con la colaboración de dos miembros de Bajo Presión y “Las Drogas”, en la que hicieron lo propio los miembros de Jaula de Cristal. Estos últimos aprovecharon el momento para lanzar también a la gente algún ejemplar de su disco “Apaga Y Vámonos”.

Pero lo bueno, acaba, pero no del todo, porque aunque Segis se marchaba entonando su canción tributo a Cobra, llegaba el momento de una leyenda en las merindades: Salida de Emergencia.

El regreso a los escenarios de este grupo, que sino me equivoco fue hace dos años en las fiestas de esta misma localidad, llama la atención de todos los rockeros de la zona burgalesa de las Merindades. Si bien es cierto que parte del público abandonó la plaza tras terminar Segis, los que se quedaron lo hicieron dispuestos a darlo todo.

El concierto transcurrió entre algunas de las canciones de aquella lejana cinta de cassette titulada “Rock Tomate” que tiene este combo de punk rock y alguna que otra versioncilla que mantuviera el calor que la noche nos estaba quitando.

La gente disfrutó con su repertorio que empezó con la canción que les nombra, “Salida De Emergencia”. El público cantaba y coreaba los temas de “Juan Valdés”, “ En El Pueblico”  y “Juventudes Pasadas” . Lo mismo hizo con las versiones que nos regalaron, entre ellas “Ahógate” de La Broma de Ssatán y La “204” de Cicatriz. Pero lo que mereció le pena fue estar atento a las suyas, “ Un Día Como El De Hoy” quizá fue la que despertó más nostalgia entre sus seguidores.

Para terminar la noche a lo bestia, casi a las tres de la madrugada, Los Kebraos. Este grupo tributo a Cicatriz de Venta de Baños, Palencia, nos ofreció un repaso de la trayectoria de uno de los grupos vascos más potentes de la escena ochentera. El frío que caracteriza las noches de verano del interior de Burgos a estas alturas no importaba.

Durante todo el tiempo Los Kebraos mantuvieron una actitud acorde al recuerdo que queda grabado de los Cica. “Solo Otra Vez”, “Una Niebla Gris” o “Desobediencia” quedaron muy bien sobre el escenario. Pero lo mismo que he citado esas tres podría hacerlo con otras tantas

La noche se cerraba con una furia latente desatada. La fiesta no quería terminar. Pero lo estaba haciendo mientras seguían sonando viejos himnos. “Escupe”, “Rock & Roll”, “Wendy”... a cada tema una nuevo descontrol, incluso hubo una colaboración del cantante de Método Vasile. La pena para más de uno es que no se cantaron todas. Seguro que hubiesen sido bienvenidas.

Más de 350 personas fueron las que decidieron compartir esta primera edición del Tresparock. Un festival que nos ha dejado un grato recuerdo para la posterioridad. Esperamos que iniciativas como esta sigan funcionando y se mantengan en el tiempo. A veces nos quejamos de que siempre se llevan a los mismos grupos, pero como vemos todavía quedan iniciativas que apuestan por grupos de su entorno y sus alrededores.

Desde Insonoro queremos hacer llegar nuestro más profundo agradecimiento a la organización. Unas personas que se nota que hicieron esto con el fin de pasarlo bien. De devolver a su población la escena rockera que desde muchos años atrás le ha caracterizado.

Para acabar de redactar estas líneas mostramos nuestro contento con el día que vivimos. Buena zona de acampada, buenos precios y buen cartel. Estaremos aquí para apoyar y cubrir siempre que se pueda, las iniciativas que llevéis adelante. ¡Larga vida al Tresparock!

Pero nuestra labor no queda aquí, tenemos la valoración final que ha realizado la organización sobre el transcurso del evento

Nuestro compañero Borja Triviño, una vez finalizado el festival, se puso en contacto con la organización para que nos contasen de primera mano como fue el festival.

Han pasado varias semanas desde la celebración de la 1ª edición del Tresparock, ¿Qué valoración hacéis de la misma? 

Lo más importante es que ha merecido la pena. Es una gran experiencia para nosotros. Hemos tenido buena música en directo en nuestro pueblo, y el ambiente ha sido genial durante todo el fin de semana. También ha sido una buena oportunidad para conocer gente y trabajar en equipo. 

¿Se han cumplido las expectativas que os habíais marcado? 

Hemos cumplido los dos objetivos más importantes: no perder dinero, y hacer que todo el mundo haya disfrutado del primer Tresparock, en medio de un buen ambiente. Tanto la organización como los grupos y la gente que ha venido a ver los conciertos han quedado contentos. 

¿Contentos con la cantidad de público que se acercó hasta la localidad? 

Sí. La gente de Trespaderne y los pueblos de alrededor han respondido, y con los que contábamos de un poquito más lejos, tampoco han fallado. Agradecemos a todos ellos su presencia y el apoyo que hemos recibido por su parte. 

¿Han quedado satisfechos los comercios de la zona? 

Como pasa siempre, a unos les toca más, y a otros menos. Pero en general han quedado todos contentos de que haya un fin de semana “diferente” en el pueblo. También contamos con su apoyo. 

¿Alguna queja de los vecinos o todo lo contrario? 

Se ha portado todo el mundo estupendamente. Nadie se ha quejado de nada, sólo nos han felicitado por el festi y nos han dado ánimos.

¿Qué grupo o grupos de los que formaban el cartel os ha sorprendido más gratamente? 

La verdad es que no ha habido sorpresas. Conocíamos a todos los grupos y sabíamos que había nivel. De cara al público, A kal y kanto ha gustado mucho, pero todos los grupos ofrecieron un buen directo. Y todos se han enrollado e involucrado con nosotros, en todos los sentidos.  

La zona de acampada era perfecta pero en la misma se echaron en falta urinarios. 

Sí, es un punto que se nos ha escapado y que deberíamos tener en cuenta… 

Y por último, ¿Habrá Tresparock en 2013?, ¿Cuándo comenzaréis a trabajar en la preparación del mismo? 

Es muy pronto para saberlo, pero en principio sí han quedado ganas de repetir. Dentro de unos meses empezaremos a darle forma, a ver qué se puede hacer. 

Esto es todo por nuestra parte, desde Insonoro os damos la enhorabuena y os animamos a que sigáis adelante con el proyecto Tresparock.

Podéis añadir lo que queráis. 

Queremos dar las gracias a toda la gente que nos ha echado una mano: la gente de seguridad, los que han currado “por amor al arte” con nosotros en la barra, bocatas, montaje, etc.,  los grupos, los técnicos de sonido, la gente de Trespaderne y los que han venido de fuera, los comercios y bares, la gente que ha comprado la entrada (algunos, incluso sabiendo que no iban a poder asistir), todos los que nos han ayudado en lo que han podido, y muy especialmente a nuestros amigos del C.S.O. Las Vías de Villarcayo. 

¡Larga vida al Tresparock!